Mostrando entradas con la etiqueta the top. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta the top. Mostrar todas las entradas

3.1.25

Cerrando 2024: los libros y los cómics

Me doy por satisfecho con las lecturas de 2024. He leído 45 libros; para que nadie se lleve a engaño, 15 eran títulos LIJ muy breves, 6 eran poesía y 2 teatro. He leído un poco de todo, aunque dos libros me han atascado bastante el avance, uno por su longitud (La guerra de las trincheras, lectura que me ocupó meses) y otro por su aridez relativa (¡Submarino...!).

Aunque entre los 45, como decía, hay novela, hay ensayo científico, entrevistas, reflexión pedagógica o filosofía, veréis que el top está copado, nuevamente, por mi interés por la divulgación histórica y la historia bélica.

 
· La guerra de las trincheras, de Ismael López (Ático de los Libros, 2024). Un libro que me ocupó meses; lo que tiene de volumen lo tiene de minuciosidad. Un libro que disecciona la Iª Guerra Mundial en el Frente Occidental de manera detallada y en todos los aspectos, desde los más sociales hasta los políticos, pero sobre todo en los militares. Un estudio yo diría que definitivo.

· Blackwater: La riada (I) y El dic (II), de Michael McDowell (Blackie Books, 2024). Esta saga ha sido sin duda el éxito de la temporada. Lo tiene todo para ser atractiva, al menos para mí: ambientación american gothic, saga familiar, una caracterización y desarrollo de los personajes excelente, toques sobrenaturales muy en la vena de Stephen King... Ya he leído que las entregas son irregulares, pero estas dos primeras son dos novelitas (recordad que viene a ser una única novela que el escritor ideó en entregas) excelentes.

· Hermanos de sangre, de Stephen E. Ambrose (Ático de los Libros, 2024). No es una novedad, porque este año lo que hizo fue reeditarse en rústica. Tras ver la serie por segunda vez, leí el magnífico libro de Ambrose, un autor -como el otro que comentaremos- clásico en la literatura de memorias bélicas de la IIGM, sobre la compañía Easy  del 506º Regimiento de Infantería Paracaidista, parte de la 101ª División Aerotransportada norteamericana. Magníficas memorias, que amplían y profundizan lo que vemos en la serie. El tono biográfico hace que no tengas que ser un lector culoduro de libros de operaciones militares, porque no es ése el rollo.
 
· El día más largo y Un puente lejano, de Cornelius Ryan (Crítica 2024 reed., 2023). en el 80 aniversario de los acontecimientos del Desembarco de Normandía (junio) y la operación Market-Garden en Holanda (septiembre),  acudí a estos dos clásicos de la literatura bélica. Ryan, al igual que Ambrose, es un autor que te lo pone muy fácil: su estilo periodístico, casi biográfico o novelesco, aunque ya más denso, hace que sean lecturas muy amenas y unas aproximaciones muy buenas a los hechos. Son lo que son: bibliografía clásica del tema que abren las puertas a querer saber más sobre el tema.

· Fe, esperanza y carnicería, de Seán O'Hagan con Nick Cave (Sexto Piso, 2024). Un libro que es una serie de entrevistas con el bad seed que arroja mucha luz biográfica sobre cómo afrontó el músico la muerte de su hijo adolescente y cómo han sido concebidos sus últimos álbumes. Entre tanto, reflexiones sobre el arte, la vida y la muerte, y, sobre todo la religión y la trascendencia. Gran libro.

· Prométeme que te pegarás un tiro, de Florian Huber (Ático de los Libros, 2024). Reedición en tapa blanda de la edición de 2022, se trata de un libro escrito de forma brillante y que arroja luz a un momento oscuro de la historia: la oleada de suicidios en Alemania tras la caída del Tercer Reich. Huber se adentra en los años de ascenso de Hitler para intentar explicar el porqué del fanatismo que suscitó el dictador y cómo esas ideas llevaron al suicidio de centenares de alemanes. Escalofriante y esclarecedor.

· La calavera, de Jon Klassen (Blackie Books, 2024). Un cuento inspirado en la tradición nórdica que Jon Klassen ilustra en un estilo vintage precioso. Una niña que huye y que encuentra una calavera en una vieja mansión. Los dos hablan. ¿Qué se hará de ellos? Como buen cuento infantil, también tiene un poso de reflexión y una doble lectura para los adultos. Una edición exquisita y una historia magnífica, que enamora sólo con ojearla.

· La revolución rusa, de Victor Sebestyen (Ático de los Libros, 2024). El historiador húngaro, especialista en siglo XX, Victor Sebestyen traza en La revolución rusa un panorama general de la caída del régimen del zar y las luchas bolcheviques que llevaron a la Revolución y más tarde a los soviets. Con una mirada crítica y afilada, este ensayo desvela el corpus de violencia sobre el que se asentó el leninismo y sus consecuencias. Muy ameno (se lee en un suspiro) y muy buena introducción al tema.

26.12.24

Cerrando 2024: los posts

Este año se ha perfilado como un buen año para recuperar terreno en materia de material escrito. Veamos las cifras:

Resumen

Papel en Blanco: 61 (cuenta común), 34 (usuario propio) = 95, mejor marca que 2023 (65) e igualando 2022 (94).
 
Iconotropía: 20 [frente a sólo 1 en 2023]. Con la desaparición definitiva de mi colaboración en el periódico Ultima Hora, retomé Iconotropía como el lugar donde acoger mis reseñas de cómic. Con el añadido de que resulta que las estadísticas de este blog son astronómicamente mejores que las de Papel en Blanco.

