Are you ready to die for peace?
Tenía pendiende hacer una reseña del último disco de Rotting Christ, Aealo, que ha aparecido este 2010. Rotting Christ es quizá la banda de metal más conocida de Grecia, con permiso de Septic Flesh o In Thorns I Lay. Como muchas otras, ha sido una agrupación que ha ido variando su sonido, e incluso su logo. Nunca he sido un gran seguidor suyo, pero sí me gustó mucho su Sleep of the Angels (1999), un álbum donde practicaban un black más cercano al gothic metal, y cuya voz me llamó mucho la atención porque fue la primera vez que oía a un cantante cantar con una voz muy rasgada que casi se convertía en susurros. Desde entonces no había seguido mucho su carrera, pero este año me llamó la atención la portada de su nuevo trabajo, que parecía dar una vuelta de tuerca más a su música. En los últimos discos, la banda había vuelto a su antiguo y medio indescifrable logo, señal inequívoca de que volvía un sonido más crudo y extremo.
Un habitual de este blog, Kvaser, ha escrito en su blog Peregrinaje épico una reseña de Aealo que comparto plenamente. Ante ella poco más queda que decir, por eso os la copio aquí y os invito a pasar por su blog para leer sus interesantes entradas sobre historia, cultura antigua, mitología, entre otras cosas.
Aealo es una batalla sangrienta, el entrechocar de la lanza con el escudo, el ruido ensordecedor de tambores y espadas. Rotting christ ha creado una de las más perfectas obras inspiradas no el arte de la guerra, sino en su violenta ejecución. En efecto, podríamos afirmar que estamos ante un disco inspirado por Ares, quien representa el ansia de sangre y la violencia impredecible, en lugar de Atenea que simboliza la estrategia de la guerra, la meditación previa a la batalla, elementos -estos últimos- que parecen totalmente lejanos al álbum que nos ocupa.
En la realización de este disco, la banda griega se ha rodeado de colaboradores de excepción, entre los cuales me interesa destacar por sobre todo a los músicos de Daemonia nymphe. La participación de éstos me permite entender el fuerte elemento étnico presente en Aealo, sin el cual este sólo sería un disco de sonido genérico. En efecto, quizás el aspecto más llamativo del álbum sea la perfecta sincronía entre el black melódico y los sonidos más cercanos folk que dotan de una fuerte identidad griega a la placa. Así, los helenos despliegan toda su furia en temas como Eon aeanos, cuyo sonido de frenéticos tambores eleva la música tribal a cimas de inusitada agresión, para luego incorporar coros en griego como en Demonon vrosis o en la breve Dub-sag-ta-ke. Esta impronta se mantiene a lo largo de todo el álbum, logrando algo que pocas bandas de metal extremo logran realizar con éxito: impregnar a su música de la propia identidad cultural.
El trabajo como black melódico propiamente tal finaliza con Santa muerte, pero el epílogo lo pone la grandiosa Diamanda Galas, quien presta su voz en Orders from the dead para darle un final escalofriante y desconcertante al disco, pues nos aterriza y deja de sacralizar la guerra, con su macabro canto sobre el genocidio armenio perpetrado por los turcos a principios del siglo XX. Así, una obra inspirada en la destrucción y la violencia, finaliza recordándonos el espanto del genocidio, el cual no debe ser olvidado.
El toque étnico que ha incorporado Rotting Christ en este disco (y que Kvaser comenta) le da una fuerza inusitada, una identidad propia que lo aleja de ser un disco de black metal más del montón. Sólo por los dos primeros cortes, Aealo y Eon Aenaos, ya lo demuestran llenos de fuerza, de una contundencia casi tribal, de letras casi escupidas a la cara del enemigo. Me encantan los momentos puramente étnicos que aparecen aquí y allá en el disco, y la conclusión del disco, con la colaboración de Diamanda Galás y su escalofriante denuncia del genocidio armenio, es un magnífico contrapunto para cerrar el disco. Después de la épica y la espartana glorificación de la guerra, la Galás nos invita a no caer en ensoñaciones bélicas. Su canción es una cruda muestra de lo que significa el enfrentamiento entre personas: muerte, tortura, horror a manos llenas. Conviene recordarlo.
Si tengo que ponerle una única pega al disco es la voz de Sakis, que sigue sin gustarme como canta y rima en algunas ocasiones (Noctis Era, Demonon Vrosis), y el hecho de que el disco en sí sea algo reiterativo. Pero por lo demás, se trata un disco muy trabajado, que consigue transportar al oyente al campo de batalla y transmitirle esa energía primitiva que lo impregna.
La edición especial del disco, que veis aquí arriba, no está mal de precio. Se trata de un digipack de dos cuerpos, con la portada del casco de soldado troquelada, libreto con las letras, y un dvd adicional con material en video grabado por la banda (es muy divertido oír hablar al cantante en inglés con acento griego). Una buena compra, edita Season of Mist. Lo podéis escuchar íntegramente en Spotify.
1 opiniones:
Muy buen disco. Se agradece la referencia ;)
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