Maria de la Pau Janer contra los juegos de rol
Hoy sábado 17 de febrero, la escritora Maria de la Pau Janer publicaba en Ultima Hora un artículo titulado "¿Te gusta tu vida?". No tiene desperdicio:
Es lo que ocurre con los escritores mediocres, que si, además de dedicarse a perpetrar novelas, se dedican a escribir una columna diaria, terminan por ejercer de tertulianos televisivos, es decir, de hablar de lo que no saben. El mensaje final de nuestra Mari Pau es: los hombres son tontos, en vez de enfrentarse a su vida, se dedican a perder el tiempo con chorradas de juegos. Las mujeres son listas porque leen libros y así profundizan en su autoconocimiento. Ni siquiera tengo claro a qué se refiere el artículo. ¿Habla de los típicos juegos de rol de sentarse a la mesa o de videojuegos (citados como quien no quiere la cosa)? No creo ni que la misma autora lo sepa.
Así que para Maria de la Pau, los jugadores de rol son unos reprimidos y unos cobardes, que están a disgusto con su vida y por eso huyen de ella con sus jueguecitos. En cambio, qué gozada ver a esas mujeres comprometidas con nuestra sociedad, que sacan el mundo adelante, que desconocen quién es Fabio o Danielle Steel, que reflexionan sobre la realidad con sus libros y no se esconden de ella, que saben que el Premio Planeta es sinónimo de calidad. Qué sería de nuestro mundo sin esas mujeres. Ais.
Mientras tanto, Mari Pau, vete leyendo esto y esto, y después nos escribes otro artículo sobre lo que hayas descubierto.
Hoy sábado 17 de febrero, la escritora Maria de la Pau Janer publicaba en Ultima Hora un artículo titulado "¿Te gusta tu vida?". No tiene desperdicio:
A mucha gente no le gusta su vida. Odia su trabajo, su casa, su pareja (...). Esta situación puede resolverse por dos caminos, el de la realidad o la ficción. (...) El camino de la ficción consiste en olvidarse de la realidad e inventar una nueva. Se trata, simplemente, de jugar.
Los juegos de rol permiten crear realidades artificiales. Mundos imaginarios que llegan a vivirse con una gran intensidad. A veces, pueden llegar a sustituir la vida real. Suponen una vía paralela a la cotifiana, que ofrece el refugio donde desembocan los deseos no cumplidos, las frustraciones, y los miedos. En el Estado Español, hay cinco millones y medio de personas que prefieren la realidad alternativa que les ofrecen los videojuegos. El perfil de los adeptos a los juegos de rol corresponde a un hombre cuya edad oscila entre los 20 y los 35 años. Los juegos les permiten crear mundos inventados y transformarse en otras personas. Significan vivir una vida diferente, que no tiene que ver con su quehacer cotidiano. Son la posibilidad de evadirse de una realidad a menudo aburrida, poco satisfactoria o absolutamente insípida. (...) Todas aquellas personas que, en la vida real, jamás han sido valientes ni audaces pueden (...) cumplir sus deseos de triunfo.
Ahora entiendo por qué los editores aseguran que quienes más novelas leen son las mujeres. Mientras muchos hombres se entretienen creando mundos que les compensan sus debilidades, muchas mujeres prefieren vivir la historia que les ofrece un buen libro. Las novelas también son un ejercicio de imaginación, que nos ayuda a vivir cientos de vidas y a ponernos en la piel de otras personas. La única diferencia es que las novelas no nos evaden de la realidad, sino que hacen que nos hagamos más preguntas, que reflexionemos sobre el mundo, que crezcamos por dentro.
Es lo que ocurre con los escritores mediocres, que si, además de dedicarse a perpetrar novelas, se dedican a escribir una columna diaria, terminan por ejercer de tertulianos televisivos, es decir, de hablar de lo que no saben. El mensaje final de nuestra Mari Pau es: los hombres son tontos, en vez de enfrentarse a su vida, se dedican a perder el tiempo con chorradas de juegos. Las mujeres son listas porque leen libros y así profundizan en su autoconocimiento. Ni siquiera tengo claro a qué se refiere el artículo. ¿Habla de los típicos juegos de rol de sentarse a la mesa o de videojuegos (citados como quien no quiere la cosa)? No creo ni que la misma autora lo sepa.
Así que para Maria de la Pau, los jugadores de rol son unos reprimidos y unos cobardes, que están a disgusto con su vida y por eso huyen de ella con sus jueguecitos. En cambio, qué gozada ver a esas mujeres comprometidas con nuestra sociedad, que sacan el mundo adelante, que desconocen quién es Fabio o Danielle Steel, que reflexionan sobre la realidad con sus libros y no se esconden de ella, que saben que el Premio Planeta es sinónimo de calidad. Qué sería de nuestro mundo sin esas mujeres. Ais.Mientras tanto, Mari Pau, vete leyendo esto y esto, y después nos escribes otro artículo sobre lo que hayas descubierto.
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