23.9.11

El reto de los 30 libros: 3 - Uno que sea un placer culpable

En su momento no me pareció un placer culpable leer la saga de la Dragonlance, de Margaret Weiss y Tracy Hickman, concretamente los seis primeros libros, que son los que forman el esqueleto básico de todo el universo de Krynn, las Crónicas y las Leyendas. Eran unos tomos publicados por Timun Mas, en tapa dura, cuyas sobrias portadas -como podéis ver en la imagen- no daban mucho juego, al menos, no tanto como las vistosas que hacen ahora, con los dibujos de Larry Elmore. Me lancé a ellos por puro azar (en aquella época en la que no existía internet): los compraba en Pryca o Continente. Todavía recuerdo una sección de la revista Líder (magacine de cabecera para los roleros durante los años 90), La biblioteca de Ank-Morpokh, en la que advertía sobre los libros de narrativa con muchos diálogos, tildándolos de basura y de literatura fácil. En aquel momento no supe qué pensar de aquel artículo, si iba en serio o era irónico, pero advertí, con preocupación que Las crónicas de la Dragonlance contenían muchos diálogos. Durante muchos años le di vueltas a eso de que un buen libro era aquel que tenía pocos diálogos; ahora veo que es una estupidez supina. En ese momento, cuando me leí aquellos miles de páginas sobre los Héroes de la Lanza (¿quién no se sintió fascinado por Raistlin, aquel mago de pupilas en forma de reloj de arena? Durante muchos años, un poster con su figura adornó la puerta de mi habitación), me lo pasé genial, me divertí soberanamente con sus personajes y fue una de esas obras que me introdujo en todo el género de la literatura fantástica. Con los años he notado que esta saga ha sido denostada por su poca calidad literaria. Bien, vale, ciertamente Weiss y Hickman no eran Tolkien ni Moorcock, pero fue una lectura amena. Me llevaron de viaje por Krynn, conocí a los enanos gully, divisé la Torre de la Alta Hechicería, descubrí con ellos la Tumba de Huma... ¡Qué diablos, yo me lo pasé bien!

6 opiniones:

Vicent Torres dijo...

Totalmente de acuerdo con todo lo que has dicho, a esta saga siempre le han llovido críticas pero yo la disfruté y mucho. Aún me acuerdo de Tanis, Sturm, Caramon, Raistlin, Fizban, Tass...

Max dijo...

Nunca olvidaré la decapitación que hay en las primeras páginas de Crónicas. Aquello prometía ser la literatura lo que el cine de acción al cine en general.

De hecho, la obra al principio era la narración de las partidas de rol de los autores.

Además, Raistlin ejerció un hechizo sólo roto por Elric de Melniboné.

Áncora dijo...

Pues a mí no se me ocurrió verlos como culposos... en su día los iba sacando de la biblioteca y los saboreaba... Aún tengo guardada como oro en paño la caja con los libros de la historia de Reistlin (igual esos ya sí son para avergonzarse). Qué recuerdos...

Cisne Negro dijo...

Ancora, yo tampoco los vi así, lo que digo es que, posteriormente, han recibido muchos palos por considerárseles "fastfood literario".
Te he de confesar que yo también tengo esos libros de Raistlin que dices, aunque sólo he leído el primero...

AnnaRaven dijo...

XD
Mucho, muchísimo daño.
Ains... Raistlin! ... Ains! *deep sigh*

Ángel Luis Robles dijo...

Me gustaría saber por qué no son buena literatura, al margen de que sean o no divertidos y apasionantes. ¿Por qué si un crítico literario cogiera las leyendas o las crónicas diría que literariamente no son de calidad?

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