7.7.04

Long live rock´n´roll!

Una vez más, El Cultural (número del 1 al 7 de julio) se cubre de gloria en su línea habitual de cultura para las elites en su artículo "50 años de rock: la cultura clásica juzga su influencia" [oh, el artículo está online aquí], con lo que ellos consideran alta cultura mirando por encima del hombro al populacho. El artículo introductorio resulta medio decente, si olvidamos el error de escribir "King Krimson" y el hecho notoriamente infame de querer resumir la historia de 50 años de rock en 3 páginas acumulando grandes nombres de cara a la galería.

Y, sin embargo, en la sección donde "Diez personalidades del mundo clásico reflexionan (¡oh!) acerca de las aportaciones del rock (¡¡oh!!) a la Historia de la Música (¡¡¡oh!!!)", a pesar de los carcas de turno (J. López Cobos, director, dice "no creo que el rock haya venido a enriquecer el mundo de la música, sino que más bien ha supuesto un empobrecimiento") o el de jóvenes delfines con la lección bien aprendida (Pedro Haffter se sorprende de la variedad compositiva del rock "a partir de unos mecanismos técnicos tan rígidos y limitados"; sin duda este señor debería leer un poco más de poesía y no sorprenderse por estas nimiedades), sorprender ver opiniones mucho más lúcidas o, al menos, menos elitistas, como la de Luis Suñén, director de Scherzo, que sentencia con buen tino que "en el mundo de la llamada música culta se desprecia demasiado el rock, más desde la ignorancia que desde el conocimiento. Se le tilda de menor cuando mueve masas y de intrascendente cuando nos ha dejado canciones memorables, para escuchar sin tener que recurrir, otro tópico, a la indulgencia que permite algún recuerdo personal". Aquí Suñén pone el dedo en la llaga y señala a sus colegas que tienen que escudarse en ese fervor juvenil para aceptar que, en algún momento, disfrutaron del rock. Acaba diciendo: "ignorar su presencia y su importancia es, simplemente, mirar para otro lado".
La historia siempre se repite: se desprecia desde la ignorancia, pero no sólo desde el mundo de la música clásica (y el jazz) hacia el rock o la música popular, sino también al revés. Igual que hay carcas que creen que el rock no es más que ruido, también hay pobres infelices que ven en la clásica una música aburrida y obsoleta. Es la misma ignorancia, son los mismos prejuicios. Y nunca me cansaré de decirlo: se puede disfrutar tanto de "Il cimento dell´armonia e dell´invenzione" de Vivaldi o de las baladas de Chopin como del "Machine Head" de Deep Purple. Creo que hemos de destruir esa barrera por la que se considera "mejor" o con más categoría ciertos segmentos de la cultura reservados a unos pocos (sí, eso va en contra de mi pose finisecular, pero es que para disfrutar de nuestra época hemos de ser jánicos, camaleónicos). Yo vibro igual o más con Led Zeppelin, The Mamas & The Papas, The Beatles, Art Neville, Metallica, Jimi Hendrix, The Gathering, Queen, Therion, The Cure... y tantos otros (no me hagan hablar, ¡por dios!) que con los grandes pelucas de antaño. Haced caso al Pato Gris y escuchadlos a todos por igual, Me lo agradeceréis.

0 opiniones:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...