Este enlace lo podría haber puesto en el anterior post, pero he considerado que la reflexión que hace su autor podría dar más de sí que una breve referencia entre otros enlaces. En el blog The Inevitable Nose, bitácora de crítica musical que ya he citado alguna vez, su autor, Alex, se hace eco de la teoría de la larga cola en economía aplicada al mundo de la música. Mis conocimientos de teoría económica son nulos, y puede que mi inglés especializado sea regular, pero intentaré analizar lo que el post A long tail of a critical discrepancy explica.
Por lo que parece, afirma el autor,
Y aquí, se cita a William McPhee, que en su obra Teorías formales del comportamiento de masas (1963) notó que
A partir de aquí, Alex intenta comprobar si esta teoría puede darse en el apartado génerico de la música heavy, y para ello consulta varias fuentes para tener algunas estadísticas en las que apoyarse. Por ejemplo, cita los 15 discos de heavy metal más valorados de toda la historia según Rateyourmusic, y contrasta esa lista con la de bandas con más número de canciones escuchadas en last.fm. Las diferencias entre una y otra son sensibles (tenéis todas las tablas en el artículo original), y el autor se pregunta el por qué de esa diferencia. El resultado es que hay una discordancia entre lo que es más valorado y lo que realmente se escucha. Es más, en esa segunda lista están incluidas algunas bandas que en principio chirrían como las 20 más populares. Para saber por qué aparecen, Alex tiene que poner en juego más variables: el número de personas que escuchan cada banda, y un detalle importante, la duración media de las canciones de cada banda (en el mismo tiempo que uno escucha una canción de Opeth, puede escuchar siete de Misfits); hasta el punto de que el artículo hoy se ha ampliado con un post más. Por ejemplo, se pregunta cómo es que en el top de Last.fm la banda In Flames esté más arriba que un clásico como Iron Maiden, y la clave está en el número de veces que un fan de In Flames escucha a su banda: mucho más que lo que lo hace uno de los Maiden.
Al final parece que el autor de The Inevitable Nose no puede sacar más conclusión que la de que a los amantes del metal les gusta mucho su música y que finalmente las estadísticas logran filtrar el ruido que producen los oyentes esporádicos (casual listeners).
Yo tampoco sabría llegar a ninguna conclusión lapidaria. El problema de las listas y de las estadísticas es que nos ofrecen un panorama general pero que a veces es algo difuminado. Hay tantas variables que tener en cuenta (el origen de los sujetos que forman la estadística, etc.) que sólo pueden considerarse orientativas. Pero sí que valdría la pena plantearse si, más allá de los poquitos fenómenos raros que surgen en internet y se convierten en producto de masas, las nuevas tecnologías no acaban favoreciendo a los de siempre y si, como dice la teoría de la larga cola
De lo primero estoy seguro, no hace falta más que reparar en los anuncios de los politonos en la televisión o de nuevos lanzamientos musicales en Spotify. Son anuncios totalmente inútiles para mí, porque buscan a ese consumidor general con el que no comparto gustos. Ya me pueden intentar vender la melodía de Lady Gaga o el disco nuevo de Alain Pérez (WTF is this? Me lo acaba de sugerir Spotify), que es sumamente improbable que caiga. Puede que haya un mercado alternativo que se nutre de la acumulación de ventas menores, en ese mercado estaría -colijo- el lector/oyente con un criterio más amplio y exigente, que va buscando y probando nuevos grupos, nuevos estilos, nuevas propuestas. Tenemos la suerte de que ese mercado es lo suficientemente importante para mantener -de momento- una escena musical cada vez más desarrollada y que cada año, aparte de entregarnos centenares de disco que no hubiera hecho falta editarlos jamás, nos sorprende con alguna nueva obra maestra.
Por lo que parece, afirma el autor,
Music sales are showing a higher propensity to the more popular tracks/artists than they did 5 years ago. (...) What’s even more depressing is that there’s evidence in the movie and book worlds higher selling items often get better reviews, even when they suck.Así pues, a pesar de lo que ha supuesto internet para la difusión de nuevos productos culturales, la tendencia es que los productos ya conocidos, lo son aún más y centran más la atención de los medios que los menos conocidos.
