Pornógrafo ocasional

Como Quim Monzó, me confieso pornógrafo ocasional, al igual que la mayoría de hombres de nuestra sociedad. El género pornográfico tiene un extenso abanico de calidades -aunque el material narrativo no sea la envidia de otros-, que van desde lo más o menos sublime hasta lo increíblemente zafio. Esta madrugada, sobre las cinco, he encendido la televisión. En un canal donde normalmente una pitonisa saca los cuartos a los cuatro estúpidos que llaman a su línea de pago había ahora otra señal de emisión: la de un canal porno de cable. Tal como me indicó un amigo y bloguero -que dejaré en el anonimato por ahora, no sea cosa que se moleste-, la programación cambia por la noche. La escena no puede ser más cutre. Un hombre y una mujer, vestidos -aún- en una especie de aula. El diálogo surrealista, con un marcado acento no sé si alemán o español, es éste:
-Mujer: (señalando) You see my pussy?
-Hombre: Oh!
-Mujer: You can fuck?
-Hombre: Yeah!

Lo que me lleva a recordar otra escena de escaso gusto. Esta vez yo no había reparado en ese detalle; la verdad es que para eso las mujeres sois mejores. Estábamos viendo una escena mi novia y yo. Se trataba de un trío, dos hombres y una mujer. Muy americanos ellos, jovencitos (tendrían unos veinte y algo), con sus pantalones pesqueros, bambas, y gorra de beisbol en la cabeza. Ambos. Y aquello seguía y seguía, y se hacían de todo, y harta ya mi novia, me dice "¡Es que no se quitan las gorras ni para ir al baño!". Tenía razón. Igual que algunos hombres permanecen en calcetines durante toda la faena, aquellos dos hombrecitos se resistían a despojarse de su protector capilar. Escenas delirantes del porno...

[No es mi estilo, ya lo sé, pero es que uno no puede llevar siempre la misma línea, porque se hace cansino. Aprovecho este post, aunque no sea el mejor, para dar la bienvenida al nuevo fichaje blogueril, Emboscadura, que se ha puesto en marcha hace poco. Mi Cisne es superficial y triste a su lado. Hay otras dos novedades, busquen, comparen y si encuentran algo mejor, clíquenlo.]