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13.3.25

Una nueva Edad Oscura (¿y un nuevo Renacimiento?)

Costa Rican Contemporary Sculpture in Focus: Edgar Zúñiga Jiménez at MÍRAME  Fine Art | Newswire

[Soy consciente de que esta entrada es un análisis muy de cuñado, y de que la Edad Media no fue tan oscura como la historiografía nos hacía pensar. Tomadlo como lo que es: la opinión de un humanista finisecular]

Hace años que vengo advirtiéndolo en plan abuelo Cebolleta: el día que internet pete lo perderemos todo. Sólo ahora empezamos a ver la progresiva dependencia de todo lo que está online. Películas o series que dejan de estar disponibles en la web y cuya edición física ya ha desaparecido. Incompatibilidad con formatos más antiguos. Dejan de fabricarse los últimos bluray grabables (noticia de hace poco). Videojuegos que ya no son compatibles con los sistemas operativos actuales (y quien dice videojuegos, dice documentos). 

Ejemplo 1: quise ponerle a mi hija mayor, a la que le están comenzando a gustar las canciones de Michael Jackson, el episodio clásico de Los Simpson donde Homer conoce a un chalado que se cree el cantante. ¿Os acordáis, verdad? Es el 3x01, Papá, loco de atar. Muy bien, pues: en Disney+ ese episodio fue retirado (por los cargos que en su día afrontó el difunto cantante). Y para encontrar ese episodio entero... Bueno, aún no lo he encontrado. Sí, hay fragmentos en Youtube, pero el episodio, íntegro, en castellano, no está disponible en ninguna parte (o yo no he sabido dar con él). Me parece alucinante.

Ejemplo 2:  hace un par de semanas me desvelé y me puse a ver una película en Filmin. Dudaba entre Fuga de Alcatraz y Un día de furia. Al final ganó la película de Michael Douglas. Hace pocos días, volvió a pasarme y fui a ver Fuga de Alcatraz. No pude, había partido del catálogo. Al parecer ahora está en otra plataforma (que no pago). Pues bien, terminé viéndola en Ok.ru, pirateada por alguna alma caritativa que tuvo a bien compartirla ahí.

A esto, sumémosle la pesadilla fascista en la que se está sumergiendo EEUU con Trump, con intervenciones y saqueos de datos personales, cierre de páginas científicas y de organismos vitales como el Centro de Control de Enfermedades, borrado de publicaciones con ciertas palabras clave (del contexto que la derecha llama woke)... Un fantasma que amenaza con recorrer Europa y todo el mundo.

Vamos de camino a un apagón digital, en el que inevitablemente perderemos todos aquellos datos y obras que por una razón u otra dejaron de estar disponibles en la red.

Por eso es sumamente importante un repositorio de datos, grandes archivos en los que almacenar (online y offline) y proteger obras que de otro modo se van a perder, ya sea por la malicia, el olvido, o la inconveniencia turbocapitalista.

En este panorama al que vamos de cabeza surge como instrumento vital la "piratería", aquella práctica contra la que tanto nos advirtieron y que hoy parece empezar a salvar todas aquellas cosas que dejan de estar disponibles pero que alguien, con buen tino, decidió guardar hace 10 años en el fondo de un disco duro externo o un dvd grabable. Ante la gran cantidad de títulos que dejan de estar disponibles, los internautas se defienden, con nuevas formas de compartir: en los Drive de Google, en grupos de Telegram... O aún más: estoy viendo un movimiento que aboga por volver a las redes p2p (emule) o a un sistema que no me gusta tanto (torrents), aunque fuera su natural evolución. Volveremos sobre nuestras bobinas de películas guardadas, os lo advierto.

Pero hay más. Relacionado con esta Edad Oscura en lo que toca a la conservación del patrimonio cultural, científico y tecnológico, nos encontramos con otro tema: el albor de la era de la IA. El saqueo por parte de estas IAG que han esquilmado sin permiso ni legalidad un gran conjunto de obras artísticas nos devuelve un regurgitado casposo y cutre, absolutamente inoriginal, previsible, aún -en 2025- muy reconocible por los patrones que sigue (aunque mejora a velocidades insospechadas). Si anteriormente era difícil encontrar imágenes libres de uso, o mejor dicho, libres de las marcas de aguas de las grandes empresas que se apropiaron de miles y miles de imágenes libres, ahora el problema se agrava con la tremenda cantidad de basura en forma de imágenes creadas con IAG.

El gran problema: en un mundo en el que rápidamente la gran mayoría de la población terminará usando estos sistemas de IAG (ahora la mayoría gratuitos, en cuestión de meses y años, todos de pago), el estándar de qué esperar de un libro, una ilustración, un cartel, y más adelante, una canción o una película cambiará. Lentamente tragaremos con las convenciones de lo que nos ofrece la IAG y entraremos en su juego. Su estética se convertirá en canon. Normalizaremos sus productos y los tendremos en todas partes. Restaremos importancia a las imágenes de personas con seis dedos o indefectiblemente bizcas. Aceptaremos el movimiento errático y pesadillesco de los vídeos montados por IAG baratas. Hoy son los ganadores de los carteles de los carnavales de la ciudad; mañana serán los de las películas (el caso reciente de la película de los 4F, que Disney ha negado que sea IA: imposible) o álbums enteros; pasado mañana el porno y las películas. Porno personalizado en el que seremos los que diremos qué escenas queremos ver y con quién, incluso con nosotros protagonizándolas. Películas clásicas en las que podremos cambiar a los actores por nuestros favoritos. Discos apócrifos de The Doors o Queen, algunos incluso con el beneplácito de la banda (Kiss los primeros). 

Aceptaremos esta era descafeinada, edulcorada, en el que la puntilla la pondrá el ultracapitalismo, que aportará su grano de arena con la saturación del mercado, que impida prestarle la suficiente atención a cada producto como para verle las costuras. Lo mismo que ahora, pero acentuado: consumo ultrarrápido, cultura de usar y tirar, arte efímero con un fin exclusivamente crematístico. Pretenden hacernos creer que la IAG es una nueva era de popularización o socialización del arte, argumentando que aquellas otorgan el poder de crear a quien no tiene ni las herramientas ni los conocimientos para ello, que será como una tercera revolución de Gutenberg. Pero la realidad es que todos estos planteamientos  son una mera excusa para que empresas vendan sus productos, es decir, capitalismo disfrazado de libertad.  A OpenAI y a todas las empresas que se han metido en IAGs no les interesa la libertad del ser humano. Les interesa empezar a cobrar dentro de unos meses o años por sus herramientas, cuando ya creamos que no podemos pasar sin ellas. Ahora todo o casi todo es gratis, a un click o una suscripción de distancia. Pero dentro de poco no lo será, oh, claro que no. Pero mientras tanto habremos aceptado un nuevo estándar de calidad ínfima, habremos aceptado imágenes de personas con manos de muñones, con movimientos anatómicamente imposibles o que desafían las leyes de la física, textos llenos de lugares comunes y torpezas... Todo ello sin reflexionar, claro, que lo que se nos ofrece está cortado por un patrón, por un sesgo, que no controlamos, pero que en el fondo es una forma de imponer una ideología, una forma de ver e imaginar el mundo. Estandarización, homogeneización. Todo lo contrario a la libertad.

