9.1.23

Cerrando 2022: los juegos de mesa

 

 

Quizá la única buena cifra (considerable) de 2022 en estos balances de ocio que hago aquí ha sido la de juegos de mesa: 668 partidas, que superan ampliamente las 511 anteriores. A ello ha contribuido, sobre todo, el poder abrir de nuevo el Aula de Juegos Immaculúdica del cole donde trabajo, y, al menos en la primera parte del año, gracias al horario ampliado del comedor debido al covid. De repente teníamos dos horas netas para jugar de lunes a jueves (excepto reuniones y otras cosas), y si a eso añadimos un grupito de 3º de ESO de gente muy guapa que me acompañó en todo lo que les propuse (euros, temáticos, rol...), no puedo sino estar agradecido. Este grupo ahora está en 4º y sólo me quedan 5 meses de disfrutarlos, así que espero que sigan queriendo compartir su tiempo conmigo. No saben el bien que me hacen.






Haciendo un comentario muy por encima de esta enorma lista, querría destacar algunos títulos. Uno de los títulos del año, sin duda, sería The Thing, el juego de roles ocultos que sacó este año GenX. Es una fiesta, muy temático, refleja muy bien la película y cuantos más jugadores, más divertido es. 


 

Dos juegos solitarios que he disfrutado porque me han creado una extraña sensación de paz y tranquilidad mientras los jugaba: The Mission (HQ en español) y Silent Victory (GMT). Gestionando la cristiandad o hundiendo barcos japoneses en el Pacífico, los dos me han resultado muy amenos. 

Un juego que me ha gustado y por el que me he interesado bastante por conocer la revolución norteamericana ha sido la serie Battles of American Revolution, con el tripack Guildford-Saratoga-Brandywine. No acabo de controlar las reglas del todo, pero estoy seguro de que, cuando vuelva, una vez leídos dos o tres libros sobre la época, aún me gustarán más. 


Tardó mucho en llegar, pero al final lo hizo: Dungeon Degenerates es un dungeon crawler con un estilo cafre-punk, dirección artística de cómic underground y paleta cromática para arrancarte los ojos. Muy interesante, con cientos y cientos de cartas de encuentros y enemigos, y con una rejugabilidad muy alta. No llega a ser rol (spóiler: ningún juego de mesa llegará nunca al nivel de jugar a rol de verdad), pero es muy divertido.


El año pasado ya destaqué The Lamps Are Going Out, y es que me gustan estos grandes estratégicos de la IGM, así que este año repetí con Imperial Tide, una especie de Senderos de gloria light, pero que sigue dando la impresión de jugar la IGM bastante bien. 

 

Otros juegos que me han gustado jugados durante este año: Lock Up, un euro con temática carcelaria-fantástica que pasó muy desapercibido y que es muy divertido, con más interacción entre jugadores de lo que suele ser habitual; Band of Brothers, un táctico que me gustaría introducir en el cole; El dilema del rey, un legacy que gustó en nuestro grupo a pesar de que aún no lo hemos terminado.

 


Los fiascos del año: Karak, El jurado, Saladdin, 303 Squadron, y mención aparte, Hellboy. Mi propósito era jugar los 6 casos de este juego estas navidades, pero creo que al terminar el tercero lo desmonté y volveré a él más adelante. Lo estoy jugando con la MinionD10 y a ella le gusta, pero a mí se me está haciendo muy repetitivo y limitado. Edge cometió un error al sacar el core básico y nada más. Si lo hubiera editado ahora, en esta euforia que vivimos, seguramente habría podido vender la edición KS con toda su mandanga o al menos vender las expansiones aparte. Pero el juego básico es muy muy limitado, y enseguida te cansas de matar a las putas ranas todo el rato. Es una pena, el juego tiene unos componentes de 10, los dados, las fichas, las minis... Pero le falta más variedad.  

 

Para 2023 me conformaría con llegar a los niveles de 2021, porque soy consciente que la cifra astronómica de este año ha sido fruto de un cúmulo de circunstancias que no creo que se repitan fácilmente. Una de las cosas que me gustaría poder hacer es jugar más en grupo y menos solo, e intentar profundizar aún más en los wargames en compañía. Tengo esa esperanza.

6.1.23

Cerrando 2022: la música

Compruebo con estupefacción que el año pasado no realicé mi balance musical de 2021. Bueno, de todas maneras no habría mucha diferencia entre el anterior de 2020 y el de 2022 que hoy publico, más para mí mismo que por nada más. 2022 ha sido un año que ha visto crecer el número de escuchas, pero año tras año mi cerebro de cuarentón se va anquilosando y reconfortándose en la música que ya conozco. Siempre he tenido una curiosidad natural hacia nuevas músicas -ahí están las reseñas mínimas que sigo sacando-, pero de nuevo el tiempo juega en contra de ir haciendo descubrimientos. Cuando uno no tiene tiempo, va a tiro fijo. Y por tanto, a lo que ya conoce y ama.

Los 60 álbums más escuchados en 2022:

Pocas sorpresas, exceptuando algún grupo de dungeon synth y un disco de Katatonia sobre el que no había profundizado.


Los grupos más escuchados este año son viejos conocidos.

