Nuestro tiempo es el tiempo de lo "rápido, casi sin frotar". En la televisión vemos anuncios de créditos en los que el dinero se consigue "fácil, rápido y para lo que quieras" (estos anuncios de Credial, Cofidis y la Cuenta Ahora siempre me recuerdan a aquel diálogo en que Homer Simpson pide un préstamo al Sr. Burns y éste dice: "¿Está usted familiarizado con las severas leyes en contra de la usura? ¡Oh, qué tonto! Acabo de inventar una palabra que no existe..."), cursos de guitarra en los que en pocas semanas uno será Jimi Hendrix, o concursos en los que tropeles de patanes se convierten en estrellas mediáticas de la noche al día. Caldos preparados, pasta de bizcocho lista para hornear. Libros de "Kant en 20 minutos". Cajas rápidas (menos de diez artículos, por favor). Versiones hip hop de la Novena de Beethoven. Autoservicio en la gasolinera. Pegatinas asquerosas en vez de sellos de correos. ¡No, no, no, no y no! ¡A todo esto digo NO (como Thor)! ¡Basta!
Reivindico otro mundo, un mundo en el que los putos pasteles se hacen en casa, no suben o salen poco dulces, y dejan la cocina perdida; un mundo en el que alguien pueda leerse en el bus un tocho como "Melmoth el errabundo" sin parecer subnormal, el que pueda girar el mantel de publicidad en un restaurante barato y dejar en blanco la casilla de teléfono móvil en un cuestionario; un mundo en el que uno no se olvide del programa que estaba viendo después de quince minutos de publicidad y en el que los profesores sean reconocidos y honrados como la única esperanza de que todo no se vaya definitivamente a la mierda.
Ea.
7.2.04
"Es fácil y rápido"
Un post perpetrado por
Cisne Negro
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