"No somos seres sociales. Ni siquiera yo. Ni siquiera Baco. No durante mucho tiempo. Vamos a nuestro aire o formamos pequeños grupos. No trabajamos bien en equipo. Nos gusta que nos adoren, que nos respeten y nos veneren. A mí me gusta que cuenten historias sobre mí, cuentos que reflejen mi sabiduría. Es un fallo, lo sé, pero es mi forma de ser. Nos gusta ser grandes. Hoy en día en los malos tiempos somos insignificantes. Los nuevos dioses suben y bajan, vuelven a subir y bajan de nuevo. Pero éste no es un país que tolere dioses por mucho tiempo."
Si hay un tema en el que Gaiman se siente cómodo es el de las mitologías. Como una continuación de sus obras en cómic, su novela "American Gods" (Norma Editorial, 2003) profundiza en la relación entre hombres y dioses, con una premisa básica -algún día les contaré las vicisitudes de una novela que empecé hace unos ocho años y que libros como éste me han impedido terminar-: los dioses sólo existen mientras uno se acuerda de ellos. A medio camino entre "Sandman", la serie "A dos metros bajo tierra" y las novelas de Paul Auster, el libro del inglés nos hace partícipes del viaje de Sombra, un ex convicto que se verá implicado en una guerra entre los dioses de los panteones milenarios y los nuevos (Internet, Medios de Comunicación...). Gaiman nos ofrece una prosa ligera, audaz, que combina la acción principal con interludios que, a la vez que complementan la historia de esos dioses migratorios, son pequeños cuentos dentro de un cuento mayor, recurso que el autor ya había perfeccionado en las sagas de "Fábulas y reflejos" o "El fin de los mundos" en "Sandman". Una novela muy voluminosa, pero amena y adictiva. Échenle un ojo (de cristal).
Si hay un tema en el que Gaiman se siente cómodo es el de las mitologías. Como una continuación de sus obras en cómic, su novela "American Gods" (Norma Editorial, 2003) profundiza en la relación entre hombres y dioses, con una premisa básica -algún día les contaré las vicisitudes de una novela que empecé hace unos ocho años y que libros como éste me han impedido terminar-: los dioses sólo existen mientras uno se acuerda de ellos. A medio camino entre "Sandman", la serie "A dos metros bajo tierra" y las novelas de Paul Auster, el libro del inglés nos hace partícipes del viaje de Sombra, un ex convicto que se verá implicado en una guerra entre los dioses de los panteones milenarios y los nuevos (Internet, Medios de Comunicación...). Gaiman nos ofrece una prosa ligera, audaz, que combina la acción principal con interludios que, a la vez que complementan la historia de esos dioses migratorios, son pequeños cuentos dentro de un cuento mayor, recurso que el autor ya había perfeccionado en las sagas de "Fábulas y reflejos" o "El fin de los mundos" en "Sandman". Una novela muy voluminosa, pero amena y adictiva. Échenle un ojo (de cristal).
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