Tele5 era, para mí, una cadena que, al menos a la hora de hablar de la guerra, se había ajustado más a la realidad que otras (véase TVE o Antena3). Pero veo que a emisora de otros programas como Gran Hermano o Hotel Glamour acaba siempre por recurrir al morbo y a la audiencia fácil. El martes 15, Tele5 ofrecía una suerte de "noche temática" dedicada a los juegos de rol. Vaya por delante que no ví el programa, tan sólo un trocito del telefilm del género estapelículaestábasadaenhechosreales, pero queda claro el interés por explotar el desconocimiento general y al mismo tiempo la atracción por eso que se ha llamado el juego "del" rol.
El que aquí les escribe lleva casi diez años jugando a rol. Y la verdad, creo que satanizar el rol es como intentar hacerlo con el teatro; al fin y al cabo es algo muy parecido. Siempre se busca una definición de juego de rol para los neófitos; a mí me gusta decir que es como una obra de teatro, sólo que se dramatiza en torno a una mesa, y cuyo guión se va improvisando entre todos. Cese ya la facilona asociación jugador de rol=asesino psicótico, los jugadores de rol son personas pacíficas como las que más, desde luego, no menos que los aficionados al cine de acción, el tiro al plato o a la nouvelle cousine. Es más, los juegos de rol ofrecen a la juventud una forma de ocio económica (salvo la compra de algún libro, el gasto es 0), creativa (se fomenta el uso de la imaginación para resolver las situaciones planteadas) e inteligente (es un juego de colaboración, donde no hay ganadores ni perdedores; se estimula la capacidad de retentiva con el conocimiento de las reglas, y finalmente, los jugadores tienen la oportunidad de aprender datos, fechas, personajes, fueros, usos y costumbres de los mundos imaginarios que visitan o de las épocas históricas en que ambientan sus partidas).
En una sociedad cuyo ocio suele ser el botellón, la tele o los videojuegos, el rol constituye una brillante alternativa. Es precisamente su desconocimiento el que le da mala fama, mala fama explotada por los medios de comunicación mientras dé carnaza. Lo único que se me ocurre decirle, para acabar, a alguien que no sepa qué es un juego de rol o que tenga de él mala opinión es que se atreva y participe en alguna partida, o al menos que se acerque a una de ellas como espectador sin prejuicios. Los jugadores de rol normales (sanos) no nos escondemos para jugar. Si lo hace, verá cuán real es la amenaza de estos juegos.
El que aquí les escribe lleva casi diez años jugando a rol. Y la verdad, creo que satanizar el rol es como intentar hacerlo con el teatro; al fin y al cabo es algo muy parecido. Siempre se busca una definición de juego de rol para los neófitos; a mí me gusta decir que es como una obra de teatro, sólo que se dramatiza en torno a una mesa, y cuyo guión se va improvisando entre todos. Cese ya la facilona asociación jugador de rol=asesino psicótico, los jugadores de rol son personas pacíficas como las que más, desde luego, no menos que los aficionados al cine de acción, el tiro al plato o a la nouvelle cousine. Es más, los juegos de rol ofrecen a la juventud una forma de ocio económica (salvo la compra de algún libro, el gasto es 0), creativa (se fomenta el uso de la imaginación para resolver las situaciones planteadas) e inteligente (es un juego de colaboración, donde no hay ganadores ni perdedores; se estimula la capacidad de retentiva con el conocimiento de las reglas, y finalmente, los jugadores tienen la oportunidad de aprender datos, fechas, personajes, fueros, usos y costumbres de los mundos imaginarios que visitan o de las épocas históricas en que ambientan sus partidas).
En una sociedad cuyo ocio suele ser el botellón, la tele o los videojuegos, el rol constituye una brillante alternativa. Es precisamente su desconocimiento el que le da mala fama, mala fama explotada por los medios de comunicación mientras dé carnaza. Lo único que se me ocurre decirle, para acabar, a alguien que no sepa qué es un juego de rol o que tenga de él mala opinión es que se atreva y participe en alguna partida, o al menos que se acerque a una de ellas como espectador sin prejuicios. Los jugadores de rol normales (sanos) no nos escondemos para jugar. Si lo hace, verá cuán real es la amenaza de estos juegos.
0 opiniones:
Publicar un comentario