Se me acumulan los discos que quería nombrar brevemente, aunque sólo sea como un recordatorio personal. Así que vamos al turrón. En esta ocasión, he de volver a agradecer al autor de The Inevitable Nose sus estimulantes reseñas musicales que han hecho que llegue a estos (u otros) discos. Puede que no coincidamos en alguna ocasión, pero su criterio y su forma de expresarlo es muy a tener en cuenta.
· The Order of Apollyon - The Flesh (2010). Un nuevo proyecto de miembros de Cradle of Filth, Akercocke y Aborted que consiste en un black/death metal arrollador y sin concesiones, rápido y brutal. Lo que llama la atención de The Order of Apollyon es que sus temas tienen una especie de trasfondo religioso, en la que se ha sustituido la adoración satánica típica por la de Dios. Vamos, que en su música es Dios el que representa al Mal. Lo dicho: un disco grabado por músicos con una gran experiencia en el metal extremo, y que suena como una apisonadora. Destacaré el tema Word, con una batería disparada y un ritmo que lleva al paroxismo. Podéis escuchar el disco en Spotify.
· The Ocean - Heliocentric (2010). Para nada habría pensado que un grupo como The Ocean, a los que vi tocar hace más de un año en su gira con Cynic y Opeth, y cuyo estilo era cercano al postmetal y al hardcore, se desmarcaran de toda su obra anterior y crearan este Heliocentric. Si alguien había oído su anterior Precambrian, se dará de bruces con este disco, porque prácticamente no tienen nada que ver- Para empezar, el vocalista. En el nuevo trabajo el grupo apuesta por las voces limpias de Loic Rossetti, aunque acertadamente también las combina ocasionalmente con algunos gritos herederos de la anterior trayectoria de la banda. En el disco, cuyo tema desde el título se anuncia en relación a las teorías del sistema solar, ahora predominan los sonidos progresivos, más jazz, quizá algo de postrock... Sin duda, toda una sorpresa de disco, que ha levantado una agria polémica entre los aficionados al grupo. Un disco para descubrir sin prejuicios sobre tendencias que deban seguir los grupos en sus carreras. Destacaré temas como Shamayim o The First Commandment of the Luminaries.
· Godsmack - The Oracle (2010). Se había hecho esperar el nuevo disco de Godsmack, después de que su anterior disco de estudio, el IV, databa de 2007 y pasó sin más pena que gloria. Ahora, la banda de Sully Erna edita este The Oracle, una entrega más de esta especie de grunge/nu metal que practica Godsmack. Quiero decir con esto que no hay variaciones en el trabajo de la banda: suena como siempre. Supongo que eso no tiene por qué ser malo; al fin y al cabo, como he leído por ahí, AC/DC lo llevan haciendo treinta años y nadie se ha quejado. Guitarras poderosas, riffs brutales, y la peculiar forma de arrastrar la voz que tiene Sully -influencia directa del difunto Layne Staley-... en fin, nada nuevo bajo el sol. ¿Bueno, pegadizo? Sí, si te gusta el estilo o el grupo. ¿Original? En absoluto. Me quedo con el tema Love-Hate-Sex-Pain.
· Barren Earth - Curse of the Red River (2010). Dejo para el final el disco que más me ha sorprendido. Barren Earth es un proyecto en el que están metidos algunos de los miembros formadores de Amorphis, amén de otros músicos de Swallow the Sun, Kreator y Moonsorrow. Se trata de un grupo de progressive death metal que se dio a conocer con el EP Our Twilight y que ahora ha editado su primer largo, Curse of the Red River. En las palabras del blog The Inevitable Nose,
"With Opeth sounding like Opeth while managing to sound utterly different with every release, Barren Earth sound like Opeth trying to not sound like Opeth."Quizá es una buena forma de definirlos, aunque eso no quiere decir que nos encontremos ante una nueva copia de la banda del señor Akerfeldt. A veces sonando de forma más progresiva, a veces con guturales plenamente death metal, con pasajes acústicos de gran belleza, con teclados que a veces recuerdan al folk metal de otros grupos nórdicos, Barren Earth ha conseguido una mezcla que los hace sonar diferente. Pero lo importante, como en el caso de los Apollyon, es el buen hacer de estos músicos. Canciones como Fornlorn Waves -con un regusto a los Amorphis de Tuonela palpable- o Flicker -con una introducción que parece sacada del My arms your hearse de Opeth- lo demuestran. Un discazo, la verdad. Este sí podéis escucharlo íntegramente en Spotify.
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