Poco que añadir a lo que ya he dicho en las entradas en Papel en Blanco (libros) e Iconotropía (cómic). Este pasado 2014 ha sido otro de los años en los que más he leído pese a todo. He llegado a la impresionante (para mí) cifra de 60 libros, igualando el año anterior. La cifra que ha crecido mucho ha sido la de cómics que ha pasado de 90 en 2013 a 140.
Sí, realmente ha sido un buen año de lecturas. Textos modernistas que he disfrutado mucho, como la edición completa de las Sonatas de Valle-Inclán, o la novelita La cópula de Salvador Rueda. Clásicos que había postergado demasiados años, como El señor de las moscas, El vigilant en el camp de sègol o Alfanhuí. Una biografía fascinante como la de Philip K. Dick en Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos; poemarios muy, muy buenos, como Monstruos y otros, de Josep Lluís Aguiló, Batec, de Maria Antònia Massanet, o Cuaderno de vacaciones de Luis Alberto de Cuenca. O relecturas como La casa de Bernarda Alba o el Tao Te King. Cada vez más lecturas en inglés; este año Teach like a pirate!, Mockingjay, el volumen 1 de la revista de estudios sobre black metal Helvete, The Giver...
Para 2015 ya tengo una pila gigantesca de libros por leer. Me gustaría profundizar en todas las lecturas juveniles que me han recomendado y que no he leído aún; tengo pendientes los dos tomos de la biografía de Lovecraft de Joshi, y libros de Santiago Sánchez, la Diosa Blanca de Graves, el Panteón de Sisí, Mio Sidi de Ricard Ibáñez, y muchos, muchos más... Todo eso, sin dejar de atender las novedades que me interesen para reseñarlas en Papel en Blanco.
De cómic ya hice mi selección en Iconotropía, pero hubo muchos títulos más. A principios de año, los dos primeros tomos del integral de Hellboy (ya me espera el tercero). Un manga que me gustó mucho: Thermae Romae, y sus cuatro últimos tomos. Aproveché para releer y completar la lectura de Astro City con la edición de nuevos tomos. Un gran descubrimiento del que todo el mundo hablaba: la serie Saga de Brian K. Vaughan. Dos Tezukas: La canción de Apolo y Alabaster. Reenganché la nueva etapa de Daredevil con Mark Waid de guionista. Por fin pude leer Miracleman, la obra "perdida" de Moore, y completé la lectura de Los Doce. Leí Planetary entera, pero no me llamó la atención. Hubo muy buenos cómics españoles como Las meninas, Fútbol, La casa azul, Inercia o Murderabilia. Hice maratón de Bastien Vives en mi viaje a Madrid pernoctando en casa del editor de Diábolo. Y el final de año trajo buenas lecturas como el Caballero Luna de Ellis o Unahistoria de Gipi.
Para 2015, me gustaría poder recuperar lecturas que nunca he podido terminar, como el From Hell de Moore, o Promethea. Completar Hellblazer y leerlo todo seguido también sería genial, pero mi colección tiene muchos huecos. Todo ello sin dejar de lado todo lo que el nuevo año traerá.
En fin, que ha sido un año estupendo de lecturas, y espero poder estar a la altura en 2015.
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