12.11.10

Reseñas extremas mínimas (IX)

Gracias al descubrimiento de dos blogs musicales excelentes, The Tomb of God y Ecos de R'lyeh, he podido saber de la aparición de unos cuantos discos de bandas que sigo y que me apetecía escuchar, entre ellas Melechesh, Electric Wizard, Opeth, Agalloch, The Ocean, Slough Feg... Algunos de los cuales os comentaré hoy. Así que ahí van algunas impresiones de mis primeras audiciones de este nuevo material, por si alguno os interesara:

· Slough Feg - The Animal Spirits (2010): la mezcla de heavy metal ochentero e influencias celtas es una constante del grupo Slough Feg (antes conocido como The Lord Weird Slough Feg) desde discos tan buenos como Twilight of the Idols o Dawn among Dead Men. Este año vuelven siguiendo los pasos de su anterior Ape Uprising! con un disco fresco lleno de buenas melodías, guiños folk (no tantos como en discos anteriores) e influencias -dicen, yo no lo veo tan claro- de los Thin Lizzy de Phil Lynott. Vamos, que sólo les falta ser irlandeses. Personalmente estos dos últimos discos de Slough me han gustado más que algunos intermedios como Traveller. El disco se puede escuchar íntegramente en aquí, Spotify.


· The Ocean - Anthropocentric (2010): A The Ocean le llovieron palos de por todas partes por su anterior Heliocentric, un giro bastante radical desde lo que había estado haciendo hasta su Precambrian, es decir, de algo mucho más en una línea post-hardcore a un disco que era mucho más progresivo, sin tantas voces extremas... Vamos, algo que parecía que no tenía nada que ver con ello. y muchos de sus fans se dolieron de ello pensando que habían perdido el rumbo. Pero hete aquí que la banda lo tenía todo calculado, y este mismo año editaba la segunda parte de su disco, Anthropocentric, en el que The Ocean parece volver a un sonido mucho más cargado, agresivo y brutal. Claro que el peso del cambio y de la experimentación se notan. Anthropocentric es un claro paso adelante en esta formación, aunque a la vez sea un puente entre su carrera anterior a estos discos gemelos temáticamente unidos. Vale la pena escucharlo con las orejas bien abiertas, porque no es fácil entrar en él.

· Warchetype - Ancestral Cult of Divinity (2010): Mirad si es curiosa la vida, y si es pequeño el mundo que resulta que esta banda, de la que me sonaba el nombre por foros y blogs, es una banda de doom ubicada en Barcelona... y cuyo cantante Ibán, al que conocí hace unas semanas, resulta que ahora vive en el piso de Bart. Las portadas de sus discos quizá puedan engañar un poco: su primer disco tenía toda la pinta -estética- de ser de death, y la de este Ancestral Cult of Divinity podría haber sido perfectamente de viking, folk o pagan metal... Pero no, se trata de traditional doom, pesado, lento, con una voz que combina fantásticamente un tono a lo Ozzy con unos guturales muy acertados. Son seis cortes de una potencia brutal y una factura impecable. Warchetype, junto a Orthodox, se han convertido en mi banda española doom a seguir.

· Les Discrets - Septembre et ses Dernières Pensées (2010): Les Discrets es una banda en la órbita de ese curioso movimiento francés que oscila entre el black metal y el shoegaze, y del cual ya hemos visto ejemplos curiosos interesantes: Amesoeurs, Lantlos, Peste Noire, y, claro, el extraordinario grupo Alcest. En Les Discrets lo que vence es el lado shoegaze, post-rock, o como queráis llamarlo. Lo que fascina de este disco es lo mismo que conseguía el primero de Alcest: la evocación de todo un mundo a través de la música. Les Discrets es el proyecto de Fursy Teyssier, a la sazón también artista y creador de la portada del Ecailles de Lune de Alcest. Aquí no encontraréis guturales ni casi nada de black metal, salvo algún blastbeat que se integra perfectamente en la canción. Un disco que vale la pena escuchar y disfrutar, independientemente de los discos de cada uno. Está disponible para escucharlo en Spotify.

· Opeth - In Live Concert at The Royal Albert Hall (2010): Y lo mejor para el final. Opeth celebraba este año su 20 aniversario con un concierto en el mítico teatro Albert Hall (y con una portada homenajeando a Deep Purple), donde hacía un repaso a su carrera, tocando todo el Blackwater Park y luego una antología de toda su carrera hasta su último Watershed. He de decir que nunca he sido muy aficionado a los discos en directo, pero Opeth me puede, y he de confesar que en este triple álbum se salen. La producción es magnífica, la banda suena increíble y Akerfeldt demuestra que tiene una de las mejores voces de toda la música que se hace actualmente, pudiendo pasar de las voces guturales a las limpias sin ningún problema y realizando una labor vocal impresionante. Si no los hubiera visto en directo no podría creer que canciones tan complejas pueden sonar tan bien en directo, pero así es. Y es que con Opeth me cuesta ser imparcial. También está disponible para escucharlo en Spotify.

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