En la última encuesta os preguntaba por la conveniencia de leer libros y autores clásicos durante el período de formación correspondiente a la Educación Secundaria y a Bachillerato, y por lo visto la gran mayoría se inclina por una de las respuestas:
Por supuesto. | 25 (64%) |
Por supuesto que no. | 2 (5%) |
Sólo en Bachillerato. | 3 (7%) |
Con que lean algo deberíamos contentarnos. | 7 (17%) |
Volvamos a las cavernas. | 2 (5%) |
La verdad es que el tema de debate puede dar mucho de sí: ¿es preferible que lean cualquier cosa a que no lean? ¿Se pueden acercar los adolescentes de hoy en día a textos como La celestina o El Quijote? Preguntas complicadas de responder, sin duda. ¿Qué opináis?
5 opiniones:
Opino que tu fondo es muy Opeth. Pégale un ojo.
Creo que una dosis de ámbos sería adecuada. Si se estimula a que los jóvenes lean "cualquier cosa" (cómics, por ejemplo) es una vía de estimulación para la lectura en general. Pero tampoco se le pueden pedir peras al olmo. No es raro que un chaval no tenga narices de leerse El Quijote con 15 años, porque en el 80% de los casos les va a parecer un peñazo y en lugar de alabar una obra cumbre de la literatura española, se cagará en el convento. Ser litenazi no ayuda mucho.
Fui de los que vote que "Con que lean algo deberíamos contentarnos". Noto entre la gente mas jovén que yo (me refiero hermano/primos/vecinos/sobrinos/etc... de entre 8 y 16 años) que hasta les cuesta leer El Principito, pequeña gran obra si las hay.
Claro que esto lo observo en mi contexto cotidiano. Oportuno es señalar que vivo en Argentina, pero creo que este "debate" sobre los "jovenes" y los libros se esta dando globalmente.
Prefiero que si les gusta Harry Potter, que arranquen con eso. Priorizo generar el hábito. Luego uno ya va naturalmente seleccionando mejor, pienso, en que invierte el tiempo que tiene para leer.
Paradojicamente, conozco más adultos mayores (+40) que no leen que personas de entre 20 y 30 que no lo hagan...
A mí me hubiera gustado leer el Quijote, por ejemplo, en el instituto. Soy del primer año de la E.S.O. y la verdad, creo que las elecciones de mis profesores de literatura, fueron penosas. A mi parecer, no esquivaron los "clásicos" para despertarle el gusto por la lectura al alumno. No sé por qué lo hicieron (jamás pregunté) pero les salió mal.
Coincido con Medusa en que a algunos les puede parecer un castigo leerse el de Cervantes, pero es que hay muchos títulos a elegir que podrían leerse sin suponerles muerte súbita.
Lo curioso es que esto sólo ocurrió en lengua y literatura, en valenciano (que viene siendo lo mismo) nos leímos los clásicos.
Un saludo!
Contrariamente a lo que suele decirse, si no has empezado a leer gran literatura a cierta edad probablemente ya no lo harás, o para ser más exacto, arrastrarás para siempre algunas carencias al abordarla: desde la falta de familiaridad a la falta de tiempo, literalmente, para controlarla con cierta fluidez.
No se equivoca el profesor que ofrece literatura clásica, sino el sistema que exige que cada franja de edad lea libros concebidos sólo para ella, como si viviéramos en reservas indias: este cuento para los 0-3, este para los 3-10, etc... Y encima, tienen que ser títulos nuevos, renovados cada año. Todo responde a la pura lógica del mercado: productos fungibles, reemplazables, novedosos y fáciles. Y los adultos separados de los niños, y estos de los adolescentes, como si la separación entre esos momentos vitales fuera algo matemático.
Frente a eso, estoy convencido de que los clásicos le pueden permitir a un alumno tomar distancia, aprender más y exigirse más.
Otra cosa es que, sin caer en tonterías, está claro que el profesor tiene que saber escoger qué lectura se hace (¿qué libro? ¿completo? ¿actualizado?), cómo la contextualiza, qué aspectos pueden interesar al alumno...
Mi experiencia dice que los conflictos sociales y sexuales de La Celestina interesan; que las parodias sexuales de El libro del Buen Amor también; que el juego de espejos Quijote-Sancho puede apasionar a los de bachillerato; etc. Pero claro, hay que explicarlo y fomentarlo...
Fantástico. Acabo de perder un comentario larguísimo por un error de Blogger, así que no voy a escribirlo de nuevo, entre otras cosas porque no podría.
No obstante, puedo rescatar los últimos párrafos, que he tenido que recortar porque ya no me dejaba incluirlos:
Para no alargarme más (y siento que me estoy olvidando algo gordo que quería decir, pero soy incapaz de caer en qué era), me quedo con lo que me comenta el compañero Aitor, también profesor: "Lo cierto es que disfrutar o apreciar los "clásicos" a una edad temprana, donde ni bagaje cultural/vital ni sentido crítico se advierten entre los estudiantes por razones evidentes y comprensibles, se me antoja tarea difícil cuando no imposible.
Quizás una selección de clásicos adaptada a las posibles inquietudes y/o intereses de los chavales sería lo más adecuado, demostrándoles así que a pesar del paso de los siglos el hombre continúa siendo más o menos lo mismo. O sea, selección combinada con lecturas más actuales.".
Además, la respuesta "Con que lean algo deberíamos contentarnos" viene precisamente por el hecho de que si, finalizada la Secundaria, los alumnos siguen teniendo problemas para saber resumir un texto, saber extraer las ideas principales, cribar lo que es anécdota, entender todo el vocabulario... ¿Cómo vamos entonces a ponerles a leer según qué cosas? El gusto por la lectura en muchos casos ya no llega desde casa, y eso ¿qué remedio tiene? ¿Le puedo ofrecer al alumno el modelo que represento y eso bastará? En muy pocos casos, creo.
En fin, el debate es profundo, muy complejo y ramificado, y yo me siento particularmente pesimista, al menos este año. Entre lo que internet hace a nuestras mentes y el 3º que tengo como tutor, como diría Pep Roig, no sé qué pasa que lo veo todo negro.
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