Ambos factores (la desaparición analógica y digital de los bienes culturales pre-IAG, y su sustitución por productos de ínfima calidad creados con IAG) darán lugar a una nueva Edad Oscura, en la que nos sumergiremos voluntariamente, sin casi ser conscientes, perdiendo referentes vitales acaso para la supervivencia del ser humano. Seamos francos, si hace años que los niveles de cultura decaen, ¿qué esperamos para el futuro? Toda ayuda, apoyo o suplantación que hagan las máquinas en nuestros procesos mentales es un paso más hacia una futura discapacidad mental. Así os lo digo.

Pero de esta Edad Oscura sin duda, y esta es la única nota positiva de esta reflexión, ha de surgir un nuevo Renacimiento. Un Neorrenacimiento en el que un buen día, o tras el apocalipsis y caída del sistema ultracapitalista, salgamos de este círculo vicioso y reconozcamos aquello que habíamos olvidado. Y que vuelva a valorarse el talento individual, los libros que olvidamos, el saber que fue ignorado. Un momento en que la autoría humana vuelva a ser reconocida, los grandes artistas reivindicados. Y se valorarán, si aún existen, las personas que conocen, que saben que aquello existió si aún viven, las personas-libro de Bradbury. Me explico: será el momento en que alguien le diga a ese grupo de música "mira, mejor que esta portada hecha con IAG, es ésta que te he hecho, o este cuadro del XIX que es perfecto para lo que quieres expresar". Personas que sepan recurrir a nuestra fabulosa Historia del Arte, que pongan de nuevo sobre la mesa el valor de artistas de todas las épocas y que habíamos "olvidado". Redescubriremos no sólo ya a los antiguos griegos y romanos como en el primer Renacimiento, sino a aquellos que lo protagonizaron, o a los grandes pintores del barroco, o a los músicos eternos, a los grandes escritores de todas las épocas. O a alguna oscura banda que, a día de hoy, está haciendo bolos por oscuros garitos de Seattle con una llama prometeica en su interior. O a los textos que una joven, conmovida por Safo o por Concha Méndez, ha empezado a escribir. Quiero tener fe en que la pesadilla en la que nos vamos sumiendo casi con placer algún día terminará.

26.1.25

¿El principio del fin de las redes tal como las conocemos?

No soy el primero en hacer crónica de la deriva que han hecho en los últimos años las redes. Twitter, la red social a la que me uní hace la friolera de 17 años, tras ser comprada por el ególatra bebé-hombre psicópata-multimilloranio de Elon Musk, fue empeorando mes a mes. He perdido la cuenta de downgrades que el sitio sufrió: de ser un ágora virtual en la que microbloguear, compartir enlaces, reflexiones, o incluso crear nuevos géneros litearios, Twitter (con su transformación en X) se convirtió en un estercolero tomado por bots y trols. Algunos de esos cambios: empezando por la negativa de la autentificación (check azul) hace muchos años, se pasó a que ésta fuera de pago. Además, se disoció una cosa de otra: por un lado puedes pagar por tener una cuenta de check azul, pero no tienes por qué demostrar quién eres. El resultado fue que la red se inundó de cuentas de pago que suplantaban o parodiaban cuentas reales. Con el check azul también llegó la monetización de la red, y ahí es cuando todo se vino abajo. Una masa de cuentas de pago llenó la red de contenido vacío, reacciones trol o publicaciones polémicas con la única intención de sacar dinero. Pero hubo mucho más: limitación de mensajes/día, limitación de privados, anulación de uso de Tweetdeck (cliente para gestionar varias cuentas a la vez) para cuentas no premium, intromisión en el TL de cuentas que uno no seguía, cambios automáticos de la línea "Siguiendo" a "Para ti", cuentas que uno misteriosamente dejaba de seguir sin tocar o nada (o que te dejaban de seguir), publicidad indiscriminada, cambio de filosofía en las cuentas bloqueadas (ahora sí pueden ver tu contenido, aunque no puedan interactuar contigo), estadísticas de pago, uso de comunidades de pago... Y, por si no lo he dicho ya, lenta e inexorable toma de la red por parte de cuentas de ideología neoliberal, ultraderecha y afines (por si no bastaba con la fauna terraplanista, antivacunas, anticovid, anti agenda 2030, etc.), favorecida por un algoritmo que premia la manera de pensar de su dueño. Muchos empezaron a migrar. Durante meses lo consideré, abrí cuentas en las redes alternativas, pero no me decidía a dar el salto. Eran muchos años y muchos seguidores, y eso pesa. Como en una relación tóxica, cada día aguantabas el enésimo empeoramiento de la situación, maldecías, y seguías ahí un día más. Pero las cosas empezaron a ponerse feas de verdad cuando Musk se reveló como parte integrante del futuro gobierno de Trump, candidato a la presidencia de EEUU. Y Trump ganó (posiblemente por la brutal campaña de publicidad que las redes le proporcionaron: TikTok, Facebook, Instagram... y X). Muchas cuentas oficiales de entidades importantes, universidades, periódicos, editoriales, etc., empezaban un éxodo. Personalmente mi puntilla fue ver la foto de Zuckerberg, Bezos y Musk en primera fila en la toma de posesión de Trump. 20 de enero: ahí decidí dejar X definitivamente. Horas más tarde, Musk hacía su inexcusable saludo fascista en una de sus primeras reacciones a la toma de posesión. Ya había tenido suficiente.

El discurso de Elon Musk

Sé que pensaréis, eres un ingenuo. Quedan muchas otras redes y son igual o peores (ya las he mencionado). Y tenéis razón. No voy a quedarme en X para "luchar". Es como un bar o un parque que te gusta mucho porque has pasado mucho tiempo ahí y conocido gente interesante, pero progresivamente es tomado por un montón de neonazis, y poco a poco la gente que te importa desaparece. Uno ahí no tiene nada que hacer. Lamentablemente es su coto y su cámara de eco. De ellos y de los que por ignorancia, ingenuidad o malicia siguen ahí. Pero, Josep, ¿sigues en FB, en IG...? Y la respuesta es sí. No tengo que justificarme. FB es para la familia y grupos de gente muy concreta: la verdad es que no interactúo más allá de eso. No leo el muro, no miro las actualizaciones. Publico alguna cosa, escribo o comparto enlaces en los sitios adecuados, y ya está. En IG lo mismo: mi cuenta personal es muy modesta y personal, no le importa a nadie. Y mi cuenta sobre juegos de mesa es más un sitio donde publicar e irse, no estoy muy al tanto de lo que dicen los demás. He terminado usando muchas de las redes como un contenedor donde dejar lo que hago, y ya está.

He leído ya la reacción de varias personas que han decidido, con este cambio obligado, repensar su papel en las redes. ¿Tiene sentido, tal como está, estar presente en las redes, nos lleva a algún sitio? El público está cada vez más disperso, y excepto las personas que mueven miles y miles (o centenares o millones) de seguidores, los que publicamos en las redes con algún afán (en mi caso, de divulgación), hemos visto como cada vez los lectores son menos, las interacciones merman, las estadísticas bajan y uno no puede estar constantemente tiranizado por las redes. Acabas trabajando para ellas. Esa esclavitud no la quiero. Me gusta escribir y no dejaré de hacerlo; saber que lo que uno escribe lo leen muy pocos es siempre un mazazo y motivo de consideración de dejarlo, pero repito, no podemos ser esclavizados por ello. 