Y aquí, se cita a William McPhee, que en su obra Teorías formales del comportamiento de masas (1963) notó que
A disproportionate share of the audience for a hit was made up of people who consumed few products of that type. (...) A lot of the people who read a bestselling novel, for example, do not read much other fiction. By contrast, the audience for an obscure novel is largely composed of people who read a lot. That means the least popular books are judged by people who have the highest standards, while the most popular are judged by people who literally do not know any better.Y se pone el ejemplo de que un lector norteamericano que apenas lee un libro al año tiene muchas posibilidades de que haya escogido el último best seller de Dan Brown como esa única lectura.
Como siempre, San Google no falla. Ésta es la primera imagen
que devuelve buscando "metal poser".
que devuelve buscando "metal poser".
A partir de aquí, Alex intenta comprobar si esta teoría puede darse en el apartado génerico de la música heavy, y para ello consulta varias fuentes para tener algunas estadísticas en las que apoyarse. Por ejemplo, cita los 15 discos de heavy metal más valorados de toda la historia según Rateyourmusic, y contrasta esa lista con la de bandas con más número de canciones escuchadas en last.fm. Las diferencias entre una y otra son sensibles (tenéis todas las tablas en el artículo original), y el autor se pregunta el por qué de esa diferencia. El resultado es que hay una discordancia entre lo que es más valorado y lo que realmente se escucha. Es más, en esa segunda lista están incluidas algunas bandas que en principio chirrían como las 20 más populares. Para saber por qué aparecen, Alex tiene que poner en juego más variables: el número de personas que escuchan cada banda, y un detalle importante, la duración media de las canciones de cada banda (en el mismo tiempo que uno escucha una canción de Opeth, puede escuchar siete de Misfits); hasta el punto de que el artículo hoy se ha ampliado con un post más. Por ejemplo, se pregunta cómo es que en el top de Last.fm la banda In Flames esté más arriba que un clásico como Iron Maiden, y la clave está en el número de veces que un fan de In Flames escucha a su banda: mucho más que lo que lo hace uno de los Maiden.
Sasha Grey es fan reconocida de los Misfits. Criterio de calidad,
imagen innecesaria, qué más da. Ella lo vale.
Quizá algún día publique el post que tengo pensado sobre ella.
imagen innecesaria, qué más da. Ella lo vale.
Quizá algún día publique el post que tengo pensado sobre ella.
Al final parece que el autor de The Inevitable Nose no puede sacar más conclusión que la de que a los amantes del metal les gusta mucho su música y que finalmente las estadísticas logran filtrar el ruido que producen los oyentes esporádicos (casual listeners).
Yo tampoco sabría llegar a ninguna conclusión lapidaria. El problema de las listas y de las estadísticas es que nos ofrecen un panorama general pero que a veces es algo difuminado. Hay tantas variables que tener en cuenta (el origen de los sujetos que forman la estadística, etc.) que sólo pueden considerarse orientativas. Pero sí que valdría la pena plantearse si, más allá de los poquitos fenómenos raros que surgen en internet y se convierten en producto de masas, las nuevas tecnologías no acaban favoreciendo a los de siempre y si, como dice la teoría de la larga cola
existen dos mercados: uno centrado en el alto rendimiento de pocos productos y otro, nuevo y todavía no familiar, basado en la suma o acumulación de todas las pequeñas ventas de muchos productos (Wikipedia)
3 opiniones:
Tras leer tu post yo sí que he llegado a una conclusión lapidaria, pero incluía a Sasha y muchas obscenidades, y no quiero ensuciarte el blog xDD
¡Exijo ese post sobre miss Grey, la vecinita de al lado en un mundo ideal!
Thanks for the analysis! There's more like it to come. I've been a little hesitant to draw conclusions because there's a bunch more data to look at and I think it needs to be taken as as a whole. On the other hand, I've seen all the data, and it's still pretty confusing! Let's see where it goes eh?
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