Cisne Negro: 23 [frente a 24] Vuelvo más o menos a lo que suelo publicar aquí cada año (excepto el fatídico 2022, que bajó a 11. En el fondo Cisne Negro es ese cajón de sastre que, como antiguamente Twitter, me deja hablar de lo que me dé la gana sin tener que pensar mucho en una audiencia (que es nula). Bien por Cisne Negro, por tanto, a 23 años de su nacimiento. 

Immaculúdica: 3 [frente a 4]. A pesar de que sigo jugando en el Aula de Juegos y que seguimos grabando podcasts, este año no le he podido dedicar el tiempo requerido a mi blog lúdico-educativo,quizá por lo que veremos a continuación.

En Bebé a Mordor he fracasado estrepitosamente: mis colaboraciones se han limitado a momentos puntuales del año. Ya me pasó el año pasado, y sigo sin poder aportar mucho a esta extraordinaria página, que tiene a colaboradoras mucho mejor preparadas que yo para este trabajo.

El Desafío de las Águilas: 31 [frente a 18]. Año tras año, se confirma el buen impulso a mi proyecto  más reciente, que demuestra dónde están mis intereses actualmente.

Total: la cifra es 172. Una cifra brillante, comparando 2023, que fue de 114; en 2022 fue de 152; en 2021 fue de 139; mientras que en 2020 fueron 209 y, o tempora o mores, 393 entradas en 2018. Espectacular. Me alegra mucho haber sido así de productivo, me reconforta, porque me da la sensación de que tengo algo que decir, de que importo (aunque sólo sea a mí mismo). Como el año pasado, no espero batir récords ni llegar a las cifras de este año, pero de 2025 sí que me gustaría esperar que tenga el tiempo para ir, más o menos, dando rienda suelta a lo que para mí es una necesidad, y seguir escribiendo en los frentes que aún tenga ánimos de mantener.

2.1.24

Cerrando 2023: cómics

Mi desafección por el cómic ha seguido durante este 2023. En primer lugar, porque he leído muchísimo menos: siempre he leído por encima de los 100 títulos por año, y éste sólo he llegado a 87. En segundo, y relacionado con lo anterior, ha habido mucho menos cómic que me llamara la atención, que pudiera reservar para la categoría de imprescindibles del año. No. En mis notas tengo marcados 7 cómics como muy buenos, y uno no es de 2023, por lo que no aparece en mi selección. Sin duda los que más destaco son los que he incluido en el post grupal que hemos publicado en Papel en Blanco y al que os remito para ver la selección. 

Y es que este año no he podido ni hacer las relecturas que me planteé en 2022, ni terminar grandes obras que tenía incompletas. El año anterior sí que tuvo una buena marca, aunque ya inferior a las cifras prepandemia (y pre-segunda hija, todo hay que decir).

No me atrevo a hacer vaticinios ni deseos para 2024 porque no tengo ni idea de por dónde irán los tiros. Me gustaría poder llegar a 100 títulos de nuevo, y en los primeros días de enero he empezado bien, con un título diario... Pero el problema de eso es que hay que reseñar o escribir enseguida sobre aquello que he leído, porque si se acumulan las lecturas hechas sin escribir, cada vez es más difícil hacerlo... Y eso es un problema.

Que 2024 traiga, de todas maneras, grandes lecturas que nos hagan vibrar como antaño.

1.1.24

Cerrando 2023: los libros

 


Este 2023 he leído 54 libros, diez más que en 2022 y que se queda muy cerca de la cifra de 2020, que fueron 53. Naturalmente, si alguien se maravilla por esta cifra, en la que no están incluidos los cómics, debo decir, para que quede constancia, que 15 de ellos eran de LIJ, y por tanto bastante breves, otros 8 de poesía y 4 bolsilibros. 

Uno de los factores que contribuyó a que mi cifra se incrementara este año fue que descubrí que podía leer en el bus (en el que he ido al trabajo todo el año) sin marearme; de esta manera, pude completar hasta 10 del total en mis viajes (aproximadamente una hora y media cada día). He leído un poco de todo y he seguido escorándome hacia el ensayo histórico. Tenéis mis impresiones en las entradas de diario de lectura en este blog, y el balance de mejores lecturas, en este artículo de Papel en Blanco.

31.12.23

Cerrando 2023: Rol

Lo del rol este año ha sido tristísimo. Siete partidas, ocho sesiones, dos de las cuales fueron finalizar partidas empezadas en 2022. Este año sólo he podido empezar y acabar una partida. Para 2024 mi deseo sería poder jugar más. Ya es darse con un canto en los dientes volver a hacerlo, pero mi esperanza es poder jugar un poco más.

1. La habitación sin sellar, de La llamada de Cthulhu [finalizando partida del 2022]. Tercera vez que la dirijo y segunda vez que la consigo acabar.

2. Frenar la negrura, módulo de La llamada de Cthulhu incluido en Umbrales a la oscuridad [finalizando partida del 2022], con mi sobrina y amiguis.

3. La fortaleza sin sol, un clásico de D&D para mi sobrina y amiguis [inacabada].

4. Una conspiració sense fissures, para L'Anell Únic, como actividad de refuerzo de catalán [inacabada].

5. Volrac el nigromante, partida de cosecha propia para Tiny Dungeon, para mi hija mayor y amigas, en verano [inacabada].

6. El huésped cadáver, un teórico one-shot de La llamada de Cthulhu incluido en Portales al terror, que aderecé usando el clásico Las tierras del sueño [inacabada por 10m].

7. Cold Harvest, un módulo de Chaosium para La llamada de Cthulhu que lleva a los personajes a un sovkhoz soviético, única partida que conseguí finalizar en condiciones y de la que todo el mundo quedó muy satisfecho.

