Si sois habituales de Cisne Negro ya sabréis quién es Edward Gorey y la devoción que sentimos por él. Recientemente la editorial Libros del Zorro Rojo está reeditando las obras del genial autor norteamericano en su formato original, es decir, en pequeños libros de tapa dura con una historia cada uno. Ya lo hizo hace unos meses con La bicicleta epipléjica y La niña desdichada, y ahora nos ofrece un bonito cofre titulado La fábrica de vinagre, que contiene los libros de Los pequeños macabros, El ala oeste y El dios de los insectos.
La fábrica de vinagre contiene tres de las obras más representativas de Gorey, pero quiero destacar especialmente dos de ellas. Por un lugar, la conocida The Gashlycrumb Tinies, un macabro abecedario a base de inquietantes muertes infantiles, y la que para mí es una de las mejores y más intranquilizantes obras de nuestro autor, The West Wing. Esta obra, sin palabras, es una serie de ilustraciones de una misteriosa casa. Algunos de sus dibujos transmiten una soledad y un desasosiego terribles, que se plasman en habitaciones vacías, con el papel de la pared desgajándose, con personajes sacados de su contexto... Gorey es a veces explícito, pero la mayor de las veces su fuerza radica en los pequeños detalles, en lo que no se dice pero se insinua: una sombra saliendo del plano, una puerta a punto de abrirse...
El cofre se completa con un pequeño libreto donde hay una semblanza del artista, una pequeña reseña de la obra a cargo de Marcil Souto, y un breve lapidario de frases de Gorey.
En definitiva, La fábrica de vinagre es una obra de arte exquisitamente editada que no podéis dejar pasar. Os recomiendo que os hagáis con ella fervientemente.
5 opiniones:
Pedido está para navidad.. ayer precisamente pasé pòr Panta Rhei y tenían montada una mini exposición con ilustraciones del alfabeto de los niños.. un caramelo de capricho :).
¡Saludos!
A Gorey lo descubrí hace años en una edición que ilustró él del "Old Possum's Book on Practical Cats", de Eliot. Me impactó tanto que años después, al ver el Amphigorey editado por Valdemar, me lo compré sin dudarlo.
Sin embargo, y a pesar de que su dibujo me resulta fascinante, creo que no volvería a comprar nada "escrito" por él. Efectivamente, fue un creador radicalmente pesimista, macabro y que, personalmente, me deja el cuerpo hecho polvo al terminar de leerlo. Es una reacción personal, desde luego: si el lector es capaz de abstraerse de ello, lo recomiendo sin dudarlo, pero yo dejé de leerlo porque me deprimía ;-)
Un saludo.
Otis, en realidad tienes mucha razón, mal cuerpo deja casi siempre Gorey, sus historias van desde lo más surrealista a lo más macabro, y desde luego, siempre hay algo inquietante que las sobrevuela.
Precioso!
Tengo que hacerme con él enseguida.
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