16.1.11

Nausicaä, apocalipsis, ecología y guerra

Ayer noche vimos Nausicaä del Valle del Viento, la película emblemática del Estudio Ghibli basada en el manga homónimo del maestro Hayao Miyazaki. A pesar de ser de mediados de los 80, nunca la había visto completa. Eso sí, hace años leí el manga, que Planeta editó en tomos, y que es uno de los mejores que he leído jamás. La película se realizó sin que Miyazaki hubiera concluido el manga, por lo que el film diverge en buena medida de su fuente original y no puede más que pasar superficialmente aspectos que el manga puede desarrollar en más profundidad.
Nuevamente encontramos en Nausicaä el interés de Miyazaki por los escenarios postapocalípticos (el mundo de Nausicaä recuerda mucho al de Conan, el niño del futuro), y el papel del hombre como destructor sistemático del ecosistema. Junto a eso, la idea de la naturaleza como un ser vivo y al que hay que cuidar para el futuro de la Humanidad. El mensaje ecologista de obras posteriores como La princesa Mononoke o Ponyo en el acantilado, está, pues, ya presente en esta cinta.
Nausicaä presenta un mundo destruido por la guerra, en el que los reductos humanos son muy pocos. La mayor parte de la superficie está ocupada por extensiones yermas, desiertos y bosques de esporas venenosas que obligan a llevar máscaras por su toxicidad. Uno de los pocos emplazamientos verdes es el Valle del Viento, donde se ha podido crear una zona de cultivo y donde aún existe un bosque. Los habitantes del valle obtienen la energía de los molinos que recogen la fuerza del viento. El Valle está gobernado por Jihl, un rey cuya hija, Nausicaä es una audaz joven cuyo talento para montar el viento en su aparejo volador es envidiable. Un buen día la paz se ve turbada en el Valle cuando una nave de Tolmekia que transporta como rehén a la princesa del reino de Pejite, a la vez que el embrión del Dios Guerrero, una de las máquinas biomecánicas responsables del estado del mundo tras la guerra nuclear vivida hace cien años. Tolmekia planea resucitar al Dios Guerrero para acabar con el mar de putrefacción que ocupa buena parte de la superficie. Cuando Tolmekia sabe que su nave ha caído en el Valle del Viento, planean su rescate, y el Valle y sus habitantes se verán envueltos en una guerra de facciones cuyo propósito final puede acabar con los últimos reductos humanos de la Tierra.
En todo este conflicto, algo difícil de seguir si uno no ha leído el manga, lo que destaca muy por encima de los demás es el personaje central de Nausicaä. Es uno de esos personajes femeninos fuertes que tanto gustan a Miyazaki (recordemos a Mononoke, a la Fio de Porco Rosso), una chica con mucho carácter, cuyos súbditos admiran y adoran, decidida, curiosa... Pero lo que más destaca de ella es su capacidad de compasión, de empatía. Durante toda la obra lucha encarnizadamente por conseguir la paz, por detener a las facciones rivales y que paren a escuchar a la naturaleza, que intenta hablar a la humanidad. Bajo el mar de putrefacción, los árboles han empezado a eliminar las toxinas del aire convirtiéndolas en arena: aún hay esperanza para salvar la tierra. Nausicaä es de un carisma increíble, tanto entre aliados como enemigos. Es una chica, apenas una mujer, pero no duda en enfrentarse a cualquier peligro o a anteponer la vida de los demás a la suya propia. Es la única que se para a escuchar la voz de los Ohms (los insectos gigantes que campan por toda la zona devastada), y por ellos, cuando todo el mundo los ve como una amenaza salvaje, llega a ser herida. Es muy bonito el detalle final en el que, llevando el vestido que le da una chica de Pejite para poder escapar de su cautiverio, ve como su traje rojo es teñido completamente por la sangre de los Ohms, y se hace azul. Ese cambio marca un nuevo comienzo para Nausicaä y el Valle: al igual que resulta un nuevo nacimiento, un bautizo para la heroína, es la posibilidad de empezar una nueva vida para los hombres en el que el respeto por la naturaleza y todas sus formas sea la máxima a seguir para un futuro sostenible.
Quizá la película tiene algunos puntos flacos, como sea la complejidad de su argumento o el exceso de las secuencias de acción, algo que no pasó por alto en su primer estreno fuera de Japón. Una primera versión de los años 80 recortó la película, cambió nombres y la hizo todavía más confusa. Actualmente el Estudio Ghibli reniega de esa versión, que afortunadamente cayó en el olvido con una reciente nueva distribución en dvd. No obstante, a partir de entonces después adoptó una estricta política de ninguna modificación, con una cláusula específica para evitar esto en la distribución en el extranjero. Al oír que Harvey Weinstein de Miramax deseaba recortar parte de La princesa Mononoke para hacer más atractiva en el mercado, uno de los productores del Studio Ghibli le mandó un katana auténtica con un único mensaje: "Sin cortes". Sutilidad japonesa.
Aun con sus fallos, Nausicaä del Valle del Viento es una película de Miyazaki que bien vale la pena ver, no sólo por la belleza de su animación, sino también por su mensaje. Ni qué decir que la lectura del manga es aún más recomendada.

1 opiniones:

José L. Solé dijo...

Pués me apunto esta recomendación, como aficionado al cine de animación de Miyazaki porque pinta muy bien, con que me haga flipar la mitad que lo hizo Chihiro en su estupendo viaje ya me conformaría...
* Oye, que he picado con lo de la peli de la Portman (que la nena lo hace muy bien pero la peli decepciona en su conjunto), y me da como corte (de manga japonés) opinar allá arriba...

Saludos :-)

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