Como se ve, ha ganado de calle La llamada de Cthulhu, mi juego preferido y que sigue estando en buena forma, además de poder ofrecer partidas muy diferentes. Destaco también la prueba con el sistema de EAU, que me gustó mucho y espero poder repetir.

30.12.23

Cerrando 2023: los juegos de mesa

Este año han sido 557 partidas a juegos de mesa. No mejor que 2022 (668), pero sí mejor que el año anterior (511), en buena parte gracias al Aula de Juegos de nuevo, con un grupo formidable que se despidió en junio (4º de ESO), pero uno muy pujante que actualmente está en 2º y que tiene aún mucho por delante. Además, la mayor parte de ellos son chicos y muy competitivos, con lo que puedo ir metiendo poco a poco la fiebre wargamera en ellos. De momento, los hitos más importantes con ellos han sido jugar a Combat Commander, Diplomacy, Quartermaster General, y he llegado incluso a sacarles Battletech con buena acogida. Con la hora y media que tenemos para jugar tres veces a la semana, tenemos aún muchas horas por delante de ir probando.





 

Si bien este año he jugado menos partidas, lo que sí es seguro es que he podido sacar más wargames, aunque fueran la gran mayoría en solitario: 26 nada menos cuento. Está muy bien, y la verdad me doy por satisfecho si en 2024 mis números quedan más o menos como los de este año.

El juego que me ha enamorado este año ha sido Combat Commander. Cuando lo conocí por el vídeo de Juan Luis Julius Fairfax no me convenció mucho, además de que yo "no era muy de tácticos", pero es que CC es realmente divertido, variado y emocionante, aunque sea en solitario. Creo que es más o menos la escala de dificultad en la que me siento más cómodo (un paso por encima está Band of Brothers, que tiene muchos elementos de ASL, pero es un poco más fácil; no obstante, sigue resistiéndoseme). Evidentemente cuando salió el Pacific este año me tiré de cabeza.

Once upon a road in Normandy

Otro que me ha gustado mucho ha sido Storm Over Jerusalem, nueva entrega de la serie Storm Over y en el que revivimos el asedio romano de Jerusalén. Muy dinámico e interesante, aunque indecentemente caro por lo que trae. Por cierto, lo reseñé aquí.

Los fiascos del año: la verdad es que sólo puedo decir que Stalingrad: Advance on the Volga me pareció una chufa de solitario. Quizá el Land and Freedom me decepcionó un poco, pero también hay que decir que sólo lo he jugado solo + bots.  

Objetivos lúdicos de 2023

Estoy muy contento de haber alcanzado la mayor parte de mis objetivos del año que se acaba. Tenía muchos pero la verdad es que las circunstacias se dieron y no puedo quejarme en absoluto.

1. Jugar a Combat Commander. ✅

2. Jugar a A Touch of Evil con la expansión The Coast. ✅

3. Jugar mi primer napoleónico: Napoleon Last Battles. ✅

4. Jugar D-Day at Omaha Beach en junio. ✅

5. Jugar más a Dungeon Degenerates. ✅

6. Volver a sacar Nemesis. ✅

7. Llevar el Combat Commander al cole. ✅

8. Llevar el Battletech al cole. ✅

9. Estudiar y jugar Band of Brothers. ✅

10. Volver a jugar a Fief en el cole. ❌

11. Sacar Frontier Wars y Band of Brothers en el cole. ❌


Objetivos lúdicos de 2024

Cuando empecé a redactar la desiderata para 2024 no se me ocurría nada que estuviera a la altura del año anterior, pero finalmente, en las últimas semanas de diciembre fui viendo las cosas que más me apetece experimentar en el nuevo año. Son muchos objetivos (el doble de los cumplidos), pero espero que me sirvan de guía. 

1. Jugar a Combat Commander: Pacífico

2. Jugar en casa a Obsesión

3. Jugar a La Guerra del Anillo

4. Jugar a Star Wars: Rebellion

5. Llevar al cole Combat Commander: Pacífico

6. Probar Flying Colors / Under the Southern Cross ✅❌

7. Jugar a rol con el grupito del Aula de Juegos ✅

8. Volver a jugar a rol con adultos

9. Probar en el Aula de Juegos Fief ✅ (fracaso), Root... Hacer una liga de Battletech

10. Terminar de diseñar Latifundium  ❌

11. Sacar en junio The Dark Summer

12. Intentar hacer una jornada en Can Sales en el 80 aniversario del Día D.

13. Probar Pacific Subs

14. Probar Nemesis Lockdown

15. Probar, llevar al cole The Battle of Armageddon

16. Llevar al cole Band of Brothers ✅

17. Probar nuevo material de Dungeon Degenerates cuando llegue.

18. Terminar de diseñar Que pac qui deu. ❌

29.12.23

Cerrando 2023: la música

Si tuviera que definir este 2023 musicalmente sería como continuista, es decir, he seguido la tendencia que se advierte en los últimos años y que consiste básicamente en que ya no hago escuchas masivas de novedades ni puedo presentar muchos álbumes de grupos desconocidos, ni hay grandes revelaciones o descubrimientos. Echando un ojo a los 25 discos más escuchados del año, vemos que tan sólo hay dos de 2023, y uno es un recopilatorio. 


Es más, hay varios que se repiten si miramos la lista de 2022. En cabeza, el sublime trabajo de Glenn Gould en sus Variaciones Goldberg de madurez. Por detrás, muchos discos clásicos y muy eclécticos. Hay un poco de todo: hay bandas sonoras (escuchadas por cierto como música de fondo mientras jugaba juegos de mesa), hay jazz, hay progressive death, hay música clásica, están los titos Nick Cave y Tom Waits, y hay un repunte importante de los Beatles por, sí, ya sabéis, Now and Then. La única novedad, decía es el disco de Sofía, Canciones para saltarse por encima, porque es una persona que queda cerca (trabajo con su madre) y me ha encantado su synthpop mínimo y retro. 