Tal vez, sólo tal vez, el viraje que han tomado los acontecimientos, con una gran parte de las redes moviéndose hacia posturas que no respetan los derechos fundamentales, que ponen en cuestión valores como la ciencia, la igualdad de los seres humanos, la democracia o la emergencia climática, llevará a una parte significativa de sus usuario de buscar nuevas (o viejas) formas de comunicarse. Una de las cosas que he leído es que quizá volvamos a la época de los blogs, de los feeds y de los boletines por correo. Personalmente me alegraría de ello, porque soy una persona que se maneja con las palabras. Me gusta leer y escribir. No me gusta Youtube como herramienta, no me gusta la preponderancia de la imagen en IG; ni siquiera tengo ni he tenido ni tendré Tiktok, me negué desde el principio a entrar en ese sumidero, consciente de que es donde ahora está el meollo de la acción. Me gusta leer y escribir, repito. Quiero posts, quiero artículos, quiero reflexión pausada, quiero comentarios, quiero gente pensando lo que escribe, quiero reflexiones argumentadas, llenas de significado.

Ya he escrito en otras ocasiones lo cansado que estoy del ritmo que nos impone el capitalismo y el mercado, en mi caso en el ámbito de las novedades literarias. Estoy cansado de la dictadura de las novedades, de tener siempre una pila enorme de lecturas que hacer para reseñar, cuando no es eso lo que quiero leer realmente, tener que leer y escribir contrarreloj, y lo peor: sentirse mal por no (poder) hacerlo. Estoy cansado de tener que llamar la atención constantemente de los lectores, de buscar la interacción y el engagement, de luchar contra las malas prácticas del clickbaiting que han abrazado hasta los "mejores" medios de comunicación. Todo el mundo parece haber entrado en la era Tiktok, en la que lo único que vale es un estímulo rápido, vacío, que apele a lo más básico (normalmente a un pecado capital: la ira -"mira qué dice este imbécil"-, la lujuria -"mira qué vídeo sube esta puta zorra"-, la gula -"mira qué brutal esta pizza de hamburguesa"- o una mezcla...), con el fin de vendernos algo, de una vista, de una interacción que alguien monetizará, una era en la que nosotros somos el producto. Conforme escribo me voy cabreando. Estoy hasta los cojones.

Ha llegado la hora de repensar cómo relacionarnos, qué ofrecer, qué esperar. Los tiempos nos lo ponen en bandeja. ¿Lo conseguiremos?

22.9.23

La Fundación Sophia en Mallorca

Hace años (concretamente 20), publiqué la noticia de abajo. Y muchos después, quizá ahora hace 10, vino a mi trabajo una señora en nombre de Fundación Sophia, para pedirme educadamente que retirara este post. Ya no recuerdo muy bien la conversación, pero lo que me acojonó es que tirando del hilo de internet, acabó llegando a mi lugar de trabajo. Tampoco es que lo esconda, pero vamos, que se tomaron sus molestias para llegar a mí. Les dije que me lo pensaría y para ahorrarme problemas la borre.

Hoy he visto en redes contenido que no sólo no desmiente lo que puse, sino que lo confirma. Como dije, borré en su momento el post. Hoy lo vuelvo a subir como aviso a navegantes. Y añado información útil.

· "El Govern pide a la Policía que investigue la aparición de sectas.

Las familias de adeptos a la Fundación Sophia afirman que se les inculcan ideologías totalitarias y alienantes". Algunos de nosotros ya nos olimos el tufillo que desprendía este supuesto "centro de estudios filosóficos" cuando apareció, con métodos misteriosamente parecidos a los de otra infausta secta, la Nueva Acrópolis. Después ha resultado que detrás de esta fundación estaban los capitostes de esa secta. Desde aquí esperamos que la Policía haga un buen trabajo y tome todas las medidas necesarias contra estos sinvergüenzas que se aprovechan de los pobres de espíritu. Noticia completa (Fuente: Diario de Mallorca).

10.4.20

Diario de la plaga: día 28

Ante todo, una reflexión que me surge: los que soñaban con una especie de postapocalipsis como en sus productos de ficción favoritos, habrán podido ensayar con esta versión softporn. ¿Nos han faltado los zombis?

Un mes de confinamiento y lo llevo bien. Han llegado las vacaciones de Semana Santa y, de esta manera, poder desconectar del trabajo, que falta me hacía. No por el trabajo en sí, si no por el cóctel explosivo que supone trabajar en casa dos adultos con dos niñas pequeñas. 

Esta imagen no se corresponde con la partida de la que hablo.
Intentamos eludir el tedio cuarenténico jugando una partida de El año tranquilo vía Whatsapp. Craso error. A pesar de haber quitado unas 18 cartas en total, la partida se hizo eterna (duró más de una semana), y nos íbamos olvidando de todo lo hecho, el mapa no se actualizaba, y al final del año tenía a algunos jugadores en medio del tedio, deseando que llegara el final. Por suerte el invierno no duró mucho. Como digo, mala idea jugar así; luego vinieron todos los palos para el sistema: que si es repetitivo, que si tiene pocas acciones... Estaba había sido mi tercera partida y sin duda fue la peor de todas. Todos los defectos que pueda tener el sistema, y que en otras partidas no cantaron tanto, se revelaron en esta forma forzada de jugar. Pero no creo que El año tranquilo sea un mal juego, al contrario: para mí sí tiene rejugabilidad y puede dar tanto de sí como los jugadores quieran (y eso que la ambientación que escogieron no era para nada tópica: quisieron ser un asentamiento en un exoplaneta que estaba a medio terraformar).

Siempre sigo en constante búsqueda de películas para todos los públicos para ver con mi hija mayor de siete años. Es bastante difícil si quieres evitar (o ya has visto) todo lo que es cine de animación, Disney, o ambas cosas a la vez. Hemos visto la mayoría de clásicos de los 80 y 90, y si veo que están de humor encasa me gusta hacer incursiones en el cine clásico. A veces las películas son un acierto (Jasón y los argonautas, La quimera del oro), a veces un gran fracaso (20.000 leguas de viaje submarino de 1954). Había leído una recomendación muy entusiasta sobre Capitanes intrépidos de 1937 y la puse esta semana.

Qué película más grande. Qué obra maestra del cine. No podía ser de otro director que Victor Fleming, el autor de El mago de Oz o Lo que el viento se llevó, adaptando un texto de Rudyard Kipling, de 1896 (ha pasado más tiempo, ¡el doble!, entre que se rodó la película y nuestro visionado, que desde que Kipling escribió el libro y Fleming lo versionó, ¿a veces estos cálculos no dan vértigo?). Un niño pijo, un pequeño mafioso casi, que lo tiene todo, hace un viaje en barco con su adinerado padre y cae por la borda. Es recogido por un barco pesquero en el que aprenderá de qué va la vida. Excepcional el personaje de Manuel, interpretado de forma magistral por Spencer Tracy (creo que le valió un Oscar), y todo un desfile de personajes carismáticos, redondos, que respiran de verdad. Una película emocionante, que te lleva a la vida de los marineros, y donde ves poco a poco el cambio del protagonista. Y el final, qué final. Arrasador. Si no lloras con ese final es que estás muerto. Con una forma de grabar, hace 73 años, que aún hoy parecería moderna, con grandes soluciones visuales... En fin, preciosa película, con un gran mensaje, llena de amor por la vida. Hay que ver esta película, poned a vuestros niños Capitanes intrépidos. Ha pasado la prueba del tiempo perfectamente.


