30.12.21

Cerrando 2021: Rol


Este 2021 ha visto cómo progresivamente volvíamos a las mesas de forma presencial, aunque mirando la lista no lo parezca. Han sido 12 historias, a pesar de que algunas de ellas no se acabaron. Año simplemente continuista a la espera de poder retomar el rol presencial de una vez.

1. Mentiras (Ecos disonantes) (online). Una nueva entrega de Ecos disonantes, ambientado en un instituto lleno de secretos,que pude jugar como jugador.

2. Cuestión de fe (Ecos disonantes) (online). En esta ocasión hice una especie de hack del módulo Fe de Ecos disonantes porque tenía una idea muy clara de la historia que quería contar: una historia que se había forjado un contexto en partidas anteriores con la creación del distópico Banco Jesús Libertador. Aquí tenéis la intro en video que hice.

3. Black Betty (Walpurgis) (online). Walpurgis es un juego que me encanta y que es prácticamente un título desconocido: se enfoca en recrear el espíritu de las películas de serie B de horror y ciencia ficción de los 60, 70 y 80. En esta ocasión, la inspiración vino de un bolsilibro de Bruguera, tipo de narrativa que está llena de semillas de rol para juegos como éste. En Black Betty (cariñoso nombre de la nave en homenaje a la canción que versiona Nick Cave), una nave de exploración tiene que descender a un planeta hostil... y muy inteligente.

4. El último adiós (playtesting) (online). El gran Óscar Recio ha estado probando una campaña / sistema / juego con varios grupos de juego, y yo tuve la suerte de estar en uno de ellos junto a los magníficos Julia de BaM, Lycosaedro y Pepe Pedraz. Un honor participar en este proyecto que pinta de maravilla y en el que espero poder aportar mi granito de arena según se vaya desarollando.

5. La rebelión (Follow) (online). Follow quiere ser un sistema universal de narración, y lo es, pero me esperaba algo más... rolero. Se trata de un juego de secuencias narrativas con mucho margen para contar buenas historias, pero se vende como juego de rol cuando no lo es. Si tienes un buen grupo dispuesto a contar una historia por turnos, sí puede ser una buena experiencia. Quizá el problema es mío, por tener una expectativas que no se correspondían exactamente con el producto. Pero sigo pensando que puede ser un buen juego, sobre todo adaptándolo a un aula.

6. La habitación sin sellar (La llamada de Cthulhu). [Inacabada] Cuando dirigí esta historia, hace unos años en el colegio, fue un éxito total, y me dio la idea de escenificar en clase un juicio teniendo como base los resultados de aquella partida. Pero llegó el covid y no pudo ser. Así que al volver a la "normalidad", volví a probar suerte con un grupito de 4º muy bueno, pero la cosa fue languideciendo entre sesiones presenciales y online, y actualmente no la hemos terminado. Ni que decir tiene que mi segunda intención al jugarla tampoco podrá cumplirse en esta ocasión.

7. El viajero perdido (Tiny Dungeon). El verano anterior había iniciado a mi hija de 7 años al rol con este sistema, que me parece perfecto para eso, y este verano volvimos a probarlo con una amiguita suya. El resultado no fue tan interesante, pero la experiencia de introducción siempre me es grata.

8. El atraco a Sampson & Co. (Ecos disonantes) (online). Volví a dirigir el primer Eco, El atraco, para mi grupo avanzado del Aula de Juegos una vez había terminado ya el curso y siendo ya ex alumnos, y eligieron el robo de un banco en el Oeste... ¡Nunca lo habría imaginado! A partir de ahí la cosa se puso rara... No terminó demasiado bien, pero creo que fue una buena sesión.

9. Operation Ice Dragon (La llamada de Cthulhu) (online). [Inacabada] Con el mismo grupo que la historia anterior, empezamos este módulo que apareció en el último número publicado de Bayt Al Azif, modificándolo un poco: lo emplacé en una estación científica soviética tras la IIGM. No terminó de funcionar como hubiera querido, me notaba poco ágil; no la acabamos y tampoco insistí en ello. A pesar de ello, creo que tiene potencial.

10. 246 Corbitt Street (La llamada de Cthulhu) (online). [Inacabada] Un clásico revisitado en un one-shot ambientado en la era moderna y que se conecta con el módulo más jugado de todos los tiempos de este juego. La cosa pintaba muy bien, pero por reiterados problemas de agenda no lo pudimos acabar. Una pena.