Y como decía el año pasado, no hay más: si en algún momento escucho algo, lo tenéis en mis Reseñas Mínimas que he reseñado bajo este tag. No creo tampoco que el 2024 corrija esta tendencia, así que sólo me queda anclarme en mis viejos vicios.

28.12.23

Cerrando 2023: los posts

Otra de las cosas en las que la vida ha luchado contra mí para que no siguiera haciendo ha sido en mi labor redactoril. Veamos los fríos números:

Resumen
Papel en Blanco: 44 (cuenta común), 21 (usuario propio) = 65, peor marca que 2022 (94), que 2021 (73 posts), y lejísimos de los 127 de 2020.

Iconotropía: 1  [frente a 21]. Iconotropía en los últimos años se había convertido en un puro contenedor recordatorio de todo mi trabajo como divulgador de cómic, pero este año, si sumamos que la página del periódico ha perdido periodicidad (también por culpa mía, por falta de tiempo), y que en Papel en Blanco y BaM he estado ausente, el resultado es que no he actualizado el blog en absoluto.


Cisne Negro: 24 [frente a 11]. Sorprendentemente he escrito más aquí, porque en el fondo Cisne Negro es ese cajón de sastre que, como antiguamente Twitter, me deja hablar de lo que me dé la gana sin tener que pensar mucho en una audiencia (que es nula). Bien por Cisne Negro, por tanto, 22 años después de su nacimiento. 

Immaculúdica: 2 [frente a 7]. A pesar de que sigo jugando en el Aula de Juegos y que seguimos grabando podcasts, este año no le he podido dedicar el tiempo requerido a mi blog lúdico-educativo.

Bebé a Mordor: 4 [frente a 6]. Ya me pasó el año pasado, y sigo sin poder aportar mucho a esta extraordinaria página, que tiene a colaboradoras mucho mejor preparadas que yo para este trabajo.

El Desafío de las Águilas: 18 [frente a 13]. Buen impulso a mi último proyecto, que demuestra dónde están mis intereses actualmente.

Total: la cifra es 114. En 2022 fue de 152; en 2021 fue de 139; mientras que en 2020 fueron 209 y, o tempora o mores, 393 entradas en 2018. Vamos, el peor año con diferencia. Pero así es la vida. De 2024 sólo puedo esperar que tenga el tiempo para ir, más o menos, dando rienda suelta a lo que para mí es una necesidad, y seguir escribiendo en los frentes que aún tenga ánimos de mantener.
 
 

 

9.1.23

Cerrando 2022: los juegos de mesa

 

 

Quizá la única buena cifra (considerable) de 2022 en estos balances de ocio que hago aquí ha sido la de juegos de mesa: 668 partidas, que superan ampliamente las 511 anteriores. A ello ha contribuido, sobre todo, el poder abrir de nuevo el Aula de Juegos Immaculúdica del cole donde trabajo, y, al menos en la primera parte del año, gracias al horario ampliado del comedor debido al covid. De repente teníamos dos horas netas para jugar de lunes a jueves (excepto reuniones y otras cosas), y si a eso añadimos un grupito de 3º de ESO de gente muy guapa que me acompañó en todo lo que les propuse (euros, temáticos, rol...), no puedo sino estar agradecido. Este grupo ahora está en 4º y sólo me quedan 5 meses de disfrutarlos, así que espero que sigan queriendo compartir su tiempo conmigo. No saben el bien que me hacen.






Haciendo un comentario muy por encima de esta enorma lista, querría destacar algunos títulos. Uno de los títulos del año, sin duda, sería The Thing, el juego de roles ocultos que sacó este año GenX. Es una fiesta, muy temático, refleja muy bien la película y cuantos más jugadores, más divertido es. 


 

Dos juegos solitarios que he disfrutado porque me han creado una extraña sensación de paz y tranquilidad mientras los jugaba: The Mission (HQ en español) y Silent Victory (GMT). Gestionando la cristiandad o hundiendo barcos japoneses en el Pacífico, los dos me han resultado muy amenos. 

Un juego que me ha gustado y por el que me he interesado bastante por conocer la revolución norteamericana ha sido la serie Battles of American Revolution, con el tripack Guildford-Saratoga-Brandywine. No acabo de controlar las reglas del todo, pero estoy seguro de que, cuando vuelva, una vez leídos dos o tres libros sobre la época, aún me gustarán más. 


Tardó mucho en llegar, pero al final lo hizo: Dungeon Degenerates es un dungeon crawler con un estilo cafre-punk, dirección artística de cómic underground y paleta cromática para arrancarte los ojos. Muy interesante, con cientos y cientos de cartas de encuentros y enemigos, y con una rejugabilidad muy alta. No llega a ser rol (spóiler: ningún juego de mesa llegará nunca al nivel de jugar a rol de verdad), pero es muy divertido.


El año pasado ya destaqué The Lamps Are Going Out, y es que me gustan estos grandes estratégicos de la IGM, así que este año repetí con Imperial Tide, una especie de Senderos de gloria light, pero que sigue dando la impresión de jugar la IGM bastante bien. 

 

Otros juegos que me han gustado jugados durante este año: Lock Up, un euro con temática carcelaria-fantástica que pasó muy desapercibido y que es muy divertido, con más interacción entre jugadores de lo que suele ser habitual; Band of Brothers, un táctico que me gustaría introducir en el cole; El dilema del rey, un legacy que gustó en nuestro grupo a pesar de que aún no lo hemos terminado.