3.4.20

Diario de la plaga: día 21

[Un post totalmente personal y carente de interés. Es sólo un registro personal para recordar en parte este momento histórico al que estamos asistiendo]


Más de dos semanas encerrados en casa, saliendo ocasionalmente al supermercado a comprar. Mucha gente se queja de esta situación de confinamiento; yo, en esto no tengo queja. Si estuviera viviendo solo, ni siquiera lo habría notado. Me empiezo a sentir cómodo sin la obligación de salir. Tengo algunas ganas, sí, de salir ocasionalmente, y sentir el viento en la barba, pero en general me siento cómodo sin tener que hacerlo. Otra cosa es tener que trabajar con las niñas; pero eso es diferente. Siento que si tuviera que trabajar en casa, no tendría ningún problema.

Tampoco echo de menos especialmente las clases, ni mis grupos. Sí de una forma vaga y abstracta, o sí algunos chicos y chicas en concreto (esas personas que te sacan una sonrisa, o que entienden para qué estás ahí), pero en general, aún, no echo de menos a nadie del trabajo.

Me sobran todas esas muestras de ánimo colectivas, todos los vídeos de #aesteviruslovenceremosunidos, todos los audios que circulan con reflexiones, todas las cadenas de memes, de inciativas solidarias, de recordatorios de que somos una piña, de que esto es una lucha que vamos a ganar, etc. No sé si la edad o el confinamiento con tres mujeres de diferentes edades me han vuelto un viejo gruñón, pero todos estos gestos me parecen pantomimas inútiles de gente que, en la mayoría de los casos, tiene mucho tiempo libre. Yo estoy las 24 horas en casa y apenas lo tengo. No voy a hacer doblajes chistosos, no voy a grabarme bailando, agitando carteles, ni nada. Por un momento pensé en retomar mi faceta estrepitosamente fallida de youtuber, pero para qué.

Sí que echo de menos las partidas y las risas con mi grupo de alumnos de juego. Echo de menos a M, a M y a P, sobre todo. No sé si podremos ya terminar la partida de D&D que teníamos iniciada con gente de 4º, no sé si dará tiempo. A ellos sí los echo de menos. Cuando volvamos quiero montar en su honor una partida al Memoir 44 Overlord, con ocho jugadores batallando en las playas de Normandía.

Es difícil trabajar. He conseguido equilibrar la presión con el deber. Pero apenas puedo hacer una o dos cosas cada mañana: contestar emails, revisar listas de alumnos, corregir trabajos, pensar en las siguientes tareas, asistir a maratonianas reuniones virtuales... He encontrado también un ratito para que los más asiduos al Aula de Juegos sigan jugando a Secret Hitler en su versión online, pero apenas vienen 5 ó 6, y las partidas no brillan tanto así.

La necesidad agiliza el ingenio, y a ello se debe que finalmente haya probado el rol online. Bueno, no rol (fue jugando a El año tranquilo), pero para el caso es lo mismo, y de pronto se abría un nuevo mundo de posibilidades ante mí, sólo limitadas, como siempre, por el tiempo disponible.

Igualmente, también me empeñé en probar ese mismo juego, El año tranquilo, a través de Whatsapp. No es lo suyo, pero apacigua un poco las ganas de jugar.

De la misma forma, acudí a Steam también para encontrar solaz en esto de jugar. Allí seguí batallando, contra la máquina, en Memoir 44. Soy bastante malo: sólo ahora, cuando apenas me queda crédito para jugar, empiezo a vencer a la maldita computadora. Pero al menos he aprendido un poco más a pensar en este juego, y he interiorizado algunos detalles del reglamento que no estábamos haciendo bien en físico. No hay mal que por bien no venga.

Pero no quedó la cosa ahí, también estuve investigando cómo funciona Vassal, plataforma a la que me invitaron hace tiempo pero a la que nunca dediqué tiempo porque no me convencía lo suficiente. Ahora veo que podría ser un magnífico aliado para poder jugar a varios juegos por turnos espaciados.

En otro orden de cosas, la proverbial pila de cómics que tenía pendientes bajó considerablemente, y es de esperar que al final de la cuarentena haya acabado con todos los cómics que tenía amontonados (al menos, con los que tenía que leer por trabajo; de ninguna manera todos los que me aguardan por voluntad propia). No puedo decir lo mismo de los libros, pero estoy agradecido al menos de este suspiro que me ha hecho poder salvar una cantidad nada despreciable de cómics. Entre ellos, un poco de todo: cosas buenas, cosas malas y cosas que pasan sin pena ni gloria. Ya iréis viendo algunos de ellos en mis reseñas en Papel en Blanco o en Ultima Hora.

Sí que he tenido muchas ideas, y las he ido anotando, pero sigo, como toda la vida me ha pasado, siendo incapaz de poner orden a mis prioridades y hacer una cosa detrás de otra. Me gustaría seguir El joven Lovecraft o su spin off con Bart, hacer algún cómic con Sanny, investigar tres biografías que podría versionar en cómic, escribir dos o tres módulos de aventuras para juegos de rol, un juego completo de estilo didáctico que creo que podrá quedar muy bien... ¿Qué hago primero? Porque vuelve a pasar la semana, vuelve a ser martes, y tengo que tener lista una reseña larga y cinco cortas para el diario. En estas estamos. Seguiremos informando.

6.3.15

(Tele)visiones del Mal definitivo

La idea: el Estado Islámico como enemigo definitivo, no ya de Occidente, sino de la Humanidad. Amparándose en una pretendida visión religiosa del mundo, pretende borrar del mapa, literalmente, todo lo que supone una oposición a su forma de entender la realidad. Niega una visión moderada de la religión musulmana, y niega la existencia, hasta la posibilidad de ella, a todo lo que no esté dentro de sus parámetros, ya sea del pasado o del futuro.

Aterran las imágenes de Nimrud destruida por la perversión de los terroristas, que hablan en términos medievales de culturas infieles, incluso en la cuna de su propia civilización. Llamarlos medievales es incluso ofensivo para aquellas dinastías de omeyas que alrededor del Mediterráneo difundieron la palabra de los sabios griegos e hicieron grandes avances científicos y técnicos, cuando los reinos cristianos eran apenas cuatro feudos de gente ignorante que evitaba darse un baño y cuya máxima idea de medicina consistía en combinar sangrías con oraciones.

Y, por supuesto, después, el terror definitivo, el que estos defensores de su moral tradicional realizan en videos de alta definición y con una puesta en escena que es la envidia de Hollywood. Imágenes de la barbarie más absoluta pensadas al milímetro desde una estética, ¡oh, la ironía! plenamente occidental, donde el terror se hace espectáculo y el espectáculo se rinde al terror. Es la hiperrealidad que anunciaba Baudrillard: empezó en el 11-S, cuando algunos testimonios del derrumbe de las Torres Gemelas a través de la televisión pensaban que estaban viendo una película, y llega hasta este punto, donde los más graves atentados contra la Humanidad son transmitidos como si de otro producto de ficción fuera.

¿Quién va a pararles los pies a estos bárbaros?

