Hay músicas para las que tienes que estar preparado, tiene que haber llegado tu hora para escucharlas. Si no, simplemente chocas con ellas.
Durante años aborrecí el Kill´em all de Metallica. Pensaba que era demasiado duro para mí. El año pasado lo redescubrí, después de haber estado flirteando con Misfits, Deftones, Fear Factory, etc. mientras me lanzaba como un salvaje por el asfalto de las carreteras de Need For Speed: Hot Pursuit 2.
Cuando escuché a Norah Jones por primera vez me dejó frío. Buscaba voces como la de Ella Fitzgerald y en ese momento no encajamos. Estos días bajé su último disco ("Feels like home"), y sólo puedo decir que pocas veces se me hace tan presente aquello de "la banda sonora de tu vida". En mi habitación, languideciendo, sintiéndome apático, bajo de ánimos, la escena -con Norah de fondo- parecía sacada de un triste capítulo de "Ally McBeal".
La música no cambia, me digo. Somos nosotros los que cambiamos.
12.2.04
La música no cambia; nosotros sí
Un post perpetrado por
Cisne Negro
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