 


Los fiascos del año: Karak, El jurado, Saladdin, 303 Squadron, y mención aparte, Hellboy. Mi propósito era jugar los 6 casos de este juego estas navidades, pero creo que al terminar el tercero lo desmonté y volveré a él más adelante. Lo estoy jugando con la MinionD10 y a ella le gusta, pero a mí se me está haciendo muy repetitivo y limitado. Edge cometió un error al sacar el core básico y nada más. Si lo hubiera editado ahora, en esta euforia que vivimos, seguramente habría podido vender la edición KS con toda su mandanga o al menos vender las expansiones aparte. Pero el juego básico es muy muy limitado, y enseguida te cansas de matar a las putas ranas todo el rato. Es una pena, el juego tiene unos componentes de 10, los dados, las fichas, las minis... Pero le falta más variedad.  

 

Para 2023 me conformaría con llegar a los niveles de 2021, porque soy consciente que la cifra astronómica de este año ha sido fruto de un cúmulo de circunstancias que no creo que se repitan fácilmente. Una de las cosas que me gustaría poder hacer es jugar más en grupo y menos solo, e intentar profundizar aún más en los wargames en compañía. Tengo esa esperanza.

6.1.23

Cerrando 2022: la música

Compruebo con estupefacción que el año pasado no realicé mi balance musical de 2021. Bueno, de todas maneras no habría mucha diferencia entre el anterior de 2020 y el de 2022 que hoy publico, más para mí mismo que por nada más. 2022 ha sido un año que ha visto crecer el número de escuchas, pero año tras año mi cerebro de cuarentón se va anquilosando y reconfortándose en la música que ya conozco. Siempre he tenido una curiosidad natural hacia nuevas músicas -ahí están las reseñas mínimas que sigo sacando-, pero de nuevo el tiempo juega en contra de ir haciendo descubrimientos. Cuando uno no tiene tiempo, va a tiro fijo. Y por tanto, a lo que ya conoce y ama.

Los 60 álbums más escuchados en 2022:

Pocas sorpresas, exceptuando algún grupo de dungeon synth y un disco de Katatonia sobre el que no había profundizado.


Los grupos más escuchados este año son viejos conocidos.

Sin sorpresas: Katatonia, Gardel, Billie Holiday (que además, cuando hay pistas en las que canta con orquesta se indexan diferente, por lo que podría estar más arriba; idem del Coro del Monasterio de Silos o [The Lord Weird] Slough Feg), Tom Waits...

Álbumes destacados: Discorauged Ones, un "viejo" descubrimiento, porque era un álbum de Katatonia que no tenía controlado y me gustó mucho. De estos 16 más escuchados, quizá el más actual sea New Organon, que cumple muy bien como nuevo trabajo de Slough Feg.


Y no puedo decir mucho más: si en algún momento escucho algo, lo tenéis en mis Reseñas Mínimas que he reseñado bajo este tag. No creo que el 2023 corrija esta tendencia, así que sólo me queda anclarme en mis viejos vicios.


2.1.23

Cerrando 2022: los libros

En Papel en Blanco he comentados los 6 o 7 libros que más me han gustado de las lecturas que he hecho durante este año (los cómics no cuentan, van en otra lista).

Como indico en el post y en el anterior de resumen, las lecturas este año han bajado a niveles mínimos (44 títulos), pero he disfrutado mucho de este puñado de títulos destacados (otros de LIJ van reseñados en Bebé a Mordor, y los cómics en su entrada particular). Espero que 2023 traiga, si no más número de lecturas, al menos el mismo goce de las pocas que haga.

 

31.12.22

Cerrando 2022: los cómics

 


Este año, en cuanto a cómics, la tendencia ha seguido a la baja, pese a que superé por poco la cifra de 2021(121 cómics leídos), tras un 2020 en que toqué fondo (111), considerando que en 2018 llegué hasta 184 (y recordemos que esta cifra no incluye libros-libros). Este año lo que tengo que destacar en cuanto a cómic es que di un golpe sobre la mesa y me dediqué más insistentemente en recuperar cosas que me interesaba leer de verdad. Y así, (re)leí los cuatro integrales de Hellboy, el primero de Sandman, buena parte del Spriggan, todo Gideon Falls de nuevo, todo Buenas noches, Punpun (por la insistencia de una buena alumna), todo Dr. Slump (que no había terminado desde que finalizó la primera edición de la colección hace años), casi todo el Daredevil de Mark Waid que tengo en casa, y buena parte del Hulk de Peter David (en diversas ediciones de Fórum). Estoy muy contento de estas relecturas, y me gustaría en este 2023 hacer lo propio con House of Secrets, todo lo que tengo de Astrocity de Busiek (que no sé si tengo completa), o quizá todo Scalped o todo Starman, o recuperar Buddy y los Bradley para hacer otra relectura de Todo Odio.


 

La tónica en cuanto a novedades es la misma que el año pasado: muchas lecturas de trabajo que en muchas ocasiones no me apetecían pero que a veces constitutían una gran sorpresa. Este año no he tenido mucho tiempo para escribir, lo que se ha traducido, como ya indiqué el año pasado, en un círculo vicioso de no leo-no escribo-no pregunto por novedades-porque no leo-no escribo. En fin, balance total: 129 cómics leídos, con un poco de todo, y el resultado, lo mejor del año, lo tenéis en este post de Papel en Blanco.

4.3.22

Cerrando 2021: los posts

Una de las cosas que más acusa su caída este año en mis actividades es el número de artículos escritos. Con las reseñas de Ultima Hora que han quedado reducidas a aparecer cada 15 días, su republicación en Papel en Blanco se ha resentido. La situación de Papel en Blanco ya la he mencionado en el post que resume el balance actual. El resto de divisiones personales sigue con cifras más o menos iguales al año anterior, en Bebé a Mordor logro con esfuerzo cumplir con mi post mensual, y me embarco en otra utopía que es El Desafío de las Águilas, un blog donde escribir sobre wargames y libros de historia bélica.