5.12.13

Esto se arregla con violencia

Lo llevo meditando hace tiempo, pero cuanto más tiempo pasa, más convencido estoy. El último informe del CIS constata que una de las mayores preocupaciones de la población es la corrupción. Somos uno de los países en que más ha crecido la percepción de esa corrupción, igualados a países en guerra o del tercer mundo. Los casos aparecen por doquier a cualquier lado de la bancada política, e incluso por parte de los sindicatos. No os cuento nada que no sepáis.

Los políticos siguen mintiéndonos. Siguen predicando austeridad y regulando recortes, y por detrás se suben los sueldos. Ayuntamientos que se fusionaron para ahorrar ahora gastan aún más que por separado. Vivienda de protección oficial construida con fondos públicos está pasando a ser explotada por intereses privados. Políticos enjuiciados que se libran de la cárcel, o peor, salen indemnes de sus corruptelas. Políticos mentirosos que tergiversan la realidad adaptándola a sus necesidades. Políticos puestos a dedo en altos cargos para los que no tienen ninguna preparación, que no tienen ni puta idea, y que deben confiar en unos asesores, también elegidos a dedo, que tampoco saben hacer su trabajo. Políticos que nos recuerdan que la única legitimidad democrática es la que dan las urnas. Que así es como funciona la democracia.

Y mientras tanto, todo cuanto puede hacer la ciudadanía cae en saco roto. Se recogen firmas: no sirve de nada; se sale a la calle a protestar, no sirve de nada; se llama a la desobediencia: no sirve de nada; se requiere a los políticos que hagan lo que tendrían que hacer: servir a su pueblo. No sirve de nada. Basta. Ya.

En la última obra de Manel Fontdevila, No os indignéis tanto, el autor reflexiona muy acertadamente, a mi juicio, entre otras cosas, sobre el cinismo de seguir llamando democracia a este sistema que da poder total a un partido en mayoría absoluta para hacer absolutamente cualquier cosa que le plazca, independientemente de si estuviera en su programa electoral. La gente se está cansando de esta impunidad. Y que aún no haya "pasado" nada es la prueba, como dice mi gran amigo Edu, de que la gente, el hombre, la humanidad, es buena por naturaleza. Sí, pero, ¿durará esta delicadeza siempre?

Como decía, Fontdevila, en No os indignéis tanto, dice una cosa con la que coincido plenamente, es más, aplaudí y vitoreé esa página al leerla. Al hilo de las protestas que hubo delante del Parlament de Catalunya el 15 de junio de 2011, y de cómo los manifestantes bloquearon al acceso a los políticos, que acabaron zarandeados e insultados, muchas de las opiniones tacharon este comportamiento de antidemocrático, de que se habían perdido las formas, que esto no podía ser, etc. Fontdevila dice, al ver estas reacciones: "No entiendo muy bien esto... ¡Era una protesta! ¡Tenían sus motivos! Forma parte de una dinámica: ¡unos abusan, otros protestan! No hay que salir con la idea de repartir leña, por descontado... Lo ideal... ¡Bueno, lo ideal es que no pase nada! ¡Pero algo puede pasar! Empujones, pedradas... ¡Puede pasar! Y si pasa, ¿qué? Pues entonces... Entonces... Que se jodan, ¿no?"

Exacto.

Que se jodan.

Que se jodan de una puta vez si alguien les insulta, o los empuja. Que se jodan si no pueden entrar al Congreso o al Parlamento. Que se jodan si ésa es la única forma de que vean de que no podemos seguir así, de que basta ya de ignorarnos. Si no podemos hacer nada, si movilizar a miles y miles de personas es para los políticos como oír llover, que se jodan si tenemos que ir más allá. Fontdevila quizá no diga explícitamente que apoya la violencia. Pero yo empiezo a pensar que sí es necesaria. Que necesitamos a un Robespierre, a un Guy Fawkes, a un V. La clase política necesita sentir miedo, si ésa es la única manera de que reaccione. Volver a ponerlos en su sitio. Que se acabe esta sensación de que, pase lo que pase, por mal que estemos, ellos parecen actuar sólo movidos por sus propios intereses. 

Y lamentablemente, creo que, si las cosas no cambian, llegaremos a ver esta situación en algún momento. Porque la cuerda se tensa, y tensa, y la hipocresía, el cinismo y la avaricia de esta partitocracia no tiene límites. Pero quizá se encuentren con el de la gente. Al tiempo.

[ADDENDA: La Gazetta del Apocalipsis escribe un muy interesante artículo también al respecto, explicando los mecanismos por lo que esta violencia no surge: Por qué no estalla una revolución. Imprescindible leerlo.]

29.7.13

En llamas








[Recogidas en twitter bajo el hashtag #IFAndratx]

10.3.13

Guía de uso de servicios de descarga directa (actualización marzo 2013)

Como recordatorio para mí mismo y ayuda a los que lean esto y usen normalmente un gestor de descarga directa como Jdownloader (es el que uso yo), dejo aquí un resumen de las características de algunos servicios, con la esperanza de que os sea útil o lo podáis completar con más información. Los colores indican mejores opciones (verde), regulares (naranja: usar si no queda más remedio) y opciones a evitar (rojo).

NUESTRA ELECCIÓN (De estar disponibles):, 180upload, allbox4, mediafire, filegag, filevelocity, narod, putlocker, sockshare, tusfiles, ultramegabit.


180upload: Sin captcha y con una velocidad punta cercana a 600kb/s a que va oscilando, con posibilidad de "resume".

1fichier: Sin captcha, con una velocidad media superior a 100kb/s, con "resume".

247upload: La descarga para usuarios gratuitos está limitada a archivos de menos de 400mb.

Allbox4: Con captcha numérico, con una velocidad que puede estabilizarse a más de 200kb/s y con "resume". Los usuarios gratuitos no pueden descargar archivos de +700mb.

Bitshare: Con captcha, con una velocidad limitada (máximo 30kb/s). Ojo: también me he encontrado con archivos de este servidor con velocidades estabilizadas en 220kb/s y con "resume".

Cyberlocker: Sin captcha, con una velocidad media cercana a 400kb/s, con "resume".

Depositfiles: Con captcha, velocidad oscilante pero con buena máxima que puede estabilizarse en 150kb/s. Con "resume".

Ddlstorage: Con captcha, con una velocidad limitada (se estabiliza a alrededor de 50-60kb/s). Con "resume".

Extabit: Con captcha, con una velocidad limitada oscilante (media superior a 50kb/s). Sin "resume".

Filegag: Con captcha, con una velocidad limitada (se estabiliza a alrededor de 80kb/s). Con "resume". Permite una segunda descarga simultánea que se estabiliza a la mitad de la anterior.

Filefactory: Con captcha, con una velocidad limitada (se estabiliza a alrededor de 50kb/s). Sin "resume".

Filepost: Con captcha, con una velocidad limitada (se estabiliza a alrededor de 50kb/s). Con "resume".

Filereactor: Con captcha, con una velocidad bastante oscilante inferior a 50kb/s, pero con picos de hasta 100 y caídas de hasta 4, con posibilidad de "resume".

Fileserve: Hasta ahora una de las opciones menos malas, ahora ha cambiado de política y anuncia: "FileServe can only be used to download and retrieve files that you have uploaded personally. If this file belongs to you, please login to download it directly from your file manager."


