[Fuente: Awesome bookish charis @ Bookriot ]
23.6.13
Decadentes sillas librescas
[Fuente: Awesome bookish charis @ Bookriot ]

9.4.13
Una 'Casa de tolerancia' poco interesante
Por detrás de todo ello, hay una insinuación de narrativa, cuando sabemos que a la madame le quieren cerrar la casa de citas. La película termina con una coda, totalmente innecesaria, en la que vemos a las chicas de hoy que hacen la calle, como diciéndonos: en aquella época, aquella prostitución al menos amparaba un poco a las mujeres que la ejercían, y hoy están más marginadas que nunca.
La cinta tiene algunos hallazgos interesantes, como el uso anacrónico de la música dentro de la historia, o algunos cortes en los que la pantalla se divide en cuatro para ver simultáneamente lo que están haciendo cuatro chicas, pero más allá de eso, y de lo dicho anteriormente, la cinta no tiene mucho más que ofrecer. Me recordó un poco a la fallida Klimt, donde de nuevo el único aliciente fue la perspectiva de ver cuerpos femeninos en el contexto finisecular. Vedla bajo vuestra propia cuenta y riesgo.

1.2.13
'Esperando el alba', de William Boyd: amor y espionaje en la Europa de preguerra
[Tenéis la reseña completa en Papel en Blanco]

23.12.12
Feliz Navidad

1.10.12
Arsenio Lupin, detective
Conan Doyle había leído a Poe y a Gaboriau, creadores de los detectives Arsenio Lupin y del inspector Lecoq respectivamente.

28.9.12
El día en que Edison filmó a Mark Twain

15.9.12
Distopías de fin de siglo, serie de posts en Papel en Blanco
El primer post está dedicado a una de las obras menos conocidas y más pesimistas de Julio Verne: El eterno Adán, una de sus últimas novelas y que algunos expertos creen que no llegó a redactar él, sino su hijo. Tenéis el texto completo aquí.
La serie de posts es ésta:
· Distopías de fin de siglo (I): 'El eterno Adán', el legado crepuscular de Julio Verne
· Distopías de fin de siglo (II): 'Vril, el poder de la raza venidera' de Edward Bulwer-Lytton
· Distopías de fin de siglo (III): 'La zona envenenada', el exterminio de la raza humana visto por Conan Doyle

1.3.12
El arte de la Metastazis

19.1.12
El arte de John Dyer Baizley

23.12.11
Feliz Navidad

12.10.11
El diablo de los ojos verdes, de Emilio Carrère
(...) Otros escritores han creado monstruos. Los que zahondan en las pocilgas de la sexualidad, los que analizan y exaltan las desviaciones y las perversidades del instinto, despiertan, vitalizan las larvas de las bajas lujurias, hórridas, viscosas, espeluznantes como las gárgolas que esculpió en piedra la gótica imaginería, esos grotescos seres. (...)

22.10.10
Arte finisecular en la música extrema (I): Doré
En la primera entrega de esta serie Arte finisecular en la música extrema repasaremos algunos de los grabados de Doré que han sido portadas de discos. No es un trabajo exhaustivo y sí una labor que he ido haciendo durante mucho tiempo, sin pretenderlo, hasta que he tenido una cantidad significativa. Habrá, seguramente, muchas más, pero tampoco quiero ser completista, simplemente mostrar lo que Doré ha dado de sí en las portadas de metal extremo.
Y es que Doré es uno de esos genios irrepetibles que supo en sus grabados encontrar una belleza que era clásica y a la vez perturbadora y moderna.









En la próxima entrega de esta serie veremos cómo otros grupos han usado obras de Millais, Waterhouse o Bilibin, entre otros, para poner en imágenes sus oscuros sonidos.

11.10.10
¡Leed, leed, Vampiros!