Resumen
Papel en Blanco:   46 (cuenta común), 27 (usuario propio) = 73 posts, muy lejos de los 127 del año pasado.

Iconotropía: 27* 
Cisne Negro: 23
Immaculúdica: 6 

Bebé a Mordor: 12

El Desafío de las Águilas: 5 

*sin terminar de actualizar
Total:  139, una cifra que cae en picado considerando los 209 posts del año pasado y los 393 de 2018. 

4.1.22

Cerrando 2021: los cómics

Este año, en cuanto a cómics, la tendencia ha seguido a la baja, pese a que recuperado la cifra de 2019 (121 cómics leídos) tras un 2020 en que toqué fondo (111), considerando que en 2018 llegué hasta 184 (y recordemos que esta cifra no incluye libros-libros). Como ya he señalado en otros posts de balance, este año he empezado a sentir más fuertemente que otros la desafección con el mundillo del cómic. Como en un círculo vicioso, el poco tiempo del que disponía para leer, y sobre todo para escribir, ha hecho que tampoco me interesara por las novedades editoriales (o, sabiendo de las pegas que ponen algunas editoriales, ya ni lo intentaba), y esto a su vez ha hecho que mis lecturas se limitaran a las que llegan por defecto, que a su vez no siempre son lecturas que haría por iniciativa propia, por lo que las iba demorando, y por tanto tenía menos tiempo para leer y escribir, con lo que volvemos a la situación inicial. 

En fin, 121 cómics leídos, con un poco de todo, y el resultado, lo mejor del año, lo tenéis en este post de Papel en Blanco.

31.12.21

Cerrando 2021: los juegos de mesa


 

Este año puedo darme por satisfecho con los números en cuanto a juegos de mesa. Fueron 511 partidas, superando el año pasado, aunque una parte importante tienen truco: aprendí a juzgar a ajedrez y eso hice que jugase muchísimo. Aunque, evidentemente, sigo siendo un pésimo jugador. Otro factor fue el encontrar el Onirim como app en el móvil. Un juego que en físico sería muy, muy pesado por la cantidad de veces que hay que barajar las cartas, en app se hace una maravilla. La verdad es que lo jugué demasiado y ahora mismo no tengo ganas de verlo ni en pintura.

Una de las cosas que ha reactivado el número ha sido la reapertura del Aula de Juegos en tiempos de postcovid, lo que ha hecho que pueda volver a jugar con los chicos siguiendo las normas higiénicas. Otro tipo de reuniones con adultos no he tenido, y el resto han sido partidas en solitario.

Voy a destacar, como el año pasado, los juegos que más me han gustado durante este 2021, sin atender si son novedad del año o no.




 


 

 

Estuve mirando a ver si podía encontrar algún juego de Flying Frog, porque recordaba uno de los videotochos de Chemapamundi sobre uno de ellos y me quedé con la cantinela. Encontré el A Touch of Evil 10th Anniversary y fui a por él. Aunque es una edición sobreproducida, un festival de azar, es un ameritrash gótico muy divertido. Si puedo encontrar alguna de sus expansiones, me haré con ellas.


Cartógrafos es un flip and write en el que tenemos que ir componiendo un mapa encajando las piezas que nos van dando de manera que consigamos la máxima puntuación. En el fondo es como jugar a Tetris, pero con algunos elementos de interacción con los demás, y el hecho de que se han puesto a la venta nuevos blocks que van cambiando sutilmente la experiencia del juego. Con mi MinionD9 he jugado bastante y le ha gustado. Es un juego que también llevaré al cole.


 

Fief es un juego de gestión y guerra medievales. No es precisamente rápido, pero recompensa mucho. En el juego, reclamaremos aldeas, pediremos el diezmo o la talla, estableceremos alianzas con otros jugadores por medio de matrimonios, nos ordenaremos obispo, cardenal e incluso papa, batallaremos, haremos asedios... La verdad es que como simulación del statu quo medieval está bastante bien. Lo jugamos en el cole y a pesar de ser un juego largo y de una secuencia de turno infinita, les gustó mucho. Tengo ganas de volver a sacarlo.


The Lamps Are Going Out es una gran táctico de la IGM que ha tenido opiniones encontradas, pero creo que funciona bastante bien. Tiene un componente histórico muy fiel a la realidad, al menos, así como van entrando las potencias en guerra y lo que hacen, a pesar de tener pequeños fallos (el track de la guerra en África). 


 

Zona es un juego que me gusta, primero por su temática: es evidente que está inspirado tanto en la novela Roadside Picnic de los Strugatski como en mi querida saga de videojuegos Stalker, así que no podía no gustarme. Creo que consigue trasladar a la mesa bien el agobio del juego, aunque creo que debería ser un colaborativo y no un competitivo. O una expansión o unas reglas caseras acabarán por limar las asperezas que tiene.

 


1918/1919 Storm in the West es un wargame ambientado en el final de la IGM de Ted Raicer. Parecía, por el setup, que iba a ser un juego muy estático, pero no fue así. Una tabla de combate demoledora, y una continua lucha por ir ganando territorio. En las dos partidas que jugué me lo pasé muy bien, y sobre todo el bando que resulta más interesante de jugar es el alemán, que tiene todas las de perder, pero si hace un uso inteligente de la defensa y se repliega en los bastiones que le quedan, tiene una posibilidad. 

