27.9.05

Sortes

Primero de todo os quiero pedir perdón porque miro el último mes de escritura de este blog y veo que no me dedico a escribir: simplemente os pongo la tira de los lunes, algún dibujillo, y nada más. Os pido perdón, pero últimamente no estoy muy inspirado para escribir aquí. Intentaré mejorarlo en la medida de lo posible.

Y hoy vamos con una curiosidad. Leyendo el fantástico libro de M.R. James, "Historias de fantasmas de un anticuario", (un escritor que maneja el tema de la ghost story de maravilla, y que encima, es otro de los que Lovecraft extrajo ideas a mansalva que luego serían parte de su refrito), me encuentro, dentro de la historia llamada "El fresno", de una mención a la sortes biblicae, un juego literario que consiste en abrir la Biblia por un punto al azar y leer el versículo que la suerte ha asignado a nuestro dedo. En la Antigüedad, estas sortes se emplearon no como juego, sino con fines oraculares, no sólo usando la Biblia, sino también a Homero o Virgilio (sortes homericae, virgilianae). Así el de Virgilio (Eneida, 6, 882) sobre Marcelo, "Si qua Pata aspera rumpas", fue aplicado a Alejandro Severo por el oráculo de Preneste, como recoge esta página. El caso es que suena interesante usar esa suerte como método oracular. Lo hemos intentado y estas tres han sido las que han aparecido. La verdad es que para ser encuentros azarosos, están muy bien y tienen muchas lecturas.

·Yavé asegura los pasos del hombre/ firmes son y en su marcha se deleita/ aunque caiga no quedará postrado. (Salmos 36, 23)

·En lugar del sacrificio puso la iniquidad, y tiró por tierra la verdad. Así lo hizo y tuvo éxito. (Daniel 8,12)

·Báquides, viendo que Alcimo había muerto, se volvió al rey, y Judea tuvo paz durante dos años. (I Macabeos, 9, 57)

Debería haber una sección así en los periódicos... Inducidos por el éxito de esta sortes, probamos suerte en la Ilíada:

·Héctor era el único que protegía Ilio./ Éste sonrió mirando al niño en silencio,/ y Andrómaca se detuvo cerca, derramando lágrimas. (Canto VI, 403)

·Jaso, a su vez, era jefe de los atenienses / y decíase ser hijo de Esfelo Bucólida. (Canto XV, 337)

·Hera, de blancos brazos, no dejó de notar que el hijo de Anquises / iba a través de los grupos de guerreros a enfrentarse al Pelida. (Canto XX, 112)

Un poco más críptica, eso sí, la homericae... Bien, quien quiera una consulta al oráculo Cisne Negro, que lo pida en comentarios y le daré su versículo...

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