29.10.06

Novedades

· Ya está en la calle el último número de la revista literaria La bolsa de pipas, que incluye obras de Patricia Peláez, Luis Amezaga, Antonio Rigo y un servidor, entre muchos otros.

· El que sí saca libro es nuestro amigo y excelente escritor Juan Planas. Sus Pliegues ocultos ya están en la calle. Enhorabuena, compañero. Un imperdible de nuestro panorama...

· Mientras algunos blogueros y blogueras se van de paseo al Saló del Manga de L´Hospitalet, los que nos quedamos en casa tenemos el consuelo de que podemos comprar aquí mismo la edición que Glénat saca de Musculman, ese ídolo de infancia de todos los que veíamos los dibujos de TV3 en los 90...

· Para el que no pase mucho por Iconotropía (lo cual, por otra parte, es perfectamente comprensible), he de decir que ya hay nueva entrega de mi cutrecómic Vida de un pato gris.

· No por no anunciarlo aquí no quiere decir que las tiras de El joven Lovecraft no sigan adelante. Pero últimamente me pareció que era un poco saturar a la gente anunciando cada lunes que había nueva tira disponible. En todo caso, las aventuras de Lovie siguen en marcha, y desde hace casi dos semanas, los personajes se embarcan en un viaje que les llevará a conocer a un gran escritor americano...

26.10.06

Discurso de Paul Auster durante el premio Príncipe de Asturias de las Letras

Discurso de Paul Auster durante el premio Príncipe de Asturias de las Letras

No sé por qué me dedico a esto. Si lo supiera, probablemente no tendría necesidad de hacerlo. Lo único que puedo decir, y de eso estoy completamente seguro, es que he sentido tal necesidad desde los primeros tiempos de mi adolescencia. Me refiero a escribir, y en especial a la escritura como medio para narrar historias, relatos imaginarios que nunca han sucedido en eso que denominamos mundo real. Sin duda es una extraña manera de pasarse la vida: encerrado en una habitación con la pluma en la mano, hora tras hora, día tras día, año tras año, esforzándose por llenar unas cuartillas de palabras con objeto de dar vida a lo que no existe?, salvo en la propia imaginación. ¿Y por qué se empeñaría alguien en hacer una cosa así? La única respuesta que se me ha ocurrido alguna vez es la siguiente: porque no tiene más remedio, porque no puede hacer otra cosa.


Esa necesidad de hacer, de crear, de inventar es sin duda un impulso humano fundamental. Pero ¿con qué objeto? ¿Qué sentido tiene el arte, y en particular el arte de narrar, en lo que llamamos mundo real? Ninguno que se me ocurra; al menos desde el punto de vista práctico. Un libro nunca ha alimentado el estómago de un niño hambriento. Un libro nunca ha impedido que la bala penetre en el cuerpo de la víctima. Un libro nunca ha evitado que una bomba caiga sobre civiles inocentes en el fragor de una guerra. Hay quien cree que una apreciación entusiasta del arte puede hacernos realmente mejores: más justos, más decentes, más sensibles, más comprensivos. Y quizá sea cierto; en algunos casos, raros y aislados. Pero no olvidemos que Hitler empezó siendo artista. Los tiranos y dictadores leen novelas. Los asesinos leen literatura en la cárcel. ¿Y quién puede decir que no disfrutan de los libros tanto como el que más?

En otras palabras, el arte es inútil, al menos comparado con, digamos, el trabajo de un fontanero, un médico o un maquinista. Pero ¿qué tiene de malo la inutilidad? ¿Acaso la falta de sentido práctico supone que los libros, los cuadros y los cuartetos de cuerda son una pura y simple pérdida de tiempo? Muchos lo creen. Pero yo sostengo que el valor del arte reside en su misma inutilidad; que la creación de una obra de arte es lo que nos distingue de las demás criaturas que pueblan este planeta, y lo que nos define, en lo esencial, como seres humanos. Hacer algo por puro placer, por la gracia de hacerlo. Piénsese en el esfuerzo que supone, en las largas horas de práctica y disciplina que se necesitan para ser un consumado pianista o bailarín. Todo ese trabajo y sufrimiento, los sacrificios realizados para lograr algo que es total y absolutamente? inútil.

