Historia de una ida y una vuelta (1)
El fin de semana pasado estuve en Madrid, donde a Bart y a mí nos habían invitado para asistir a la feria Expocómic. Fue un viaje demencial, sin tiempo para casi nada. El viernes estuve un rato en el recinto ferial, donde destacaba la cantidad -proporcionalmente superior a Barcelona- de gente disfrazada. Por la tarde teníamos firma en las Jornadas Comiqueras del FNAC, que resultaron todo un éxito. Allí pude conversar un rato con Alfonso Azpiri, al que admiro mucho desde aquellas lejanas portadas de videojuegos de la época dorada del software de entretenimiento en España. Además, se acercaron Amoelbarroco, Horror Vacuii y Lilouk. Nada más terminar, tuve que escapar corriendo hacia la sala Caracol, para poder hablar con la gente de Christian Death 1334, y luego ver el concierto. Al día siguiente teníamos dos sesiones de firma, y pude conocer a gente a Sandman y Muerte de Desde Sueño o a Fran de Abandonad toda esperanza. La verdad es que fue un viaje agotador, pero valió la pena.
La nota negativa la puso mi salud, que de tanto cambio de temperatura se resintió severamente, y como resultado he estado esta semana hasta prácticamente ayer hecho fosfatina. No debo estar ya para estos trotes.
El fin de semana pasado estuve en Madrid, donde a Bart y a mí nos habían invitado para asistir a la feria Expocómic. Fue un viaje demencial, sin tiempo para casi nada. El viernes estuve un rato en el recinto ferial, donde destacaba la cantidad -proporcionalmente superior a Barcelona- de gente disfrazada. Por la tarde teníamos firma en las Jornadas Comiqueras del FNAC, que resultaron todo un éxito. Allí pude conversar un rato con Alfonso Azpiri, al que admiro mucho desde aquellas lejanas portadas de videojuegos de la época dorada del software de entretenimiento en España. Además, se acercaron Amoelbarroco, Horror Vacuii y Lilouk. Nada más terminar, tuve que escapar corriendo hacia la sala Caracol, para poder hablar con la gente de Christian Death 1334, y luego ver el concierto. Al día siguiente teníamos dos sesiones de firma, y pude conocer a gente a Sandman y Muerte de Desde Sueño o a Fran de Abandonad toda esperanza. La verdad es que fue un viaje agotador, pero valió la pena.
La nota negativa la puso mi salud, que de tanto cambio de temperatura se resintió severamente, y como resultado he estado esta semana hasta prácticamente ayer hecho fosfatina. No debo estar ya para estos trotes.
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