Otros juegos que también me han gustado mucho este año van desde el party Taco Gato Cabra Queso Pizza, la continuación de la campaña de Mice & Mystics con mi hija, el nuevo juego del creador de Ciudadelas, Vampiro: Vendetta... Me quedo seguir con Hellboy y Star Wars Imperial Assault

Llegué tarde a Arkham Horror LCG, pero llegué (y he de decir que justo antes de la reedición). Y me encantó. Jugué los casos de la caja básica y luego me vine arriba comprando el ciclo de Carcosa. La verdad es que no me esperaba que un juego de cartas fuera tan evocador e interesante.

Los fiascos del año: Lusitania, Dragoon, Sylla.

Una de las cosas que me ha gustado comprobar es que he vuelto sobre algunos wargames en solitario tras un año de jugar por primera vez y he notado como este año me ha dado rodaje y perspectiva cuando los he vuelto a desplegar (Konigsberg, Celles, etc.), que me han permitido, con la sabiduría acumulada, jugarlos y disfrutarlos de manera diferente. Me quedo con esta satisfactoria sensación de haber madurado a lo largo de un año de wargames.

Para 2022 me gustaría poder seguir jugando a buen ritmo con el nuevo equipo que tengo en el Aula de Juegos (tengo una buena lista de cosas que quiero probar con ellos antes de que algunos se vayan); me gustaría también seguir ahondando en mi reciente pasión por los wargames y probar los que tengo sin estrenar y prepararme para la avalancha que viene (por cierto, tengo una docena de cajas por llegar de varios mecenazgos... no sé dónde lo meteré todo); y por último, me gustaría poder volver a encontrar una rutina de juego con mi grupo habitual... Juegos, desde luego, los habrá. Todavía tengo muchísimos por estrenar; en 2022 me gustaría al menos sacar algunos de ellos y reducir su número.

30.12.21

Cerrando 2021: Rol


Este 2021 ha visto cómo progresivamente volvíamos a las mesas de forma presencial, aunque mirando la lista no lo parezca. Han sido 12 historias, a pesar de que algunas de ellas no se acabaron. Año simplemente continuista a la espera de poder retomar el rol presencial de una vez.

1. Mentiras (Ecos disonantes) (online). Una nueva entrega de Ecos disonantes, ambientado en un instituto lleno de secretos,que pude jugar como jugador.

2. Cuestión de fe (Ecos disonantes) (online). En esta ocasión hice una especie de hack del módulo Fe de Ecos disonantes porque tenía una idea muy clara de la historia que quería contar: una historia que se había forjado un contexto en partidas anteriores con la creación del distópico Banco Jesús Libertador. Aquí tenéis la intro en video que hice.

3. Black Betty (Walpurgis) (online). Walpurgis es un juego que me encanta y que es prácticamente un título desconocido: se enfoca en recrear el espíritu de las películas de serie B de horror y ciencia ficción de los 60, 70 y 80. En esta ocasión, la inspiración vino de un bolsilibro de Bruguera, tipo de narrativa que está llena de semillas de rol para juegos como éste. En Black Betty (cariñoso nombre de la nave en homenaje a la canción que versiona Nick Cave), una nave de exploración tiene que descender a un planeta hostil... y muy inteligente.

4. El último adiós (playtesting) (online). El gran Óscar Recio ha estado probando una campaña / sistema / juego con varios grupos de juego, y yo tuve la suerte de estar en uno de ellos junto a los magníficos Julia de BaM, Lycosaedro y Pepe Pedraz. Un honor participar en este proyecto que pinta de maravilla y en el que espero poder aportar mi granito de arena según se vaya desarollando.

5. La rebelión (Follow) (online). Follow quiere ser un sistema universal de narración, y lo es, pero me esperaba algo más... rolero. Se trata de un juego de secuencias narrativas con mucho margen para contar buenas historias, pero se vende como juego de rol cuando no lo es. Si tienes un buen grupo dispuesto a contar una historia por turnos, sí puede ser una buena experiencia. Quizá el problema es mío, por tener una expectativas que no se correspondían exactamente con el producto. Pero sigo pensando que puede ser un buen juego, sobre todo adaptándolo a un aula.

6. La habitación sin sellar (La llamada de Cthulhu). [Inacabada] Cuando dirigí esta historia, hace unos años en el colegio, fue un éxito total, y me dio la idea de escenificar en clase un juicio teniendo como base los resultados de aquella partida. Pero llegó el covid y no pudo ser. Así que al volver a la "normalidad", volví a probar suerte con un grupito de 4º muy bueno, pero la cosa fue languideciendo entre sesiones presenciales y online, y actualmente no la hemos terminado. Ni que decir tiene que mi segunda intención al jugarla tampoco podrá cumplirse en esta ocasión.

7. El viajero perdido (Tiny Dungeon). El verano anterior había iniciado a mi hija de 7 años al rol con este sistema, que me parece perfecto para eso, y este verano volvimos a probarlo con una amiguita suya. El resultado no fue tan interesante, pero la experiencia de introducción siempre me es grata.

8. El atraco a Sampson & Co. (Ecos disonantes) (online). Volví a dirigir el primer Eco, El atraco, para mi grupo avanzado del Aula de Juegos una vez había terminado ya el curso y siendo ya ex alumnos, y eligieron el robo de un banco en el Oeste... ¡Nunca lo habría imaginado! A partir de ahí la cosa se puso rara... No terminó demasiado bien, pero creo que fue una buena sesión.

9. Operation Ice Dragon (La llamada de Cthulhu) (online). [Inacabada] Con el mismo grupo que la historia anterior, empezamos este módulo que apareció en el último número publicado de Bayt Al Azif, modificándolo un poco: lo emplacé en una estación científica soviética tras la IIGM. No terminó de funcionar como hubiera querido, me notaba poco ágil; no la acabamos y tampoco insistí en ello. A pesar de ello, creo que tiene potencial.