11. La mina perdida de Phandelver (Dungeons & Dragons). [En marcha] El año pasado, un grupito de chicos de 6º empezó a jugar a rol en los patios en free style. Yo les dejé el material de D&D y les prometí que al año siguiente jugarían conmigo. Así que ahora que ya han llegado a ESO, aquí están: cogimos los personaje pregenerados de la Caja de Inicio y nos lanzamos a la aventura. A pesar de lo ocasional y de lo breve (jugamos en lapsos de 25 minutos un par de veces a la semana), me encanta jugar con ellos. De momento, sólo empezar, ya había habido una baja y han decidido ir a Phandelver a intentar revivir al compañero dejando de lado su misión principal :)

12. La vergüenza del héroe (Dungeon Hack). Fijándome en cómo se tomaban los últimos juegos de mesa que hemos probado en el cole, me di cuenta de que el nuevo grupito de comedor que se ha formado en el Aula de Juegos iba a ser muy proclive a jugar a rol, y no me equivoqué. Así que para variar un poco, y por fin aprovechar este mecenazgo que tenía muerto de risa desde que se entregó, aproveché para jugar un mazmorreo típico con Dungeon Hack. La verdad es que está muy bien: una destilación del D&D con pocas reglas y poco tinglado. Jugamos una de las partidas del manual y la cosa fluyó muy bien, así que a la vuelta de vacaciones tengo pensada una gran aventura para seguir explotando este sistema.

13. (Extra) Mapeando las catacumbas. Casi terminando el año pruebo Mapeando las catacumbas, jueguito de rol en solitario. El juego es un poco lo que hacía Escape the Dark Castle pero con papel, lápiz, dados y tablas. En la primera partida, bajamos un nivel por una maltrecha escalera de mano, encontramos a un sicaro loco y atado, seguimos profundizando por una estrecha brecha, y llegamos a una sala donde un herrero hace que el de nuestro equipo se rebele contra el grupo. Resultado: los dos que quedaban espichan y fin. Admito que el sistema puede generar narrativas interesantes, pero no sé si me quedo con el juego de cartas.

En el 2022 que entra tengo varios propósitos: me gustaría poder retomar Las máscaras de Nyarlathotep de forma presencial, ese sería mi principal deseo. También me gustaría jugar a algo de Vampiro, probar el rol en solitario con Ironsworn y Mapeando las catacumbas, para ver de una vez qué puñetas significa este concepto. También me gustaría darle un par de vueltas a un par de ideas que tengo y ver qué posibilidades hay de que vean la luz. Y, en fin, me mucho gustaría probar un montón de sistemas que tengo en la recámara y que aún no he estrenado, sobre todo los de Pepe Pedraz: Trueque, 7 Días de travesía... A otros los tengo en diferentes situaciones Never Going Home me llamaba mucho al principio, pero desde que he estado leyendo mucho sobre la IGM su enfoque sobrenatural ahora no me parece tan interesante; me gustaría también probar Vaesen, del que hice un all-in en inglés del que ahora me arrepiento un poco, pese a que las calidades de la edición son de 10; Camaradas me gustaría jugarlo proponiendo una distopía parecida a El cuento de la criada; Liminal estuvimos a punto de estrenarlo en el cole e incluso hicimos fichas... luego la cosa se torció, pero el tema de fantasía urbana en un contexto no tan plomizo como Vampiro puede dar de sí; Kids on Bikes actualmente no me llama mucho, quizá la vena nostálgica ochentera pueda reactivar mis ganas cuando se estrene la nueva temporada de Stranger Things; lo que sí tengo ganas de dirigir es Las cosas que dejamos atrás; Tiny Frontiers es una versión espacial del Tiny Dungeon, y me vendría bien para gente joven o nuevos jugadores, lo tengo en la recámara para iniciaciones; Coriolis, juego en el que también me metí all-in, y que parece que tiene un lore espectacular, pero que a la hora de la verdad no sé a qué grupo sacar; y finalmente juegos que de momento descarto como Girl Underground o Barbazul, demasiado chungos como para poder jugarlos. Y me estoy dejando más juegos que he ido comprando y poniendo en la estantería. Con todo, este 2022 caerán más seguro: mínimo Alien Caja de Inicio y Trueque Noir, algunas de las cosas que saque Edge para La llamada, Vaesen Bretaña cuando esté en español, más lo que está pendiente de entregarse (Hermanos de la Costa, Old School Classics) y vete a saber qué más. Hoy mismo he visto el planning de The Hill Press para el nuevo año y he respirado tranquilo al comprobar que no había nada que realmente me apetezca probar... En suma, que espero que el 2022 me reserve, al menos, otras 12 partidas para continuar con este amor que es para mí jugar a rol.

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