Sin sorpresas: Katatonia, Gardel, Billie Holiday (que además, cuando hay pistas en las que canta con orquesta se indexan diferente, por lo que podría estar más arriba; idem del Coro del Monasterio de Silos o [The Lord Weird] Slough Feg), Tom Waits...

Álbumes destacados: Discorauged Ones, un "viejo" descubrimiento, porque era un álbum de Katatonia que no tenía controlado y me gustó mucho. De estos 16 más escuchados, quizá el más actual sea New Organon, que cumple muy bien como nuevo trabajo de Slough Feg.


Y no puedo decir mucho más: si en algún momento escucho algo, lo tenéis en mis Reseñas Mínimas que he reseñado bajo este tag. No creo que el 2023 corrija esta tendencia, así que sólo me queda anclarme en mis viejos vicios.


5.1.23

Reseñas extremas mínimas (XXVII)

Hace tiempo que tengo algunas reseñas colgadas a medio escribir, así que para no postergarlo más voy cerrando el artículo con lo que tengo escrito. Como siempre, AMG ha ayudado a encontrar nuevas músicas a las que prestar una oreja.

· I Am The Night - While The Goods Are Sleeping (2022). ¿Queréis embarcaros a un viaje a la nostalgia del buen black metal sinfónico de los 90? Este proyecto, de intuitivo título y miembros pasados y presentes de Omnium Gatherum, Insomnium, Abhorrence y Paradise Lost, es un homenaje clarísimo a las obras maestras que cimentaron la tercera ola de black metal, especialmente de Emperor y Dissection. Títulos tan evidentes como I am the night u Ode to the Nightsky (alguien comenta "sounds like 90s Ihsahn making a guest appearance on a bonus track for Storm of the Light's Bane", y no se me ocurre mejor descripción) nos indican ya las intenciones del grupo. Un ejercicio de nostalgia, pues, realizado de forma impecable. Como dicen en Last Rites, "I Am the Night really, really loves In the Nightside Eclipse, and they’re quite good at illustrating that point".
    
 
· Desmond Doom - Surf-Goth (EP) / B-Sides(2022). Otro viaje de nostalgia, en este caso al corazón del post-punk. En la línea de lo que hicieron en su momento She Wants Revenge y luego grupos como She Pasts Away, este Desmond doom recrea los sonidos ochenteros del gótico bailón de Sisters of Mercy. La propia banda describe su música como “Joy Division meets The Smiths in Eastern Europe”, supongo que por cuestiones de márketing y memeces de moderneo, porque aquí lo que suena son los ecos de la banda de Eldritch (vale, en Take Me Back sí que se reconoce la influencia de Ian Curtis). Efectivamente, escuchando el B-Sides, resuenan también los dejes de Joy Division e incluso de The Cure en Tears of Mothers. Una de las cosas que ma dan un poco de rabia es el no querer adscribirse a una corriente por cuestión de parecer moderno. ¿Cómo diferenciar un grupo que busca hacern una especie de relectura irónica de esta música y alguien que simplemente se suma al estilo porque es lo que le gusta y se siente parte de esa "tradición"? Ah, la posmodernidad.

2.1.23

Cerrando 2022: los libros

En Papel en Blanco he comentados los 6 o 7 libros que más me han gustado de las lecturas que he hecho durante este año (los cómics no cuentan, van en otra lista).

Como indico en el post y en el anterior de resumen, las lecturas este año han bajado a niveles mínimos (44 títulos), pero he disfrutado mucho de este puñado de títulos destacados (otros de LIJ van reseñados en Bebé a Mordor, y los cómics en su entrada particular). Espero que 2023 traiga, si no más número de lecturas, al menos el mismo goce de las pocas que haga.

 

1.1.23

Cerrando 2022: los posts

Este año he sentido que mi actividad había descendido claramente, sobre todo por el ritmo errático de publicaciones de reseñas en Ultima Hora, que han marcado mi poca escritura y por consiguiente publicación en Iconotropía y Papel en Blanco. En mi trabajo he aumentado la carga de horas y eso se ha notado: al no tener ningún día libre, no lo puedo dedicar a escribir como hacía antes. Otra de las cosas que he tenido que dejar un poco ha sido las colaboraciones con Bebé a Mordor. Pero si nos atenemos a los fríos números, los artículos han aumentado respecto a 2021, y eso ha sido por el cambio de rumbo (a positivo) que ha tenido Papel en Blanco. Este año 2022 se ha consolidado una nueva plantilla de redactores que ha aumentado el ritmo y la calidad de la web, con la aportación de hasta 4 colaboradores más. Por otra parte, a cambio de dejar más abandonados Iconotropía y el mundo del cómic y el cajón de sastre que es Cisne Negro en el último lustro, me he enfocado más en mi interés por la Historia, los conflictos bélicos y los wargames en El Desafío de las Águilas.

Resumen
Papel en Blanco:   71 (cuenta común), 23 (usuario propio) = 94, mejor que el año pasado (73 posts), pero lejos de los 127 de 2020.

Iconotropía: 21 
Cisne Negro: 11
Immaculúdica: 7

Bebé a Mordor: 6

El Desafío de las Águilas: 13

Total: la cifra sorprendentemente aumenta respecto al año pasado: 152; en 2021 fue de 139; mientras que en 2020 fueron 209 y, o tempora o mores, 393 entradas en 2018.

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