La narrativa, sin embargo, se halla en una esfera un tanto diferente de las demás artes. Su medio es el lenguaje, y el lenguaje es algo que compartimos con los demás, común a todos nosotros. En cuanto aprendemos a hablar, empezamos a sentir avidez por los relatos. Los que seamos capaces de rememorar nuestra infancia recordaremos el ansia con que saboreábamos el cuento que nos contaban en la cama, el momento en que nuestro padre, o nuestra madre, se sentaba en la penumbra junto a nosotros con un libro y nos leía un cuento de hadas. Los que somos padres no tendremos dificultad en evocar la embelesada atención en los ojos de nuestros hijos cuando les leíamos un cuento. ¿A qué se debe ese ferviente deseo de escuchar? Los cuentos de hadas suelen ser crueles y violentos, describen decapitaciones, canibalismo, transformaciones grotescas y encantamientos maléficos. Cualquiera pensaría que esos elementos llenarían de espanto a un crío; pero lo que el niño experimenta a través de esos cuentos es precisamente un encuentro fortuito con sus propios miedos y angustias interiores, en un entorno en el que está perfectamente a salvo y protegido. Tal es la magia de los relatos: pueden transportarnos a las profundidades del infierno, pero en realidad son inofensivos.

Nos hacemos mayores, pero no cambiamos. Nos volvemos más refinados, pero en el fondo seguimos siendo como cuando éramos pequeños, criaturas que esperan ansiosamente que les cuenten otra historia, y la siguiente, y otra más. Durante años, en todos los países del mundo occidental, se han publicado numerosos artículos que lamentan el hecho de que se leen cada vez menos libros, de que hemos entrado en lo que algunos llaman la ?era posliteraria?. Puede que sea cierto, pero de todos modos no ha disminuido por eso la universal avidez por el relato. Al fin y al cabo, la novela no es el único venero de historias. El cine, la televisión y hasta los tebeos producen obras de ficción en cantidades industriales, y el público continúa tragándoselas con gran pasión. Ello se debe a la necesidad de historias que tiene el ser humano. Las necesita casi tanto como el comer, y sea cual sea la forma en que se presenten ?en la página impresa o en la pantalla de televisión?, resultaría imposible imaginar la vida sin ellas.

De todos modos, en lo que respecta al estado de la novela, al futuro de la novela, me siento bastante optimista. Hablar de cantidad no sirve de nada cuando nos referimos a los libros; porque no hay más que un lector, sólo un lector en todas y cada una de las veces. Lo que explica el particular influjo de la novela, y por qué, en mi opinión, nunca desaparecerá como forma literaria. La novela es una colaboración a partes iguales entre el escritor y el lector, y constituye el único lugar del mundo donde dos extraños pueden encontrarse en condiciones de absoluta intimidad. Me he pasado la vida entablando conversación con gente que nunca he visto, con personas que jamás conoceré, y así espero seguir hasta el día en que exhale mi último aliento.

Nunca he querido trabajar en otra cosa.

17.10.06

Historietas en Balears


Hoy se inaugura en el Espai Ramon Llull de Palma de Mallorca (C/ Calle Ramon Llull, 3) la exposición: HISTORIETES. El còmic a les Illes Balears. Esta exposición, que itinerará durante mas de un año por las Islas Baleares, Barcelona y Gijón, reúne cerca de 200 originales de 34 autores nacidos o ligados con las baleares. La lista es de infarto: Benejam, Nené Estivill, Luis Bermejo, Joan Escandell, Tatum, Pere Joan, Max, Rafel Vaquer, Tomeu Seguí, Diego Ibáñez, Zaca, Yeti, Tomeu Matamalas, Jaume Ramis, Marcos Mateu, Juan Moreno, Gabi Beltrán, Paco Díaz, Linhart, Álex Fito, Pau, Macoll, Jaume Balaguer, Canizales, Sònia Pulido, Bonobo, Carmona, Guillermo Sanna, Miquel Jaume Ribes, Dani Martín; Maria Piña, Tomeu Morey y Guillem March (que como recordaréis han colaborado en Cisne Negro), y Bartolo Torres (o para decirlo más claro, El Hombre Que Pía, el artista de El joven Lovecraft). Se ha editado además un catálogo de 312 páginas, en color, que recoge el material expuesto. No os lo perdáis. Yo intentaré estar ahí.

7.10.06

Novedades

Novedades:

· Ya está casi pasándose el número 14 de Paisajes Eléctricos, donde podéis leer mi reseña del último trabajo de Luca Turilli.

· La revista mexicana Sin Presupuesto llega ya al número 9, con una pequeña aportación deun servidor en forma de cómic (eso sí, en la versión en pdf no ha quedado muy bien). Se puede descargar aquí.

· He empezado a convertir los antiguos números de Cisne Negro en papel a versión pdf: de momento, tenéis a vuestra disposición en número 5, aunque con algún error en el artículo a doble página central sobre mitología. Colaboran en él Juan Planas, Edwin Daniel, Maria Pinya, Paz Juan y Nadal Suau, entre otros. Se puede descargar aquí.

· Todo esto, para anunciar también que el número 6 de Cisne Negro en papel ya está disponible y que en breve procederé a su difusión, lo que aún no sé es si habrá presentación pública (con un "julio" en la portada, me temo que no). Este número es quizá el mejor de los que hemos hecho hasta ahora.
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