Hay dos estudios sobre la literatura vampírica que pueden considerarse imprescindibles para adentrarse en este género. Uno es el de Juan Antonio Molina Foix, en la edición de Cátedra del Drácula de Bram Stoker, y otro es el aquí incluido del Conde de Siruela. A lo largo de sus 32 páginas, se hace un exhaustivo análisis de la concepción del mito del vampiro, de sus raíces en el relato, de su morfología a través del tiempo, de su relación con los casos reales durante la Edad Media, y finalmente su reencarnación definitiva en la época romántica y la fijación de alguno de sus rasgos más característicos a partir de la obra clásica del irlandés Stoker.
La selección de los relatos es tan acertada como atractiva. Especialmente en los primeros relatos, donde se forja la imagen del vampiro por excelencia. En No despertéis a los muertos, de Johann Ludwig Tieck, un hombre pierde a su gran amor y se vuelve a casar algo más tarde. Pero no puede olvidar a su antigua novia y al encontrar una forma de devolverla a la vida, no lo duda. Pero es una mala idea: el ser fantasmagórico que vuelve de la tumba no es ya aquella que amó. Otro ejemplo: el clásico Lord Ruthven, protagonista de El vampiro de John Polidori, que ofrece ya la caracterización nobiliaria del chupasangres que más tarde tan popular se haría.
Más relatos, todos ellos auténticos clásicos de la literatura de vampiros: la Berenice de Poe, o La muerta enamorada de Théophile Gautier, ésta última heredera directa de la novela negra o gótica, protagonista de un relato donde tentará a un cándido seminarista; o un fragmento del Varney, el vampiro de J.M. Rymer y que, sin embargo, parece que ha caído hoy en día en el olvido.
Mención aparte merece la inclusión del cuento de Alexei Tolstói, primo de Leo, La familia del vurdalak. En él, el mito vampírico da un giro local que se aleja de la imagen que tenemos habitualmente. Nos presenta un relato ambientado en la Rusia profunda donde un diplomático visita un miserable pueblo en el que es atendido por una familia preocupada por la ausencia de su patriarca, que ha ido a cazar bandidos. Su temor es que vuelva convertido en vurdalak, una especie de vampiro que sólo se alimenta de su propia familia. El cuento tiene una fuerza inusitada y perturbadora; el carácter localista y oscuro sin duda hacen de él uno de los mejores de la antología.
La antología tiene, además, otros aciertos. Entre los textos incluidos encontramos uno de los poemas que Charles Baudelaire dedicó al tema en sus Flores del mal, la novela corta de Sheridan Le Fanu Carmilla, que llama la atención por su incipiente sensualidad lésbica; la siempre excelente aportación de M.R. James con El conde Magnus; el terriblemente perturbador cuento de Horacio Quiroga El almohadón de plumas-el más terrible de su narrativa, quiero insistir- o las aportaciones ya más modernas de autores importantes de género, como son August Derleth (el discípulo aventajado de Lovecraft) o Richard Matheson (autor de Soy leyenda). El más famoso de los vampiros está obviamente presente también: de Bram Stoker la antología ha optado por descartar un capítulo de la novela Drácula como hizo en su primera edición y opta por el relato inicial-precuela El invitado de Drácula, menos conocido e igualmente interesante.
Completan la antología los relatos de Francis Marion Crawford, Edward Frederick Benson y Robert Aickman y una bibliografía bastante completa.
En fin, una antología que debería tener todo buen lector y cualquier aficionado a este oscuro género de los chupasangres. ¡Que lo succionéis bien!

