Ya habréis escuchado Now and Then. Hito en la arqueología musical gracias a las nuevas tecnologías,
esta canción fue descartada en su momento del Anthology por el ruido que
contenía. Para mi gusto, el resultado final es demasiado empastado: le
sobran los arreglos orquestales,... pero la voz espectral de John y el
mensaje tan bonito, es como... Uf, casi no puede decirse sin
emocionarse. Es la mejor despedida del grupo, ahora que ya nos faltan
dos integrantes, mucho mejor que aquel The End del Abbey Road, que ya
era bueno, pero tenía un punto de resquemor para los que sabíamos en qué
punto estaba la banda en aquel momento. Más de 50 años después de todo
aquello, con el tiempo habiendo curado las heridas, cuando ya sólo
quedan las leyendas, esta canción es como una tirita, es como ver una
foto antigua de tus hijos cuando eran bebés. Es todo amor. Porque eso
eran los Beatles, en el fondo: amor. Qué importan ahora las discusiones,
las disensiones, los egos... Lo que nos queda es un legado de leyenda.
Cuatro chicos de Liverpool que cambiaron el mundo, que llevaron a la
música a un nuevo nivel. Cuatro amigos, compañeros, hermanos... El
carismático y emocional John, el cerebral Paul, George el trascendente y
Ringo la amistad personificada. A mí la letra de Now and Then me hace
correr un escalofrío, me emociona hasta las lágrimas, y los (a veces
demasiado burdos) videos de reunión imposible de los miembros con sus
yos del pasado, a pesar de que a veces resultan inquietantes, me
producen una honda tristeza y una profunda nostalgia. Una nostalgia de algo perdido, que en realidad, por edad, nunca viví.
Si no os ha emocionado la canción porque estáis muertos por dentro, queda el remate final. Parece ser que las palabras de despedida
que Lennon le dijo a McCartney la última vez que se vieron fueron "Think about me every now and then, old friend". La historia
la contó Carl Perkins y te pone la piel de gallina. Lo que deben de
echar de menos Paul y Ringo a sus dos amigos no lo puede saber nadie.