Reseñas extremas mínimas (XI)

Sólo unas líneas para escuchar tres discos que he estado escuchando últimamente, tres discos que no tienen absolutamente nada que ver uno con otros:

· King of Asgard: ...To North (2012). La verdad es que me ha entrado por el oído derecho el (creo) segundo disco de esta banda sueca. Para definirlo con exactitud, yo diría que se trata de un grupo que combina algunas melodías folk del viking metal de Tyr con la potencia rugiente del black de Satyricon y letras relacionados con la mitología nórdica; el resultado se parece a unos Amon Amarth algo escorados hacia el black metal. Puntos destacados: Nine Worlds Burn o Gap of Ginnungs. Habrá que seguirles la pista.

· Lacuna Coil: Dark Adrenaline (2011). Creo que de este álbum ya hablé cuando salió, pero lo he recuperado comprándolo a través de Amazon por unos míseros 5 ó 6 euros. Lacuna Coil ha vuelto con un grandioso disco, después del colosal fallo de Shallow Life (a excepción de la canción Spellbound). Dark Adrenaline tiene muy buenas canciones, que nos traen de vuelta a los Lacuna Coil que añoramos: canciones como Upside down, Kill the light, o Trip the Darkness son ejemplos del magnífico trabajo de Cristina a las voces, Andrea a la segunda voz, y de unas guitarras fantásticas que a veces parece que nos devuelven a los tiempos de Karmacode o Comalies.

· Angel Witch: Angel Witch (1981, reedición deluxe de 2010). No conocía a esta banda de la NWOBHM, contemporáneos de los inicios de Iron Maiden, y que hoy parecen haber sido olvidados por el gran público a pesar de su calidad. Este disco recoge el trabajo que sirvió de debut a una banda que contribuyó a crear el sonido del heavy de los ochenta, con canciones que a pesar de tener un trasfondo diabólico, no tienen nada de extremo, puesto que es puro buen metal clásico. Vale la pena recuperarlos para corear Burn the white witch o You're an angel witch!