16.9.10
La herencia Valdemar o cómo ciscarse en Lovecraft y en el cine en general

Pobre Lovecraft, está claro que adaptarlo a la pantalla es muy complicado. Incluso películas que no tienen nada de lovecraftiano son más lovecraftianas que ésta. La original Alien, por ejemplo, donde el terror reside en lo desconocido y en lo que no vemos en la mayor parte de la película. En cambio, los films que han intentado reproducir el ominoso ambiente del escritor de Providence han fracasado estrepitosamente. De forma preventiva, claro, La herencia Valdemar se cubre las espaldas y dice que "está inspirado en el universo de Lovecraft" (bien, porque lo de Valdemar, como el lector habitual de Cisne Negro ya sabrá, es un guiño a Poe, no a Lovecraft). Advertidos de ello, vamos al lío, y ojo, con spoilers inmisericordes, porque está película no merece piedad.
La herencia Valdemar es una película que no hay por donde cogerla. Actuaciones de pena (¿qué pasa con la mayoría de los actores españoles, que no tienen ninguna credibilidad?), escenas y planos irrelevantes, personajes históricos usados de manera absurda (Aleister Crowley y Bram Stoker aparecen hablando perfecto español), un argumento que se revela finalmente como una historia dentro de una historia, y un final cobarde e irresoluto que nos remite a una segunda parte todavía por estrenar (y por el bien de todos, que así quede).
De los actores, destacan (por lo malo) las actuaciones de cartón piedra de Rodolfo Sancho o Jimmy Barnatán, cuyo limitado registro hace que parezca que su periodista es un personaje de Los Serrano disfrazado con un bigotillo y un traje de época. Tan sólo salvan la papeleta la veteranía de Eusebio Poncela o el tristemente fallecido Paul Naschy.
La trama maneja conceptos de la ghost story tradicional (casas antiguas, espectros deambulantes, aparición de fenómenos como el espiritismo y la psicoplastia) y los mezcla con invocaciones monstruosas (de ahí el tema lovecraftiano). Otros referentes que cantan un poco (al menos yo veo ecos de otras obras en ellos) son, por ejemplo, un matrimonio a cargo de una especie de orfanato en una mansión victoriana (mmm...), un tío raro que colecciona insectos, no para comérselos al estilo Renfield, sino para fumárselos (?), o esos personajes reales -Crowley, Stoker y demás miembros de la Golden Dawn- apareciendo y hablando castellano tan tranquilos. El punto lovecraftiano lo aportan referencias apenas mínimas como "la invocación Dunwich", el bastón cthulhuideo de Eusebio Poncela, o el uso de portales interdimensionales para convocar a criaturas que no deberían ser nombradas.
Lo más increíble llega al final cuando uno se pregunta qué está pasando, porque ha pasado más de una hora y media y sólo nos han contado la historia-dentro-de-la-historia, y entonces, va, ¡y la película acaba! Efectivamente, la resolución de la trama principal nos la dejan para La herencia Valdemar II. Mi cara cuando empezaron a desfilar los títulos de crédito era todo un poema, e imagino que la de quien pagara una entrada de cine para verla debió de ser aún más impagable.
En fin, una película nefasta, para olvidar. Que sí, que técnicamente está bien ejecutada, pero si miramos a cualquier otro aspecto, constituye un ejemplo de qué no hay que hacer en una película si no quieres fracasar estrepitosamente. Luego se habla de la calidad del cine español; yo intento no llevarme por prejuicios porque hay películas españolas y directores que me gustan mucho, pero esta cinta constituye todo un anti-ejemplo y es una de las razones por las que se sigue denostando el cine nacional. ¡Que no me espere el director para ver la secuela!

30.8.10
Arthur Conan Doyle, en televisión

26.8.10
Rubén Darío vs. Ola Ola
(Artículo publicado en Ultima Hora, 26-8-10)

21.7.10
La gorgona: el terror de la Hammer y el mundo clásico

También es de destacar que sea una de las pocas que apela a un mito clásico como fuente del horror (no digo nada que no se aprecie desde el mismo título del film). Normalmente, las películas de la Hammer giraban en torno a vampiros, hombres lobo y momias, pero ésta, cuyo terror proviene de una de las gorgonas, le da un punto diferente.
Quizá no es la mejor de las producciones de la Hammer. Reconozco que es lenta, apenas tiene un uso sensato del tempo narrativo, pero lo que fascina de ella, igual que el resto de cintas de esta productora británica, es la ambientación que consigue. La tétrica música, el mesmerizante canto de la gorgona, los saturados colores del Technicolor, los decorados de cartón piedra son parte insustituible de los atractivos de la película. Me gustan esos personajes misteriosos que la película sabe trazar, los maniquíes y los efectos especiales de pega que usa; ¡me encantan esos finales precipitados y de entrada de créditos fulgurante del final! Yo os la recomendaría, pero reconozco que la mayoría me la tiraría después por la cara... ¡No digáis que no os avisé!


