Hoy se cumplen 40 años de la publicación del primer disco de estudio de Led Zeppelin, una obra maestra del hard rock y del blues rock. Como yo no sabría decirlo mejor, os copio un fragmento del libro de Gustavo Cabezas Led Zeppelin, en el que se refiere a este disco:
Grabado en menos de dos meses después de la constitución del grupo, este disco es toda una enfática declaración de intenciones... y de poder. Parece increíble que con sólo unos pocos ensayos y una gira de diez fechas por Escandinavia, los Zep fueran capaces de dar a la luz un elepé tan compacto. Al oírlo, uno cree escuchar a unos músicos que llevan mucho tiempo juntos, tal es grado de compenetración ya existente entre ellos.
El asombro aumenta si se tiene en cuenta que se grabó en tan sólo treinta horas a lo largo de nueve días repartidos en dos semanas (en la misma época, Simon & Garfunkel emplearon unas cien horas sólo para completar la canción The Boxer). Y que costó -incluida la portada- unos 3.000 dólares de entonces. (...)
Led Zeppelin no tenía aún contrato discográfico cuando se programaron las sesiones, que Page y [Peter] Grant pagaron de su bolsillo. Eso explica que el tiempo de estudio se aprovechara al máximo y que no se diluyera en improvisaciones o experimentos. El meticuloso guitarrista no quería bromas con su pasta. (...)
Muchas de las posteriores marcas de fábrica del cuarteto adquirieron carta de naturaleza con este disco: las atmósferas sudorosas y lascivas, los contrastes entre los arrullos líricos y los arranques espectaculares como forma de crear tensión dinámica, el batir martilleante y ajustado de Bonham, la versatilidad de Jones, el histrionismo interpretativo de Plant y las cualidades estratosféricas de su voz, así como la virtual elevación del riff de guitarra, por parte de Page, a elemento clave de la composición.(Gus Cabezas, Led Zeppelin. Cátedra, 1997)
Y qué decir del contenido: desde las notas iniciales de Good times, bad times, hasta el final épico y orgiástico de How many more times, el álbum tiene tiempo para todo: melodías dulces, lamentos blues, misóginos ajustes de cuentas, preciosismos acústicos y momentos de salvajismo musical... conformando un debut de grupo que se alza en obra maestra. Lo podéis descargar aquí, por ejemplo. (Por cierto, hace poquitos días que Jimmy Page ya puede pedir la jubilación).
4 opiniones:
Sigo pensando que éstos, y otros tantos grupos de los 60 y 70, deberían ponerlos en los colegios para animar a los críos a tocar algún instrumento. A ver si, de una vez, se consigue algo de cultura musical “decente” porque cómo va la cosa, malo, malo.
Estoy de acuerdo. Y aún más cuando los cuatro (de LZ) eran veinteañeros cuando sacaron sus primeros (y geniales) discos. Lo mismo para los Beatles o tantos otros. Eso nos da idea de que con coraje, ilusión y mucho trabajo se puede llegar muy lejos (vale, también hace falta talento, pero eso ya es más difícil de obtener...).
Pocos ensayos? Dos meses juntos? No diluirse en improvisaciones?? pero... pero... si parece q llevan toda la vida tocando juntos!! Pueden haber más improvisaciones q en You Shook me, how many more times, I Can't quite you babe...
Que gran década para la música ^^
La verdad que sí... qué sería de la música actual sin grupos como LZ o The Doors, por poner dos ejemplos. Algo mucho peor de lo que ya es, y es que de lo poco decente que se encuentra. Aunque tampoco desdeño el rock de los 50 y 60, me encanta el sonido de las guitarras de antaño.
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