14.9.11

Discos que adoro (VIII): Dead Can Dance - Within the Realm of a Dying Sun

Las conjunciones musicales son muy raras. El hecho de que el azar uniera los destinos de dos genios como Paul McCartney y John Lennon es sólo un ejemplo de ello. No lo es menos el caso de Lisa Gerrard y Brendan Perry, juntos Dead Can Dance, una de las bandas más influyentes en multitud de campos. Desde un sonido más gótico en sus inicios, DCD se abrió a las musicalidades étnicas, que marcarían el devenir de la banda, y así, entre diferentes corrientes de un mismo río, nos entregaron Aion (de inspiración netamente medieval), The Serpent´s Egg (donde priman los sonidos orientalizantes) o Spiritchaser, que reivindica las músicas de África y América del Norte. Hay que reconocer que tanto Perry como Gerrard eran magníficos músicos y su unión sólo podía traducirse en un trabajo sublime: Dead Can Dance nos dejó en su discografía una obra maestra tras otra. Pero yo quería hablaros de una en particular. Se trata del espectacular Within the Realm of a Dying Sun, de 1987. En esos momentos, Brendan y Lisa empiezan a dejar atrás las señas del rock gótico que les pudieran haber identificado en sus primeros trabajos -algo que siempre ha sido muy discutido- y entregan en este disco un nuevo concepto de evocación ambiental en forma de música. Within the Realm of a Dying Sun es un disco para escuchar a oscuras y dejarse llevar por su atmósfera tenebrosa y mágica. La magnífica portada del álbum -una sobria fotografía en la que vemos la apesadumbrada estatua de  una tumba del cementerio parisino Pere Lachaise (concretamente del político Raspail, que, como ya comentamos, tiene una conexión con el grupo Arcana y su música)-, en la que tan siquiera figuran el nombre del grupo o del disco, no da lugar a confusión en el tipo de música que nos espera dentro. Es lo que esperaríamos del sello 4AD de aquella época, pero Dead Can Dance va más allá. Consigue, a través de los instrumentos más presentes, los vientos y el sintetizador, transportarnos a una atmósfera espectral, congelada en el tiempo, llena de ecos de fantasmas. No es ciertamente un disco alegre, pero tampoco diría que es triste o deprimente: más bien es melancólico, sentido, romántico en su sentido más histórico.
Sólo por la canción que abre el disco, la colosal Anywhere out of the world (título que, por cierto, es una cita de Baudelaire y que uso, como habréis visto, como subtítulo en el blog), con esas notas del teclado que reverberan en el aire y como, poco a poco, van trazando una atmósfera cada vez más amenazante, uno se hace la idea de por qué este disco es genial. Le sigue Windfall, una instrumental también de corte muy ambiental, que parece que nos transporta a un castillo encantado. Brendan, que canta toda la primera parte de este disco, está soberbio en las voces; su voz, profunda y rica en matices, es como el psicopompo que nos acompaña en este viaje al más allá. Personalmente, esta primera parte es la perfección hecha música. El  estilo de Brendan es el complemento ideal para las canciones de la segunda parte, donde el estilo de Lisa es más etéreo y místico, tomando elementos de la música antigua y de la étnica y usando lo que sería uno de sus rasgos más característicos: la glosolalia, como en Cantara. A Lisa quizá la conozcáis más que a Brendan porque su banda sonora en Gladiator fue celebrada, usada y copiada hasta la saciedad.
Within the Realm of a Dying Sun es un disco por el cual no pasan los años: sigue acogiendo al oyente en su velo espectral, y lo transporta a cualquier otro lugar fuera del mundo. Es muy difícil etiquetar la música de Dead Can Dance, primero porque se sale de las convenciones establecidas, y segundo porque fue cambiando mucho a lo largo de los años. Otros discos son también insuperables y realmente son para figurar en esta lista, como el Into the Labyrinth o el ya mencionado Spiritchaser, pero personalmente me quedo con éste. Terminaré con una cita que he leído en Sputnikmusic y que creo que resume perfectamente la esencia del disco: "Within the Realm of a Dying Sun is one of the most atmospheric albums of all time. The music is much like the ominous title and mysterious album cover: dark, haunting and eerie. While it may at first seem minimalist, there’s a lot going on beneath the surface."
Podéis escucharlo íntegro en Spotify. Aquí tenéis también la página de Last.fm del álbum.

Con anterioridad:
· I (años 70): Led Zeppelin - Physical Graffitti.
· II (años 80): Thin Lizzy - Thunder and Lightning.
· III (años 90): Alice in Chains - Dirt.
· IV (años 00): Therion - Deggial.
· V (años 90): The Gathering - How to Measure a Planet.
· VI  (años 90): Blind Guardian - Nightfall in Middle-Earth.
· VIII (años 00): Emperor - Prometheus: The Discipline of Fire and Demise.

3 opiniones:

Cisne Negro dijo...

Me parece hasta insultante que no hayáis comentado nada en esta entrada.

Anónimo dijo...

Hermano, ando incansablemente buscando material de Dead Can Dance, parece que alle un oasis aqui, y qu eno te hayan comentado nada igual parece obseno y degradante, pero a las buenas almas siempre las acompaña la soledad... Un gran saludo!

Anónimo dijo...

Cuando era un niño siempre tuve inquietud por escuchar algo diferente a lo que escuchaba allá por los años 80's en México. La primera vez que escuché el género Gótico fue Dead Can Dance,claro después el grupo incurcionó en otros géneros ritmos y ambientes. Escuché la mayor parte de sus obras pero el album Within The Realm Of Dyng Sun -algo así como,"En el reino del Ocaso"-fúe algo que me dejó asombrado,con matices melancólicos,sombrios,y oscuros sin ser rebuscados o pretenciosos todo en un perfecto equilibrio.Mi pieza favorita es Windfall;es como perderse en un bosque por la noche en las que nubes rasgadas por el vieto dejan pasar la luz tamiza de la Luna y escuchar como el viento mece las ramas de los árboles...pero no estás sólo... Este Albúm es mi favorito,muy ambiental lo he comparado con todos los trabajos de Nox Arcana y para mi ninguno le llega aún con sus ostentosos arreglos (ellos hace música ambiental/atmosférica)y es verdad su sonido es atemporal.Escucharlo mientras se conduce o camina por un camino solitario, mietras la luz muere es plenamente disfrutable.Saludos desde México

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