6.6.10
Dos lecturas recomendadas

Lot
D'amagat,
quan no el veien les seves filles,
anava a veure l'estàtua,
ara que la vida
li semblava tan fada,
allà es passava el dia,
observant-la,
cercant la resposta
en l'últim gest,
en la darrera mirada;
interrogant-se
què era allò tan important
per girar-se
al darrer instant.
Que pagava la pena
de canviar-ho tot
pel tacte de la sal.



24.4.10
Un Bouguereau, vendido por un millón y medio de euros
'Cupido y Psique', vendido por más un millón y medio de euros
Es una de las tres únicas versiones en la que William Bouguereau los mostró como dos jóvenes adultos
EFE - Nueva York - 24/04/2010
La casa de subastas Sotheby's ha adjudicado en Nueva York por más de 2,2 millones de dólares (1,6 millones de euros) Cupido y Psique, la pintura del artista francés William Bouguereau en que ambos amantes son representados como adultos y a gran escala. La obra estaba valorada entre 1,8 y 2,2 millones de dólares (1,4 y 1,6 millones de euros) y finalmente se ha adjudicado por un total de 2.210.500 dólares (1,651 millones de euros), dentro de la puja que la casa de subastas dedicó en la Gran Manzana al arte europeo del siglo XIX y con la que ha recaudado en total más de 13,2 millones de dólares (986 millones de euros).Cupido y Psique (1899) es una de las tres únicas versiones en la que Bouguereau (1825-1905) mostró a Cupido y Psique como dos jóvenes adultos, ya que en otras pinturas el celebrado artista recurrió a niños o querubines para explicar el mito de la unión entre los dos amantes mitológicos. "Esta obra de Bouguereau personifica su maestría técnica, particularmente a la hora de presentar la forma humana, y Cupido y Psique aparecen como si fueran de carne y hueso, más que creadas con pintura y pincel", señalaron los expertos de Sotheby's al presentar las subasta.
Marcó la historia del arte francés y estadounidense
También del artista francés, quien tuvo en el amor un tema recurrente en su trayectoria y quien durante su carrera se inspiró habitualmente en la mitología grecorromana y sus divinidades, se ha vendido la obra Amour á l'affut (1890), valorada entre 600.000 y 800.000 dólares (448.000 y 597.000 euros), y por la que se han pagado finalmente 794.500 dólares (593.597 euros). Bouguereau fue uno de los principales representantes de la corriente academicista de la pintura que se desarrolló en Francia durante el siglo XIX y que estuvo marcada por el seguimiento de las normas clásicas establecidas por la Academia de Bellas Artes de París.
La subasta incluía además La hija del granjero (1887), una obra de la que fuera esposa del artista francés, la estadounidense Elizabeth Jane Gardner, y que superó su valor calculado entre 200.000 y 300.000 dólares (149.400 y 224.000 euros), al venderse por 494.500 dólares (369.000 euros).
"Es una obra que marcó un hito en la historia del arte francés y estadounidense, ya que documenta los largos y arduos esfuerzos de pintoras como Gardner, quienes aspiraron a disfrutar carreras profesionales dentro de una industria dominada por hombres en la Francia de mediados del siglo XIX", han señalado desde Sotheby's. Otra obra que ha conseguido un resultado millonario es Campamento en el Monte Sinaí (1842), del británico John Frederick Lewis (1804-1876) y realizada en acuarela, que se ha adjudicado por más de 1,8 millones de dólares (1,3 millones de euros) y ha superado así el valor que le había calculado la casa de subastas (1,5 millones de dólares, 1,1 millones de euros).
¡Quién tuviera ese dinero!

4.4.10
Aniversario de Isidore Ducasse, conde de Lautreamont