Filevelocity: Con captcha, con una velocidad oscilante superior a 100kb/s. Posibilidad de "resume".


Freakshare: Con captcha, con una velocidad limitada (máximo 30kb/s).

Gigasize: Con captcha, con una velocidad oscilante superior a 100kb/s. Posibilidad de "resume".

Henchfile: Con captcha, con una velocidad oscilante entre 30 y 70kb/s, sin "resume".

Hitfile: Con captcha, con una velocidad  bastante (20-30 kb/s) y con posibilidad de "resume".

Letitbit: Con captcha, con una velocidad limitada a 50kb/s y con posibilidad de "resume".

Lumfile: ¿Sin captcha? (comprobar de nuevo), con una velocidad regular que se estabiliza en 80kb/s y sin "resume". Ideal para archivos de series que puedan completarse en una sola sesión.

Mediafire: Sin captcha, con una velocidad oscilante superior a 100kb/s, posibilidad de "resume" y de varias descargas simultáneas. SIN DUDA, LA MEJOR OPCIÓN.

Muchshare: Sin captcha, una velocidad que se estabiliza en 30kb/s, sin "resume" pero con posibilidad de descargas simultáneas.

Narod.Ru: Sin captcha, con una velocidad por encima de 200kb/s, y con posibilidad de "resume". Un nuevo descubrimiento de calidad (si no se estropea o le encontramos fallos)

Netload.in: Un suplicio por cuanto, aunque no tiene captcha, la velocidad está muy limitada (5kb/s?) y el servicio se corta continuamente sin posibilidad de "resume".

Putlocker: Nuevo servidor que acabo de conocer; sin captcha, con una velocidad cercana a 200kb/s, con "resume" y posibilidad de varias descargas simultáneas.

Rapidshare: antaño uno de los mejores servicios, hoy es para los usuarios gratuitos una opción algo incómoda. Aunque no tiene captcha, su límite de velocidad está en 30kb/s y no admite "resume".

Rapidgator: con captcha, con muy buena velocidad (oscilante y dependiendo de la conexión). Dependiendo del archivo, el intervalo entre descarga y descarga puede variar entre 15m y varias horas, con posibilidad de "resume". [RECTIFICACIÓN: cuidado porque tiene que estar habilitada por parte del uploader la descarga gratuita. Jdownloader a veces (según actualización) no acepta estos archivos]

Sendspace: sin captcha y con una velocidad limitada a 80kb/s aprox, con posibilidad de "resume".

Shareflare: sin captcha y con una velocidad limitada a 50kb/s, con posibilidad de "resume".

Share-online: con captcha,  y con una velocidad limitada a 50-60kb/s, sin posibilidad de "resume".

Sockshare: Sin captcha, con muy buena velocidad (a mí, hasta 300kb/s), y con "resume". Una de las mejores opciones ahora mismo si tenéis oportunidad de usarlo.
 
Turbobit: con captcha, una velocidad bastante limitada a 5-10kb/s, pero con posibilidad de "resume".

Tusfiles.net:  sin captcha, máxima velocidad (a mí, por encima de 300kb/s sostenidos), y con posibilidad de "resume". Muy buena opción.

Ultramegabit: este cómic nombre que parece paródico esconde una de las mejores opciones, a pesar de que es poco conocido. Sin captcha, muy rápido (hasta 250 kb/s estables) y con "resume", ¿qué más quieres?

Uploaded.to: con captcha,  y con una velocidad limitada a 50-60kb/s, sin posibilidad de "resume".

Wupload: funciona a la máxima velocidad (a mí, hasta 300kb/s), pero tiene captcha.

[Continuará. Se agradecerán aportaciones.]

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3.10.12

Austral lanza sus 'Básicos': Obras maestras por 2,95€


La editorial acaba de lanzar su nueva colección 'Austral básicos', donde, en un formato reducido y muy simple, irá publicando algunas de las grandes obras de la literatura española y universal. Su atractivo principal, además de su pequeño tamaño (10x15cm): su competitivo precio. La colección tiene un precio único de 2,95€ por libro. Las primeras obras en ser editadas en esta línea básica son: el 'Lazarillo de Tormes', la nívola de Miguel de Unamuno 'Niebla', 'Crónica del rey pasmado' de Gonzalo Torrente Ballester, el 'Tirano Banderas' de Valle-Inclán, 'Las flores del mal' del gran Charles Baudelaire, y una antología del portugués Fernando Pessoa.

1.3.12

Alternativas a Marzo Negro: Zavvi

Como ya indiqué antes, estoy en desacuerdo con la iniciativa Marzo Negro, y por eso mismo he pensado dedicar este mes algunas entradas a ofrecer una alternativa a esa negativa a comprar productos culturales. La solución, creo, no pasa por boicotear los productos culturales, sino simplemente no entrar en el juego de los que quieren lucrarse de forma deshonesta con esos productos. Si el problema es el dinero, os ofreceré en estas entradas algunas alternativas que os pueden hacer plantearos si no valdrá la pena comprar si es a buen precio. Porque creo que, si el precio es razonable, todos los que de verdad amamos la música, el cine, los libros, los cómics o lo que sea queremos tener una copia original.
Así pues, mi primera alternativa a dejar de comprar cds en El Corte Inglés es ésta: Zavvi.
Zavvi es una página web originariamente británica pero que ya tiene versión española, en la que se venden dvds, blurays, música y videojuegos principalmente. Esta página, en mi opinión, tiene dos buenos atractivos: el precio muy competitivo de sus ofertas, y el hecho de que no haya gastos de envío. Eso hace que el precio final de las novedades sea bastante bueno y definitivamente mejor que si tenemos que comprar el mismo producto en unos grandes almacenes de aquí. Además, las ofertas de descuento suelen ser numerosas y el catálogo que manejan es también muy amplio. En las tres o cuatro veces que les he encargado cosas (sobre todo música) nunca he tenido ningún problema. Os animo a echarle un ojo a la web.

Resumen Anti Marzo Negro I - Zavvi:
PROS
-Precios muy competitivos (sobre todo en ediciones de coleccionista, deluxe, etc.). 
-No hay gastos de envío (por lo que deduzco de lo que dicen sus paquetes al llegar, creo que el secreto está en que envían su material desde no sé qué isla del Canal de la Mancha, que debe de tener un régimen de aranceles de correo inexistente o algo así).
-Completamente en español.
CONTRAS: Al ser una empresa radicada en UK, sus proveedores también lo son. Eso quiere decir que no tenemos acceso a material impreso de USA (en libros, cómics, etc.). En la versión española no tenemos acceso directo a todo lo que son libros o cómics (supongo que es porque no tiene sentido ofrecer en la web española material que sólo está en inglés), pero buscándolo con el motor se encuentra fácilmente.

26.2.12

¿Qué te parece la moda de llevar auriculares enormes por la calle?

