Documentándome para una colaboración sobre el mundo del cómic para la etapa de Educación Primaria, me encuentro con que las referencias a lecturas de tebeos recomendadas son prácticamente inexistentes. Es más, la mayoría de la bibliografía, no ya de lecturas, sino de monografías, artículos o propuestas didácticas sobre el tema tienen por lo menos 20 años. No hay apenas material existente que se dedique a introducir el cómic en el aula para usarlo como otro instrumento didáctico. Los libros de referencia están casi todos escritos en los 70, 80 y algunos de los 90 (bibliografías que hablan sobre el cómic ¡y fotovela! en el aula. Por Dios, ¿quién lee fotonovelas hoy en día? Hace como 30 años que pasaron de moda...). Las cosas han cambiado muchísimo desde entonces, y el panorama no tiene nada que ver con entonces. Los ejemplos, las lecturas que se usan son inverosímilmente anacrónicas. El desconocimiento del profesorado (y posiblemente de la mayoría de los alumnos) respecto del mundo del cómic es, por desgracia, enorme. Y para muestra, un botón: en el colegio donde trabaja mi pareja este año usan el mundo de los cómics como tema común para los diferentes proyectos que se llevan a cabo a lo largo del curso. Eso incluye trabajos de grupo, lecturas, visitas didácticas y tema de carnaval. ¿Qué personajes de cómic han elegido para disfrazarse algunos profesores? Bob Esponja. Capitán Trueno. Los Increíbles. Tintín. Buzzlight Year de Toy Story, entre otros (eso sí, más acertados: Superman, Charlie Brown...). Elecciones la mayoría que, o bien no tienen relación directa con el cómic, o bien son ejemplos de los vagos recuerdos que tienen los profesores sobre qué leían en su época. Es cierto que no tienen la culpa de no ser lectores habituales, porque es cierto, no tienen ninguna obligación de serlo. Con todo, no se aprecia ningún interés por saber qué puñetas leen los niños ahora (si es que leen): se explica así la inexplicable ausencia de personajes manga.
Es evidente que la brecha entre los lectores y el mundo del cómic hoy en día es cada vez más grande. Diversas causas hacen que ello sea así: la enorme competitividad de otras formas de ocio más rápidas y directas, los precios al alza, la casi total dedicación del mercado a un público adulto y pudiente, e incluso yo diría la pereza que hoy en día suscita incluso un cómic como lectura... Si queremos que la historieta sobreviva como medio es hora de ponerle remedio: de reintroducirlo en el aula, de recomendarlo como lectura (como lectura en el colegio, sí), de trabajar sobre sus materiales, de crear una bibliografía, de crear un cuerpo teórico y práctica para los profesores, de darle un prestigio que, de vez en cuando monigotes como Vicente Molina Foix -ese onvre- intentan arrebatarle, de, definitivamente, tomarlo en serio, porque muuuucha gente sigue, erre que erre, pensando que eso de los dibujitos con letras encima es un entretenimiento menor... Hoy por hoy el relevo generacional de lectores en mi opinión tiene un futuro bastante comprometido, y si no somos capaces de atraer a nuevos lectores, el cómic será cada vez más arrinconado y se convertirá en una momia del pasado que tuvo su gracia pero cuyo tiempo pasó. Y es algo que no podemos dejar que ocurra.
Es evidente que la brecha entre los lectores y el mundo del cómic hoy en día es cada vez más grande. Diversas causas hacen que ello sea así: la enorme competitividad de otras formas de ocio más rápidas y directas, los precios al alza, la casi total dedicación del mercado a un público adulto y pudiente, e incluso yo diría la pereza que hoy en día suscita incluso un cómic como lectura... Si queremos que la historieta sobreviva como medio es hora de ponerle remedio: de reintroducirlo en el aula, de recomendarlo como lectura (como lectura en el colegio, sí), de trabajar sobre sus materiales, de crear una bibliografía, de crear un cuerpo teórico y práctica para los profesores, de darle un prestigio que, de vez en cuando monigotes como Vicente Molina Foix -ese onvre- intentan arrebatarle, de, definitivamente, tomarlo en serio, porque muuuucha gente sigue, erre que erre, pensando que eso de los dibujitos con letras encima es un entretenimiento menor... Hoy por hoy el relevo generacional de lectores en mi opinión tiene un futuro bastante comprometido, y si no somos capaces de atraer a nuevos lectores, el cómic será cada vez más arrinconado y se convertirá en una momia del pasado que tuvo su gracia pero cuyo tiempo pasó. Y es algo que no podemos dejar que ocurra.
6 opiniones:
Pues te advierto que de "El capitán Trueno" ha salido un coleccionable en tapa dura la mar de majo.
Cuando escribes "reintroducirlo en el aula" entiendo que estás indicando que alguna vez estuvo introducido en ellas, pero no recuerdo yo que esto hubiera pasado nunca.
En una teórica asociación del cómic con la educación en los colegios, el desconocimiento casi absoluto del medio por parte de los profesores aportaría más daño que beneficios a los niños. Y si te soy sincero, prefiero que mi hijo siga leyendo a Baudelaire que no a Bob Esponja.
Justamente lo que comentas viví yo este verano en un ciclo de conferencias sobre el placer de la lectura en Guadalajara. Uno de los ponentes mencionó la importancia (qué paradoja) del cómic para la afición a la lectura desde temprano... y su mencionado más joven era Milú! el resto, para él, no era más que porquería. Los cruces de miradas de algunos asistentes (me incluyo) no tenían desperdicio... :D
Parece que algunos profesores están demasiado acomodados en sus cátedras para dejarse enseñar algo, por desgracia. Pero se puede intentar, que la empresa lo merece.
Ahí estaremos en la brecha.
¡Abrazos desde Madrid!
Sonja: ya no tengo edad para Capitán Trueno, la verdad...
MhBeyle: ya me entiendes... Me refería a que si alguna vez se hizo un esfuerzo por ello, fue hace como 20-30 años, que es de cuando datan la mayoría de materiales y bibliografía.
Rosalía: efectivamente. En muchos casos -posiblemente por la edad y el desapego- se da la circunstancia de que el profesor no tiene ni la más remota idea de qué puñetas leerán sus pupilos...
Confío en ti para remediarlo!! ;)
PD: Con lo q has comentado del ocio rápido he recordado a mi hermana y como me comentaba q leer libros le aburría.
Supongo q encontrar el libro q te marca o te llama es fundamental para afianzar la lectura a tan temprana edad... pero pasados los años y con más madurez comenzó a ser lectora ^^
Y no me rasgaré las vestiduras pq unos best-sellers adolescentes hayan ayudado a ello
Hombre, Rors, poco voy a poder hacer yo, pero pondré mi granito...
El gran problema del cómic para los nuevos lectores son las otras alternativas, que a priori parecen mucho más atractivas y -sobre todo- que necesitan menos esfuerzo. Como dices, yo creo que encontrar buenas lecturas iniciáticas es vital para que la afición surja. O ver un modelo en casa; yo creo que es importante, aunque sé que muchos buenos lectores no tuvieron ese ejemplo.
Hay mucho snobismo en cuanto a los best-seller o a una teórica diferenciación entre "alta literatura" y "baja literatura" (ya podemos imaginar en qué montón suelen estar considerados los cómics), donde "alta" es "buena" y "baja", "mala".
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