Hemos llegado al final de julio y aunque no he hecho todo lo que quería, me alegra ver que he podido recuperar una especie de dinámica productiva. Aunque estamos arreglando cosas de casa en la planta baja, he podido leer bastante: llevo unos cuarenta cómics, y la lista de tebeos que tenía pendientes, algunos desde hacía años, está casi finiquitada (apenas me quedan cuatro títulos); en cuanto a libros, avanzo más lento, pero algo he leído. Sin duda, lo más difícil es siempre elegir el libro siguiente de entre tantos. He escrito mucho (casi cincuenta posts entre el Cisne e Iconotropía) y he avanzado en el guión de EJL3 y en otras cosillas. Ha sido un buen mes, me doy por satisfecho.
Una cosa que me llama la atención es esa especie de obligación de hacer cosas que uno parece tener en verano. Cuando llega, los compañeros te preguntan ¿qué harás?, ¿dónde irás? Y si respondes que a ninguna parte, que aprovecharás el verano para descansar y leer, te miran de forma rara, como si fueras tonto. ¿Qué hay de malo en no irse de viaje en verano? ¿No se puede uno quedar en casa y gozar de la tranquilidad que no has tenido en el resto del año? Bueno, yo es que tiendo a hacer vida monacal, es verdad... Pero vamos, que tampoco no lo veo tan malo, eso de quedarse en casa, y leer y leer y leer... Además, estando en Mallorca, ¿para qué irse al Caribe? A media hora de coche podemos ir a Es Dolç en la Colònia de Sant Jordi, una playa con unas aguas cristalinas dignas del paraíso... y con un libro, ya ni os digo.
Una cosa que me llama la atención es esa especie de obligación de hacer cosas que uno parece tener en verano. Cuando llega, los compañeros te preguntan ¿qué harás?, ¿dónde irás? Y si respondes que a ninguna parte, que aprovecharás el verano para descansar y leer, te miran de forma rara, como si fueras tonto. ¿Qué hay de malo en no irse de viaje en verano? ¿No se puede uno quedar en casa y gozar de la tranquilidad que no has tenido en el resto del año? Bueno, yo es que tiendo a hacer vida monacal, es verdad... Pero vamos, que tampoco no lo veo tan malo, eso de quedarse en casa, y leer y leer y leer... Además, estando en Mallorca, ¿para qué irse al Caribe? A media hora de coche podemos ir a Es Dolç en la Colònia de Sant Jordi, una playa con unas aguas cristalinas dignas del paraíso... y con un libro, ya ni os digo.