Ya tenemos los resultados de la encuesta de la semana. Y son estos:


¡Me encanta! Son supercool.
  2 (7%)
Pse. Así escucho mejor la música, y "ande yo caliente..."
  9 (32%)
Me parece una gilipollez.
  13 (46%)
¡Por fin puedo usar esos tan grandes que tengo de hace 10 años!
  4 (14%)

Votos hasta el momento: 28
Encuesta cerrada

Coincido con el resultado mayoritario. Personalmente esta moda me parece un absurdo. Aunque es verdad que unos cascos de envergadura pueden ofrecer una mayor calidad de música, lo que deberíamos preguntarnos si la calle es el sitio ideal para aislarnos del exterior y escuchar la música a una calidad envidiable. Incluso he llegado a ver a tipos ¡en bicicleta! con auriculares enormes, sin duda ignorando que, para empezar, es algo que está prohibido por el código de circulación, y que es algo terriblemente peligroso si uno circula entre coches y peatones. Con la tecnología actual, personalmente no creo que los auriculares que van dentro de la oreja hayan de sonar tan mal. Tendrá que ver más con su precio y la calidad de los materiales.
Además de esto, yo creo que ahí hay también implicado un factor de estilo, de querer ser visto con esos enormes auriculares. Personalmente (quizá porque vivo donde vivo) el hacer ostentación de lo que uno tiene, fueran auriculares vistosos o teléfonos último grito, siempre me ha parecido una llamada a los amantes de lo ajeno.
En fin, que yo me quedo con mis auriculares pequeños (de los que llevan apoyo especial por encima de la oreja, porque siempre me caen).

Bonus tracks:
· What is it with the huge headphones, guys? de Alexis Petridis.
· La invasión de los cascos enormes

 

21.2.12

¿Qué te parece la moda de llevar auriculares enormes por la calle?

Ya tenéis la nueva encuesta de la semana en el lateral derecho: ¿Qué te parece la moda de llevar auriculares enormes por la calle? ¿Moda, reciclaje, cutrez? ¡Votad y luego discutimos!

17.2.12

¿Qué opinión te merece la iniciativa #Marzonegro de Anonymous?

En la encuesta de semanas anteriores os preguntaba por vuestra opinión sobre la iniciativa que promueve Anonymous y que pretende hacer un boicot a la producción cultural dejando de adquirir durante el mes de marzo todo tipo de libros, álbums, videojuegos, etc. Esta ha sido vuestra respuesta:


¡Perfecta! ¡Vamos a estrangular a esas multinacionales!
  15 (71%)
Me parece que no es la respuesta adecuada porque los autores salen perdiendo.
  5 (23%)
A mí no me preguntes, yo soy de una corporación.
  0 (0%)
NS/NC
  1 (4%)
(Votos: 21)

Si me lo permitís, voy a pronunciarme sobre la encuesta (que para eso es mi blog) y sobre esta iniciativa, y es que francamente me parece un tremendo error crear este tipo de iniciativas para castigar casos como el de Megaupload. Esta acción no perjudicará realmente a las multinacionales, sino que, si alguien recibe, serán los autores de esas obras, porque en una iniciativa como ésta, no irá a mirarse si al que dejamos de comprar es a grupos podridos de dinero como los Rolling Stone o a grupos emergentes que intentan hacerse un hueco en el mercado con todos los medios a su disposición. Por no hablar que, en el fondo, me temo que la iniciativa tendrá poco calado porque apenas se notará si realmente hay un boicot final. A veces pensamos que el mundo gira en torno a nuestros contactos de Facebook o los trending topic que leemos en Twitter y nos olvidamos que el mundo real es infinitamente más grande y variado que el digital. Ahí os lo dejo.

29.1.12

¿Qué opinión te merece la iniciativa #Marzonegro de Anonymous?

¿Habéis oído hablar de la iniciativa Marzo Negro propuesta por lo que sea que es Anonymous? Aquí tenéis más información al respecto. Podéis votar en la nueva encuesta del blog (la tenéis aquí a la derecha) hasta el 5 de febrero.

1.7.11

¿Cuántas veces has ido al cine en lo que va de año?

La semana pasada (o no sé cuándo) os preguntaba por vuestros hábitos cinematográficos. Ante la pregunta de cuántas veces habías ido al cine en 2011, la respuesta fue:


Más de 10
  2 (11%)
Una vez al mes aprox.
  2 (11%)
1-2
  6 (35%)
¿Aún existen los cines?
  7 (41%)

Debo confesar que yo mismo apenas he ido una vez en dos años al cine, y fue para ver la excelente Up. Os voy a dar mis razones particulares. Personalmente creo que los precios del cine están muy altos, aún más cuando sales decepcionado de la sala (Y en los últimos años, han sico muchas las ocasiones). Y otra, no sé si más importante para mí, es que cada vez aguanto menos a la gente. Porque, en mi adolescencia, cuando iba al cine, la gente solía estar callada. Sí, quizá algún murmullo había, y siempre se han comido palomitas en el cine. Pero ahora, entre la gente que, no come, sino que engulle todo tipo de productos envueltos en los plásticos más ruidosos, que se pasa la película abriendo latas o botellines de cola, que masca chicle como si fuera un rumiante, que consulta el móvil, gente a la que le suena, gente que incordia con sus charlas, gente que apoya los pies en la butaca delantera vacía... Yo, para esto, me quedo en casa con mi tele de nosécuántas pulgadas y mi capítulo de serie en HD. Igual es que me hago viejo.

P.D.: Esta entrada se la dedico a Teddy Bautista, al que seguramente le alegrará un poco el día cuando la lea.

5.6.11

¿Estás de acuerdo con los presupuestos del movimiento 15M?

La semana pasada (o no sé cuándo) os preguntaba si estabáis de acuerdo con la protesta de los grupos creados al amparo del movimiento 15M. La respuesta a la pregunta fue:

 Sí
  10 (62%)
No
  2 (12%)
¿Ein?
  4 (25%)

No me gusta hacer posts sobre política, considero que éste no es lugar para hablar de un tema así, y que además me interesa poco. Pero sí que creo que esta vez vale la pena hacer una excepción, puesto que creo que, dejándonos de si se trata de un movimiento manipulado y blablablá, estamos ante un momento histórico por cuanto por fin se deja sentir la voz de un conjunto de la población que dice basta a la actual situación, y que quiere soluciones, y que repudia frontalmente a toda la casta política.
Y ya que estamos en un momento en la que todo el mundo hace propuestas para salir de la crisis, yo voy a dar las mías. Insisto: a mí la política me interesa lo justo, y seguramente mis ideas son poco realizables o no se ajustan a la realidad, pero como opinar es gratis, y ya que parece que todo el mundo, por imbécil que sea, puede opinar de temas como el fútbol o la lengua, digo yo que también podré aportar mi granito de arena.
Las medidas que yo propondría para atajar el gasto serían los siguientes:
· Recorte en gastos de fiestas municipales, patronales, etc: en adornos, contratación de artistas, publicidad, etc. En su lugar, potenciación de la publicidad de los eventos a través de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, y no editar un programa de mano del que se hacen 500.000 ejemplares y que casi nadie usa.

· Recorte en la asignación de dinero a los partidos políticos para su promoción, publicidad, comidas para jubilados, etc.

· Recorte en viajes institucionales. Políticos viajando en clase turista, como el resto de curritos. Recorte en delegaciones internacionales de organismos locales.

· Recorte en coches oficiales: a compartirlos, o si no, a usar el transporte público o privado.

· Eliminación de privilegios de la clase política, como jubilaciones más provechosas que el resto de los trabajadores o sueldos vitalicios.

