11.10.10

¡Leed, leed, Vampiros!

Tenemos que reconocerlo, los vampiros nunca habían estado tan de moda. En mayor medida, entre las adolescentes de medio planeta, claro, gracias a la saga crepuscular de Stephenie Meyer. Pero aunque haya sido ésta la espita que ha causado la explosión, no es la única: en la televisión, True Blood, Blood Ties, Moonlight, Crónicas Vampíricas, la triste imitación española No soy como tú... En cómic, DC-Vertigo se ha afañado en sacar American Vampire, un cómic que tiene como principal atractivo a Stephen King como coguionista. Incluso en Marvel han pensado en vampirizar a sus héroes más conocidos en uno de esos macro-crossover que no sólo buscan hacer caja. En literatura, en cambio, hemos podido disfrutar de la reedición de una auténtica joya. La editorial Atalanta ha reeditado la antología Vampiros, que apareció por primera vez en 1993 bajo el sello Siruela y que pretendía ser la más completa y documentada hasta el momento en español. Atalanta ha actualizado la edición, que ahora cuenta con una larga y muy interesante introducción de Jacobo Siruela, una extensa bibliografía, y tres cuentos nuevos respecto a los que se publicaron en la primera edición.

Hay dos estudios sobre la literatura vampírica que pueden considerarse imprescindibles para adentrarse en este género. Uno es el de Juan Antonio Molina Foix, en la edición de Cátedra del Drácula de Bram Stoker, y otro es el aquí incluido del Conde de Siruela. A lo largo de sus 32 páginas, se hace un exhaustivo análisis de la concepción del mito del vampiro, de sus raíces en el relato, de su morfología a través del tiempo, de su relación con los casos reales durante la Edad Media, y finalmente su reencarnación definitiva en la época romántica y la fijación de alguno de sus rasgos más característicos a partir de la obra clásica del irlandés Stoker.
La selección de los relatos es tan acertada como atractiva. Especialmente en los primeros relatos, donde se forja la imagen del vampiro por excelencia. En No despertéis a los muertos, de Johann Ludwig Tieck, un hombre pierde a su gran amor y se vuelve a casar algo más tarde. Pero no puede olvidar a su antigua novia y al encontrar una forma de devolverla a la vida, no lo duda. Pero es una mala idea: el ser fantasmagórico que vuelve de la tumba no es ya aquella que amó. Otro ejemplo: el clásico Lord Ruthven, protagonista de El vampiro de John Polidori, que ofrece ya la caracterización nobiliaria del chupasangres que más tarde tan popular se haría.
Más relatos, todos ellos auténticos clásicos de la literatura de vampiros: la Berenice de Poe, o La muerta enamorada de Théophile Gautier, ésta última heredera directa de la novela negra o gótica, protagonista de un relato donde tentará a un cándido seminarista; o un fragmento del Varney, el vampiro de J.M. Rymer y que, sin embargo, parece que ha caído hoy en día en el olvido.
Mención aparte merece la inclusión del cuento de Alexei Tolstói, primo de Leo, La familia del vurdalak. En él, el mito vampírico da un giro local que se aleja de la imagen que tenemos habitualmente. Nos presenta un relato ambientado en la Rusia profunda donde un diplomático visita un miserable pueblo en el que es atendido por una familia preocupada por la ausencia de su patriarca, que ha ido a cazar bandidos. Su temor es que vuelva convertido en vurdalak, una especie de vampiro que sólo se alimenta de su propia familia. El cuento tiene una fuerza inusitada y perturbadora; el carácter localista y oscuro sin duda hacen de él uno de los mejores de la antología.
La antología tiene, además, otros aciertos. Entre los textos incluidos encontramos uno de los poemas que Charles Baudelaire dedicó al tema en sus Flores del mal, la novela corta de Sheridan Le Fanu Carmilla, que llama la atención por su incipiente sensualidad lésbica; la siempre excelente aportación de M.R. James con El conde Magnus; el terriblemente perturbador cuento de Horacio Quiroga El almohadón de plumas-el más terrible de su narrativa, quiero insistir- o las aportaciones ya más modernas de autores importantes de género, como son August Derleth (el discípulo aventajado de Lovecraft) o Richard Matheson (autor de Soy leyenda). El más famoso de los vampiros está obviamente presente también: de Bram Stoker la antología ha optado por descartar un capítulo de la novela Drácula como hizo en su primera edición y opta por el relato inicial-precuela El invitado de Drácula, menos conocido e igualmente interesante.
Completan la antología los relatos de Francis Marion Crawford, Edward Frederick Benson y Robert Aickman y una bibliografía bastante completa.
En fin, una antología que debería tener todo buen lector y cualquier aficionado a este oscuro género de los chupasangres. ¡Que lo succionéis bien!

6 opiniones:

Alex G. dijo...

La tengo de hace unas semanas y es simplemente genial.

Alamut dijo...

Menos mal que sigue habiendo editoriales que se alejan del éxito editorial (comidafácil) y se arriesgan con cosas cuidadas, que demuestra su saber hacer y su cariño por la literatura de verdad.
Gracias por la recomendación

Ziscarras dijo...

¡Tiene muy buena pinta!

Cisne Negro dijo...

Os lo recomiendo vivamente. :)

Fistandantilus dijo...

Muy buen comentario, gracias por darnoslo a conocer.

Capitán Vanslyperken dijo...

Un gran libro, lo recomiendo.

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