20.11.03

Los Ashvins (leyenda hindú)*

El anciano Chyavana tenía una bella esposa llamada Sukanya. Ocurrió un día que los dos hermanos gemelos Ashvins, famosos por su talento en la medicina, la vieron mientras se bañaba en el río. Conmocionados por la belleza de su desnudez, se acercaron para pedirle quién era. Ella contestó azorada:
-Sabed que soy la esposa de Chyavana.
Sorprendidos de que tan lozana joven hubiera sido entregada a un viejo decrépito, le preguntaron los motivos de su matrimonio, a lo que contestó diciendo que cumplía con la voluntad de su padre y que estaba entregada al amor que sentía por su esposo.
-Desnuda como estás, haces que la selva se vista de sus preciosas galas para competir contigo. ¡Cuánto más bella estarías si estuvieses ataviada con las joyas más costosas y las ricas sedas de los países lejanos! Deja a tu marido anciano y toma a uno de nosotros como esposo, ya que bien sabes que la juventud es una etapa que pasará pronto.
Pero ella insistía en su devoción hacia su esposo, diciéndoles que el amor no está en los ojos físicos, sino en el espíritu. No obstante, ellos no se dieron por vencidos.
-Nosotros somos médicos del cielo. Dile a tu esposo que venga y le convertiremos en un joven bello a los ojos físicos, pero a cambio tendrás que escoger a uno de los tres por marido.
Chyavana, que estaba ansioso por recuperar su juventud, accedió. Cuando éste llegó, los tres hombres se sumergieron en el estanque. De allí salieron tres mozos radiantes de belleza, que llevaban pendientes de oro bruñido. Todos tenían el mismo aspecto de señorial presencia y una hermosura nunca vista. Dirijiéndose a la joven, le dijeron:
-Escoge a uno de nosotros para que sea tu marido, aquel que más te guste.
La muchacha, por mucho que miraba, no encontraba diferencias y dudó mucho tiempo, hasta que, con los ojos cerrados y los del espíritu abierto, miró a los tres donceles, reconoció a Chyavana y le eligió. Tuvo éste gran contento porque había recuperado a la vez su juventud y a su amada esposa. Para demostrar su gratitud, Chyavana prometió a los gemelos que participarían en los mismos sacrificios que los dioses y así se convirtieron en divinos.



Podría ser Sukanya

*"Leyendas de la India", Fco. Caudet Yarza. Edimat, 1998.

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