11.8.11

Discos que adoro (VII): Emperor - Prometheus: The Discipline of Fire and Demise


Corre el año 2001 y Emperor se encuentra en el apogeo de su carrera. El grupo es considerado como uno de los pilares del black metal y sus discos han llevado al género a un nuevo estándar, sobre todo en lo que se refiere a la aportación sinfónica al crudo sonido del black que Emperor aportó. En el anterior IX Equilibrium (1999), Ihsahn empezaba a tomar el control total de la banda, encargándose de la mayor parte de la composición y letras de los álbums. Pero es en la última entrega de estudio de Emperor donde Ihsahn crearía la obra maestra que es Prometheus: The Discipline of Fire and Demise.
Y es que para este último disco de Emperor, Ihsahn se empleó a fondo; escribió todas las canciones, las letras e incluso interpretó diversos instrumentos. Aunque tomado casi como si fuese un proyecto propio (ya estaba embarcado en otros, como Peccatum o Thou Shalt Suffer), Ihsahn quiso que siguiera sonando a Emperor. Lo que nos ofrece es un tremendo disco de black metal, oscuro, lleno de confusión y dolor, y alejado de letras satánicas prototípicas del género. O al menos, en lo que se refiere a la parte más teatral de la pose habitual.
Porque Prometheus es también luciferino, pero por otras razones. No nos habla de adoraciones al diablo ni misas negras, nos habla, a través de la figura mitológica de Prometeo, de la Rebelión. Un tema con el que el Fin de siglo se sintió muy atraído, desde los tiempos del Romanticismo. Las figuras malditas, los marginados, los outsiders, los diferentes. Los que están fuera de la sociedad. A todos ellos retrata Lucifer, el Lucero de la Mañana, el que cayó en desgracia por rebelarse contra el sistema, por intentar controlar su propio destino. Prometeo es también una figura luciferina. Como Lucifer, es "el que trae la luz": roba el fuego a los dioses y lo lleva a los hombres. Ese fuego es el del conocimiento, el del destino, es la manzana mordida en el Paraíso. Si este disco tiene algo de satanista (en su faceta más individualista) es que habla de cortar los amarres que nos atan a los convencionalismos y a tomar las riendas de nuestro destino.

Lo que ofrece Prometheus es un disco sin concesiones. Desde su inicio, con The Eruption, que empieza con un clavicordio muy barroco y la voz susurrante que dice "… and after years in dark tunnels / He came to silence / There was nothing", y a partir de ahí se desata el caos absoluto. Sí, es dificil entrar en el disco, porque su complejidad abruma: las múltiples capas de sonido dejan al oyente confuso en su avalancha sonora, uno tarda mucho en hilar poco a poco las líneas de la teclado, la guitarra desquiciada, el brutal ritmo de la batería. Depraved, a continuación, tiene una introducción de pesadilla, que nos introduce en un mundo de sombras, hasta que llega a la parte central donde se unen de forma magistral el blast beat de la batería, el riff de sierra eléctrica y los arreglos orquestales de fondo. Empty va más allá y nos introduce en un mundo de absoluta pesadilla. Es la típica canción enfermiza que se te queda rondando en la cabeza cuando vas a dormir y no te puedes quitar de la cabeza. Dice de ella la reseña que cito más adelante "Su propósito es presentarnos la versión del alma torturada que en esta versión del clásico es Prometeo desde un principio. Vacío explota como una tormenta salvajemente ordenada, echa de elementos dodecafónicos y de timbres audaces. Todas las líneas forman parte de una sola pero no coinciden nunca. El armónico artificial de la guitarra es contestado por un trino de una flauta. Operáticamente Ihsahn denuncia: “Él es una carcasa vacía – corazón luciferino enfermo de guerra.  Otro de los grandes momentos del disco es In the wordless chamber. "Es el mundo de los hombres antes de Prometeo. Es nuestro mundo. La enfermedad del hombre se retuerce por la tierra sin sentido, agarrándose a ella como al vientre de la madre, clamando por una cura, por una salida. Es en este momento, viendo la desesperación y la esperanza del hombre, cuando Prometeo decide robar la sabiduría del fuego. Gran marco conceptual para la obra maestra que esta canción es. Pura poesía y violencia en la piel de un repentinamente wagneriano Ihsahn".
Prometheus no es un disco que vaya perdiendo fuelle a medida que pasan las canciones, sino todo lo contrario. En el álbum, la tensión va en aumento y cada canción es más dura que la anterior, más desesperada, más dolorosa. Lo vemos en He Who Sought the Fire, con ese arranque increíble (he de reconocer que tengo cierta debilidad por esas explosiones de pura maldad que muchas veces dan inicio a una canción en el black metal) o en la canción que cierra el disco, Thorns on my grave, que para mí es el epítome de la música extrema. Su primer minuto y medio son lo más terrorífico que he oído jamás en música: un apocalipsis sónico con una batería inhumana y una guitarra que parece arrancar la piel a tiras al oyente, hasta el momento que, desde las profundidades, Ihsahn exclama la última voluntad de Prometeo: "I hereby commit my body to the ground / sterilised and wrapped in plastic foil / being an object of this space and time / this body should remain concealed / for it holds every disease / ever exposed". Como dice la reseña que cito, "Este épico acto final es un pasaje oscuro y lleno de dolor. El black-death sinfónico inicial nos muestra gráficamente una melodía que parece recrear el pico del águila arrancando la carne del hígado de Prometeo. Cada vez más doloroso, cada vez más agudo. Eternamente. Como si de las últimas reflexiones de un dios de lo oscuro se tratara la música no pierde su seriedad en ningún instante, sirviendo de epitafio al ángel caído". 

