-¿No irá a beber ahora?
-No, esta noche tomaré un poco de cocaína.
-¿Le parece inteligente huir de la realidad?
-Sí. Necesito rodearme de asesinatos, monstruos y horrores para que mis angustias no renazcan. Y en este momento hay calma. La calma me aterroriza.
-¿Seguro que no podemos encontrar juntos una actividad más interesante que la cocaína?
-No lo sé. Podríamos ir a los bajos fondos, a destripar prostitutas... y disecarlas, cocinar su hígado y enviar a la policía pistas que acusen al médico de la reina.
-El médico de la reina es usted.
-¡Cierto! Habrá que buscar otra cosa.
Profesor Bell: 2- Los muñecos de Jerusalén. Editorial Sins entido. 13 euros. Recomendado por Cisne Negro: de lo mejor, lo superior.
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