Sólo unas líneas para usar el blog como diario personal, como otras veces, y dejar algunas impresiones actuales. Estamos a principios de abril y termino las vacaciones de Semana Santa. Lo hago habiendo avanzado en algunas de las cosas que, normalmente, la semana laboral me impide proseguir. En esta semana y media he podido sentarme y, aún con la amenaza del "estás todo el día delante del ordenador" como una espada de Damocles encima de mí, he publicado diez entradas en Papel en Blanco, dejada una programada, he hecho difusión de los últimos quince días de publicación; he enviado dos páginas a Ultima Hora, esperando con ello retomar la periodicidad quincenal en el suplemento dominical; con ello, he recuperado también la publicación en Iconotropía como contenedor de mi trabajo divulgativo; he publicado en El Desafío de las Águilas; he limpiado los correos e intentado recuperar contactos; le he vuelto a dar un espaldarazo al proyecto de cómic; he avanzado un poco en el diseño de Que Pac Qui Deu; he hecho la declaración de la renta; he podido leer varias lecturas pendientes y entre eso y poder escribir, he aliviado algo la carga de la pila absurda de libros por leer que tengo. He cerrado un marzo de partidas bastante bueno, sobre todo en lo que respecta a wargames; he cumplido alguno de mis objetivos lúdicos para este año. He arreglado la ludoteca y la discoteca, y he purgado una caja de cartón grande de material que ya no quiero. He sacado los perros cada mañana a dar la "vuelta larga" para intentar, al menos, hacer algo de ejercicio. No he comprado, además, ningún juego en marzo, y se supone que este mes llegarán algunos. Me siento bien por el trabajo que he avanzado, y además me he sentido bien haciéndolo. Ojalá tuviéramos vidas en las que nos pudiéramos dedicar a aquello que nos gusta, nos llena y le da sentido a todo.
5.4.24
1.3.24
Reseñas extremas mínimas (XXIX)
15.1.24
The Black Metal Feeling
Rescato este pensamiento del twittero Erik Quill porque me parece muy interesante y con una verdad íntima muy destacable, sobre todo la primera parte, por cuanto yo también pienso que el black metal es "algo más" que música. Y creo que es la razón por la que se dice que no es un subgénero del metal sino un género aparte, o que es la última vanguardia artística. Me gustaría desarrollar más esta idea algún día.
2.1.24
Cerrando 2023: cómics
Y es que este año no he podido ni hacer las relecturas que me planteé en 2022, ni terminar grandes obras que tenía incompletas. El año anterior sí que tuvo una buena marca, aunque ya inferior a las cifras prepandemia (y pre-segunda hija, todo hay que decir).
No me atrevo a hacer vaticinios ni deseos para 2024 porque no tengo ni idea de por dónde irán los tiros. Me gustaría poder llegar a 100 títulos de nuevo, y en los primeros días de enero he empezado bien, con un título diario... Pero el problema de eso es que hay que reseñar o escribir enseguida sobre aquello que he leído, porque si se acumulan las lecturas hechas sin escribir, cada vez es más difícil hacerlo... Y eso es un problema.
Que 2024 traiga, de todas maneras, grandes lecturas que nos hagan vibrar como antaño.
1.1.24
Cerrando 2023: los libros
Este 2023 he leído 54 libros, diez más que en 2022 y que se queda muy cerca de la cifra de 2020, que fueron 53. Naturalmente, si alguien se maravilla por esta cifra, en la que no están incluidos los cómics, debo decir, para que quede constancia, que 15 de ellos eran de LIJ, y por tanto bastante breves, otros 8 de poesía y 4 bolsilibros.
Uno de los factores que contribuyó a que mi cifra se incrementara este año fue que descubrí que podía leer en el bus (en el que he ido al trabajo todo el año) sin marearme; de esta manera, pude completar hasta 10 del total en mis viajes (aproximadamente una hora y media cada día). He leído un poco de todo y he seguido escorándome hacia el ensayo histórico. Tenéis mis impresiones en las entradas de diario de lectura en este blog, y el balance de mejores lecturas, en este artículo de Papel en Blanco.