· Sueldos y horarios ajustados a la realidad, sin posibilidad de horas extras. 
· Bonificaciones o penalizaciones tras cada legislatura a cada partido o al sueldo de los políticos en virtud de haber cumplido o no con su programa electoral (lo que sería un control de calidad, que muchas profesiones hemos de pasar cada año).

· Incompatibilidad total de ostentar cargos políticos con los negocios personales y/o familiares.

· Eliminación de órganos superfluos (Senado) y cargos (consellerias redundantes, calientabutacas en las administraciones, etc.).

· Centralización de oficinas. En Palma (y en cualquier lugar del país, me imagino), es una muerte hacer algún trámite que implique visitar diversas consellerias o ministerios -o lo que sea- porque cada una tiene su delegación en su sitio diferente. Sólo para presentarme a Art Jove algunos años atrás, tuve que llegar a visitar hasta 3 oficinas diferentes porque se habían mudado otras tantas. Centralizando las oficinas, haciendo algo así como una "ciudad de la administración" (a modo de las "ciudades de la justicia" que hay en algunas poblaciones) quizá se ahorraría en alquileres de oficina y en tiempo y dinero en desplazamientos.

· Suspensión de convocatorias artísticas durante tres años, con el consiguiente ahorro en premios, dinero gastado en galas, publicación de ganadores (tiradas que luego nadie lee y acaban en el contenedor de reciclaje), publicidad de la convocatoria, etc.

· Inspección escrupulosa de Hacienda de cada cargo entrante y saliente, y de sus familiares más próximos.

· Eliminación de cualquier regalo institucional (cestas de Navidad, etc.) o celebración durante tres años.

· Auditorías de calidad hechas por auditores externos que validarían el buen funcionamiento de la burocracia administrativa.

Bueno, estas serían mis medidas. Puede que sean infantiles, parciales o estúpidas, pero para eso tenéis aquí abajo los comentarios: para opinar.

26.4.11

25 años de la catástrofe nuclear de Chernobil

Por muchos S.T.A.L.K.E.R. jugados o discos de Der Blaue Reiter escuchados, no debemos olvidar que el accidente nuclear de Chernóbil en 1986 fue real: una tragedia devastadora de la que aún pagamos el precio. Se conmemoran hoy los 25 años de aquel triste día. En Ucranía hoy se recuerda a todos aquellos que murieron por la catástrofe, ya sea por las secuelas, o bien porque, como auténticos héroes, dieron su vida -acaso sin saberlo, o plenamente conscientes- intentando sellar la planta nuclear en las horas siguientes al desastre, en un ambiente totalmente envenenado por la radiación. Lo cuenta hoy ABC:

 Chernóbil, el mismo paisaje 25 años después
En el área comprendida dentro del radio de 30 kilómetros alrededor de la central de Chernóbil es como si aquel 26 de abril de 1986 se hubiera detenido el tiempo. El ejemplo más evidente lo constituye la ciudad de Prípiats, situada a tan sólo dos kilómetros del reactor que hizo explosión.
Allí vivían los trabajadores e ingenieros de la planta y su población llegó a alcanzar los 50.000 habitantes. Tuvieron que abandonar el lugar deprisa y corriendo al día siguiente del accidente, llevando consigo poco más que el documento de identidad y el cepillo de dientes.

Hace tres años, aquellas personas recibieron por primera vez permiso para visitar su antigua ciudad, pero a condición de no coger nada de lo poco que los saqueadores dejaron en sus viviendas. Todos los objetos continúan estando contaminados por la radiación.

Una ciudad fantasma

El aspecto que Prípiats ofrece hoy día es fantasmal. La hierba crece a través de las grietas abiertas en el asfalto y las ramas de los árboles envuelven las fachadas de las casas. La parafernalia comunista continúa intacta. “Cumpliremos las decisiones del XXVII Congreso del Partido Comunista de la URSS”, dice uno de los rótulos instalados sobre el edificio de la administración local.
En el interior de las casas hay centenares de mascarillas antigás, que se emplearon para evitar la inhalación de partículas radiactivas, y botellas vacías de vodka. Creían que la ingestión de alcohol mitigaba los efectos de la radiación. En los descansillos de las escaleras sigue habiendo muebles que los pobladores de Prípiats intentaron inútilmente acarrear consigo el día de la evacuación.
Dentro de la zona de exclusión se encuentra también el pueblo de Chernóbil, enclavado a 13 kilómetros al sureste de la central. Tras su “desactivación”, que incluyó una importante tala de árboles y la demolición de edificios enteros, alberga actualmente los laboratorios de distintas organizaciones encargadas de limpiar la zona y realizar labores de observación.

Permiso para volver

El área acotada tenía entonces 120.000 habitantes y comprendía cerca de 200 aldeas. La mayoría están deshabitadas y otras, las más contaminadas, sucumbieron bajo las palas de los bulldozer. Hay, sin embargo, unas cuantas familias, compuestas fundamentalmente por ancianos, que recibieron permiso para volver a sus casas. Son los únicos habitantes permanentes de la “zona de exclusión”. Sus nietos suelen pasar con ellos el verano sin temor a los efectos que la radiactividad pueda ejercer sobre el organismo de los menores.
La escasa presencia humana ha hecho que aumente el número de animales silvestres, lo que indica que la valla de delimitación está rota en algunos sitios. La principal novedad es que, desde 2008, cualquiera que lo desee puede ir a una agencia de viajes y comprar una excursión de un día para ver la central, el sarcófago que recubre el reactor 4, la ciudad de Prípiats y algunas de las aldeas con sus pintorescos moradores.


Coincidiendo con esta trágica efeméride, Glénat acaba de publicar el cómic Chernóbil - La zona, de Natacha Bustos y Francisco Sánchez. Un cómic quese asoma a los huecos de la intrahistoria para contarnos tres casos relacionados entre sí de personas que se vieron afectadas por la tragedia. Gente sencilla, humilde, con sus sueños y esperanzas, que sufrieron el silencio y las mentiras de la administración soviética y más tarde las consecuencias de la radiación. Un cómic que retrata desde lo vivido por los testimonios de la tragedia con toda su crudeza. Acompañan al cómic un anexo con algunos datos tomados como investigación previa que ponen los pelos de punta. Una buena lectura si queréis acercaros a este evento que ha marcado de forma indeleble la historia del siglo XX. Podéis visitar aquí la miniweb que Glénat ha creado para el cómic.


Enlaces interesantes:
*El Chernobyl real:
· El blog de Carl Montgomery, un australiano valiente (o algo loco) que se dedica a visitar sitios peligrosos: aquí podéis ver su sección dedicada a su viaje a Chernobyl y su FAQ.
· Video del susodicho Carl Montgomery en Chernobyl.
· La ciudad de Prypiat en Google Earth/Google Maps.
· Fotos de Prypiat de 2009.


*El Chernobyl de la ficción:

· La saga de videojuegos S.T.A.L.K.E.R., que tiene como telón de fondo la central de Chernobil y la Zona de exclusión, analizados en Cisne Negro:
· S.T.A.L.K.E.R.: Shadow of Chernobyl, el suave apocalipsis.

· S.T.A.L.K.E.R.: Clear Sky, tras la sombra de Chernobil.

· S.T.A.L.K.E.R.: Call of Pripyat, se cierra el círculo.



· Análisis del disco temático Nuclear Sun, dedicado a la catástrofe nuclear, de la banda española de dark ambient Der Blaue Reiter.
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