10. 246 Corbitt Street (La llamada de Cthulhu) (online). [Inacabada] Un clásico revisitado en un one-shot ambientado en la era moderna y que se conecta con el módulo más jugado de todos los tiempos de este juego. La cosa pintaba muy bien, pero por reiterados problemas de agenda no lo pudimos acabar. Una pena.

11. La mina perdida de Phandelver (Dungeons & Dragons). [En marcha] El año pasado, un grupito de chicos de 6º empezó a jugar a rol en los patios en free style. Yo les dejé el material de D&D y les prometí que al año siguiente jugarían conmigo. Así que ahora que ya han llegado a ESO, aquí están: cogimos los personaje pregenerados de la Caja de Inicio y nos lanzamos a la aventura. A pesar de lo ocasional y de lo breve (jugamos en lapsos de 25 minutos un par de veces a la semana), me encanta jugar con ellos. De momento, sólo empezar, ya había habido una baja y han decidido ir a Phandelver a intentar revivir al compañero dejando de lado su misión principal :)

12. La vergüenza del héroe (Dungeon Hack). Fijándome en cómo se tomaban los últimos juegos de mesa que hemos probado en el cole, me di cuenta de que el nuevo grupito de comedor que se ha formado en el Aula de Juegos iba a ser muy proclive a jugar a rol, y no me equivoqué. Así que para variar un poco, y por fin aprovechar este mecenazgo que tenía muerto de risa desde que se entregó, aproveché para jugar un mazmorreo típico con Dungeon Hack. La verdad es que está muy bien: una destilación del D&D con pocas reglas y poco tinglado. Jugamos una de las partidas del manual y la cosa fluyó muy bien, así que a la vuelta de vacaciones tengo pensada una gran aventura para seguir explotando este sistema.

13. (Extra) Mapeando las catacumbas. Casi terminando el año pruebo Mapeando las catacumbas, jueguito de rol en solitario. El juego es un poco lo que hacía Escape the Dark Castle pero con papel, lápiz, dados y tablas. En la primera partida, bajamos un nivel por una maltrecha escalera de mano, encontramos a un sicaro loco y atado, seguimos profundizando por una estrecha brecha, y llegamos a una sala donde un herrero hace que el de nuestro equipo se rebele contra el grupo. Resultado: los dos que quedaban espichan y fin. Admito que el sistema puede generar narrativas interesantes, pero no sé si me quedo con el juego de cartas.

En el 2022 que entra tengo varios propósitos: me gustaría poder retomar Las máscaras de Nyarlathotep de forma presencial, ese sería mi principal deseo. También me gustaría jugar a algo de Vampiro, probar el rol en solitario con Ironsworn y Mapeando las catacumbas, para ver de una vez qué puñetas significa este concepto. También me gustaría darle un par de vueltas a un par de ideas que tengo y ver qué posibilidades hay de que vean la luz. Y, en fin, me mucho gustaría probar un montón de sistemas que tengo en la recámara y que aún no he estrenado, sobre todo los de Pepe Pedraz: Trueque, 7 Días de travesía... A otros los tengo en diferentes situaciones Never Going Home me llamaba mucho al principio, pero desde que he estado leyendo mucho sobre la IGM su enfoque sobrenatural ahora no me parece tan interesante; me gustaría también probar Vaesen, del que hice un all-in en inglés del que ahora me arrepiento un poco, pese a que las calidades de la edición son de 10; Camaradas me gustaría jugarlo proponiendo una distopía parecida a El cuento de la criada; Liminal estuvimos a punto de estrenarlo en el cole e incluso hicimos fichas... luego la cosa se torció, pero el tema de fantasía urbana en un contexto no tan plomizo como Vampiro puede dar de sí; Kids on Bikes actualmente no me llama mucho, quizá la vena nostálgica ochentera pueda reactivar mis ganas cuando se estrene la nueva temporada de Stranger Things; lo que sí tengo ganas de dirigir es Las cosas que dejamos atrás; Tiny Frontiers es una versión espacial del Tiny Dungeon, y me vendría bien para gente joven o nuevos jugadores, lo tengo en la recámara para iniciaciones; Coriolis, juego en el que también me metí all-in, y que parece que tiene un lore espectacular, pero que a la hora de la verdad no sé a qué grupo sacar; y finalmente juegos que de momento descarto como Girl Underground o Barbazul, demasiado chungos como para poder jugarlos. Y me estoy dejando más juegos que he ido comprando y poniendo en la estantería. Con todo, este 2022 caerán más seguro: mínimo Alien Caja de Inicio y Trueque Noir, algunas de las cosas que saque Edge para La llamada, Vaesen Bretaña cuando esté en español, más lo que está pendiente de entregarse (Hermanos de la Costa, Old School Classics) y vete a saber qué más. Hoy mismo he visto el planning de The Hill Press para el nuevo año y he respirado tranquilo al comprobar que no había nada que realmente me apetezca probar... En suma, que espero que el 2022 me reserve, al menos, otras 12 partidas para continuar con este amor que es para mí jugar a rol.

28.12.21

Cerrando 2021: los libros

En Papel en Blanco he comentados los 4 o 5 libros que más me han gustado de las lecturas que he hecho durante este año (los cómics no cuentan, van en otra lista).

Como en el post comento, 

Simplemente añadir que después de dos años con números más bajos, recupero la cifra de 2017 llegando a la sesentena de títulos. Como veremos, tanto libros como cómics son los indicadores que más han bajado en los últimos años. Puedes leer la entrada completa aquí.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...