Leo en el ABC un artículo en el que Benedicto XVI dice que en la sociedad predomina "el tener sobre el ser". Tendría razón este "onvre" si no fuera porque, a continuación, la noticia explica un poco más su parlamento y deja entrever lo hipócrita que puede llegar a ser el cabeza de la Iglesia Católica.
No me malinterpretéis. Conozco buena gente dentro de la Iglesia, gente que hace un gran trabajo de base, junto a la gente de la calle. Gente que no pretende comerle el coco a nadie, profesores de religión que no te dicen que ser un buen cristiano es ir a misa cada domingo. Sé que esa gente existe. Gente que tiene otra visión del cristianismo: una visión de amor al prójimo que no queda encerrada en ideologías carcas que tengan que ver con la moral sexual (porque, no lo neguemos: la moral católica se basa casi exclusivamente en decir qué está bien y qué está mal en cuestión de sexo). Mi crítica va a toda esa gentuza que forma la jerarquía y que vive alejada del mundo real, y cuyo ejemplo máximo es éste: el de un jefe de una religión que hace un discurso sobre la pobreza, cuando él y todo su séquito vive rodeado de cristianos lujos.
El Pontífice así lo manifestó ante unos 9.000 fieles que asistieron en el Aula Pablo VI del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, cuya catequesis dedicó a los órdenes mendicantes surgidas en el siglo XIII, en especial los franciscanos y los dominicos, fundadas por Francisco de Asís y Domingo de Guzmán. El Obispo de Roma dijo que esas órdenes surgieron para enfrentarse a los desafíos de la época que representaban movimientos, como los cátaros o los albigenses, que anhelando una vida cristiana más auténtica y denunciando el modo de vivir de sacerdotes y monjes, a los que acusaban de traicionar el Evangelio y no practicar la pobreza, acabaron alejándose de la comunión eclesial.La corrupción y el alejamiento del mensaje primitivo del cristianismo fue no sólo una de las causas de las apariciones de esas herejías, que pretendían volver a los orígenes, sino también la causa del desmembramiento de la Iglesia de ramas como el Protestantismo de Lutero. Es más, la Reforma inflamó toda Europa en el siglo XVI buscando esos orígenes. Suerte que:
Los franciscanos y los dominicos, señaló el Papa, demostraron con su vida sobria que es posible vivir la pobreza evangélica sin separarse de la Iglesia.Pero, mientras tanto, han pasado los siglos y las cosas siguen igual. Con la vida moderna se han dejado atrás las diferencias entre las órdenes mendicantes y las que no lo son, y mientras unos viven y trabajan la mar de cómodos en la ciudad-estado del Vaticano, los hay que por los mismos principios invierten su vida en el Tercer Mundo con una vocación auténtica de ayudar a los demás. No para hacerles creer en un dios de bata blanca y larga barba, sino porque está dentro de ellos ayudar y no pedir nada a cambio. Gente que no va a "evangelizar" como antes se iba a "enseñar a los negritos" o a los "pobres chinitos". Gente que gasta su vida por los demás mientras otros, desde su púlpito, celebran la santidad de la castidad (aunque luego, una vez bien casadas, las parejas se dediquen a procrear como conejos), cuando no son imputados por abuso de menores.
No me malinterpretéis. Conozco buena gente dentro de la Iglesia, gente que hace un gran trabajo de base, junto a la gente de la calle. Gente que no pretende comerle el coco a nadie, profesores de religión que no te dicen que ser un buen cristiano es ir a misa cada domingo. Sé que esa gente existe. Gente que tiene otra visión del cristianismo: una visión de amor al prójimo que no queda encerrada en ideologías carcas que tengan que ver con la moral sexual (porque, no lo neguemos: la moral católica se basa casi exclusivamente en decir qué está bien y qué está mal en cuestión de sexo). Mi crítica va a toda esa gentuza que forma la jerarquía y que vive alejada del mundo real, y cuyo ejemplo máximo es éste: el de un jefe de una religión que hace un discurso sobre la pobreza, cuando él y todo su séquito vive rodeado de cristianos lujos.
"También hoy, a pesar de vivir en una sociedad donde a menudo prevalece el tener sobre el ser, se es muy sensible a los ejemplos de pobreza y de solidaridad que los creyentes ofrecen con elecciones valientes", afirmó el Papa.¿Quién es muy sensible a los ejemplos de pobreza? ¿Tú? ¿Toda la Curia Romana? ¿O los mismos pobres tienen que ser los que se congratulen de su pobreza?
Benedicto XVI aseguró que el mundo escucha "con mucho gusto" a los maestros cuando éstos dan ejemplo y que por ello para difundir el Evangelio hay que dar ejemplo de los que se anuncia, "ser espejos de la caridad divina".Efectivamente: dos ejemplos de ello son Ghandi o la madre Teresa de Calcuta. Personas que no se limitaron a predicar sino que actuaron. Que estuvieron de parte de los más necesitados. Modelos que no tienen nada que ver con las vetustas jerarquías que lastran a la Iglesia. ¿Qué ejemplos tenemos hoy de esto? Ninguno. O al menos, no nos llegan. El de Vicenç Ferrer es el único que se me ocurre como auténtico modelo cristiano actual.
El Papa Ratzinger agregó que la aparición de las órdenes mendicantes es la prueba concreta de como los santos son los auténticos reformadores de la Iglesia, capaces de promover una renovación eclesial estable y profunda.Así que, por favor, Papa Ratzinger, aplícate el cuento y deja de vivir en tu mundo imaginario donde los pobres son una entelequia, donde no existe el sida y los homosexuales son enfermos que hay que curar. En la vida real hay cosas más importantes que preocuparse que hacen los demás con sus genitales.
5 opiniones:
Si un hippie que vivió hace 2010 años y que, por si nadie se ha dado cuenta, tomó prestadas ciertas licencias de algunas filosofías/ religiones orientales en su filosofía de vida (sí, amigos, FILOSOFÍA de vida, que no religión) y que, simplemente, quiso transmitir a un grupo de amigos con ideas comunes que estaban hasta el capirote de romanos, gladius y dominio absoluto, levantase la cabeza…
Me da en la nariz que pegaría unas hostias santas a más de uno por lo que han hecho con su “buenrrollismo al prójimo”.
¿Es que cómo podemos fiarnos de una organización religiosa que tiene su propio banco? Si cualquier otra organización religiosa estuviera en su situación, pensaríamos que son una secta pesetera...
Hay facciones ultraortodoxas dentro de la Iglesia que sí funcionan como secta, aunque digan que tienen el beneplácito del Papa Códec.
Que pena que se cargaran a los cátaros!! :(
Y sí, estoy de acuerdo en que existen dos tipos de religiosos. El de a pie de calle, q pisa con firmeza la tierra, y el q vive en las nubes, en sus palacios celestiales o en su plano espiritual.
Como ejemplo de esto último el burro del obispo de San sebastián :S
Con lo de Munilla podríamos hacer la segunda parte de este post... De todas maneras, jugando con la metáfora, le han caído ostias de por todo con sus declaraciones... :P
Publicar un comentario