No hay como someterse al regimen televisivo en un día de fiesta para tomar conciencia de lo infausta, aborregante y deplorable programación que la televisión nos ofrece. Vaya por delante que no soy ningún puritano, es más, me considero una persona de carácter liberal, pero uno no puede menos que acabar repeliendo todo lo que tiene que ver con el sexo tras una velada delante de la caja tonta en fin de año. Todas, absolutamente todas las actuaciones musicales de la noche consisten en un artista post-adolescente (o que quiere identificarse con este grupo) que, o bien baila a un ritmo copulante, o su vestimenta apenas deja margen a la imaginación, o las letras de sus canciones giran en torno o directamente al sexo. No quiero ser maliniterpretado y que se me considere un viejo con demasiada moralina, pero es que basta ir cambiando de canal para terminar completamente asqueado del festival de sexo que se nos ofrece: sexo en los anuncios de perfumes, de ropa, de licores, de fiestas; sexo en los videoclips (Tatu, Manterola, Shakira, Aguilera, Spears, López... todas cortadas por el mismo patrón), sexo en las galas (lo peor, los con toda intención movimientos lascivos de cadera, el restregamiento de entrepiernas entre bailarines, los toqueteos con las coristas...), sexo en los surrealistas trajes de noche de las presentadoras... Es simplemente patético ver reducida la oferta televisiva general al impulso más básico y primitivo del hombre (sobre todo del hombre), y al mismo tiempo, el desprecio por cualquier cosa que pueda ir más allá de la música de moda. ¿Es éste el modelo de vida que debe imperar? ¿El que pondera lo físico, lo superficial, lo trivial, lo rápido, lo efímero, lo conseguido sin apenas esfuerzo? La televisión refleja la sociedad y viceversa: ¿no llega ya la maldita hora en que habremos de romper ese intolerable círculo vicioso? Navegantes, huid de la Gran Familia de la televisión y de su trato alienante: dejad las ataduras que os esclavizan, volved al infinito bosque de papel o al grandioso océano digital, donde vosotros seréis los que decidáis cómo queréis ser. [Enhorabuena a Canal 9 y La2, que optaron por películas clásicas para abrir el año, con un par de...]
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