14.12.20

Reseñas extremas mínimas (XXIII)

· Counting Hours - The Will (2020). A pesar de ser una banda formada en Helsinki en 2015, The Will es el primer trabajo completo de Counting Hours. Aunque personalmente en ocasiones a mí me suenan más a death-doom (inevitable escuchar algunas ideas de Katatonia en Atonement, por ejemplo) con ecos de shoegaze/blackgaze marca Prophecy (sobre todo de Alcest), con las escuchas entiendo por qué en RYM los etiquetan como gothic metal. La verdad es que el resultado conjunto está bien planteado: como en los casos de sus compatriotas Ghost Brigade, termina siendo un sonido amalgamado que cuesta situar en un estilo concreto, porque el peso de las partes más contundentes o con guturales está bien equilibrado con las partes más rítmicas de voces limpias.Temas más interesantes: Saviour, Among the Pines We'll Die.

· Death. Void. Terror. - To The Great Monolith (2020): Black metal atmosférico, mesmerizante, que crea una profunda sensación de pozo abisal. Excelente uso de una base doom y de cantos gregorianos para crear un ambiente de impenetrable oscuridad. El uso de fragmentos donde la protagonista es sólo la voz a la manera de cántico pagano (sin guturales) le da un aire místico y diferente. Mis referentes aquí serían las amalgamas más caóticas de Mitochondrion o Portal, pero despojadas de la maquinaria death y pasadas por un tamiz más atmosférico. Su primera entrega en forma de EP es aún más densa, abstracta y ambiental que esta entrega, así que me quedo con el álbum. Eso sí: se trata de sólo cuatro pistas con títulos ¿en morse o simplemente ininteligibles?, pistas largas y complejas, que necesitan de un receptor que sintonice las mismas ondas desesperadas. Magnífica portada que ya nos promete exactamente lo que vamos a escuchar en su interior.

· Ghosts of Breslau - Drowned City (EP, 2014). Desde que en el lejano 2005 me cautivara el cuádruple split (o mini antología) Hopes Die in Winter (Birds of Prey, 2005) con cuatro grupos que investigaban la senda del dark ambient mezclada con un martial industrial crepuscular ambientado en la guerra, Ghosts of Breslau se situó en mi punto de mira de este tipo de música, a pesar de ser bastante huidizos y de que el tiempo en el que estuve prestándoles atención apenas encontré material suyo. Por casualidad, retomando esos sonidos tristes y apocalípitcos del martial más ambiental me encuentro con este EP que ya tiene unos años, pero que es la esencia de este grupo polaco. Drowned City realmente son sólo tres cortes, con otros tres que son versiones de los anteriores. Pero son tan ambientales, tan evocadores, tan fantasmales, que te rindes a ellos. Quisieras pasear entre los campos desolados de Verdún al amanecer. O recorrer los fantasmagóricos bloques de pisos de Prypiat. O ver cómo se levanta la niebla ante la desoladora visión de un campo de concentración nazi. Sublime trabajo de atmósfera el que crea este grupo y que os irá de perlas si queréis ponerle banda sonora a la desolación.

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