Estamos ante un disco sumamente complejo, tanto en lo que se refiere a la composición musical como a las letras, y que es evidente que es difícil entrar. Sin embargo, y pese a su radicalidad, a mí me sirvió de plataforma de entrada en el black metal, y creo que de todos los discos que he escuchado de este genero, me quedo sin duda con éste. Quizá otros discos de Emperor sean más "trve", o más fieles al black metal original, pero lo que creo que hace éste especial es la magnífica pericia de Ihsahn como compositor, capaz de ensamblar sabiamente tantas y tan complejas piezas y dar como resultado este increíble disco, donde resuenan ecos de la música clásica, algo de metal progresivo, pero, sobre todo, black metal. Y, además, la capacidad de condensar en música toda esa oscuridad y malevolencia que destila el disco.
Todo lo que pueda haber dicho yo de este disco palidece ante el extenso artículo en tres páginas que apareció en Extreme Torture Souls, y que he citado aquí varias veces en cursiva, donde se disecciona a conciencia el disco y sus circunstancias, y que os recomiendo. Tanto este artículo, como el descubrimiento de Emperor e Ihsahn se lo debo a Maria Picassó, artistaza y amiga, la cual ha tenido la oportunidad de trabajar con/para el susodicho Ihsahn y su mujer. Hace relativamente, se reeditó la discografía de Emperor. La edición de Prometheus incluye una sobria caja de cartón donde encontramos el digipack con el cd (negro e imitando un vinilo), un desplegable con las letras y un libreto que reproduce una entrevista con el grupo publicada originalmente en Terrorizer Magazine. Si usáis Spotify, podéis escuchar el disco íntegramente aquí. También podéis ver el enfermizo vídeo oficial de Empty aquí.



Con anterioridad:
· I (años 70): Led Zeppelin - Physical Graffitti.
· II (años 80): Thin Lizzy - Thunder and Lightning.
· III (años 90): Alice in Chains - Dirt.
· IV (años 00): Therion - Deggial.
· V (años 90): The Gathering - How to Measure a Planet.
· VI  (años 90): Blind Guardian - Nightfall in Middle-Earth.
[Entrada programada]

2 opiniones:

maria dijo...

Standing ovation!!!

Una fita en la meva vida (musical i no musical) i el metall extrem en general. Escoltar-lo és emprendre un viatge i, sona a tòpic, però ja no pots tornar on estaves.

M'alegro molt d'haver-te fet arribar aquesta meravella (així com l'article de Extreme Tortured Souls) i, sobretot, que quallés i t'obrís portes a un món nou :D:D:D:D!!!

Molt bo!

Cisne Negro dijo...

Sí, efectivament. Ara, poc a poc, vaig fent-me enrere en la discografia d'Emperor, i poc a poc me va entrant (el IX Equilibrium és també molt bó), però els primers encara me pareixen massa crus.

I res, un altre pic gràcies per tot :D. (També me vaig comprar el The Thread de la Heidi).

Ara veurem què tal el nou del Mikael i el de l'Ihsan...

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