9.10.19

Reseñas extremas mínimas (XVIII)

· Silence in the Snow: Levitation Chamber. Al tipo de música que factura este dúo de Oakland formado por la cantante y guitarrista Cyn M y el batería Trevor DeSchryver (Wolves in the Throne Room) ahora lo podemos llamar shoegaze, dream pop... Pero a poco que uno escuche, sabrá que este grupo es casi un homenaje/plagio a Siouxsie & The Banshees. Tanto en las atmósferas, como en la voz de Cyn, nos encontramos con una reelaboración de la segunda época del grupo gótico británico (Tinderbox), cuando se habían sacudido el polvo punk y sus melodías eran más personales. Escucho este disco y no puedo evitar pensar que es una grabación perdida de Siouxsie. Eso no es malo, ojo. Pero en fin.

· Tool: Fear Inoculum. Tenía que ser el disco del año, qué digo, de la década, la vuelta de los más grandes, tras hacernos esperar trece (13) putos años de rumores. Este álbum puede convertirse en el Duke Nukem Forever del metal, el Chinese Democracy del siglo XXI. Y es que sí, el disco suena a Tool y es el progressive metal artístico y lleno de detalles de Tool... Pero después de unas cuantas audiciones atentas se revela un disco plomizo, con pocas ideas, sin alma. Con muchas canciones superando los diez minutos de duración, es Tool haciendo lo de siempre. Y eso está bien. Pero si en trece años no puedes aportar nada a lo que ya has hecho, es normal que bandas que empezaron copiándote (Soen, por ejemplo) resulta que ahora mismo tengan propuestas más interesantes. Una gran decepción, porque, como muchos, quería que me gustara este disco. Me he esforzado porque así fuera. Pero no. No está mal, pero a estas alturas de la vida le pedíamos algo más al grupo. Hasta la portada parece hecha con Paint y una imagen de stock en diez minutos.

· A Perfect Circle: Eat the Elephant. Maynard volvía por partida doble, y a pesar de que había dicho que APC era un grupo en una vía muerta, aquí tenemos el cuarto trabajo de su proyecto más "femenino" (como alguna vez ha indicado). Y la verdad, si tengo que quedarme con uno de los dos nuevos trabajos de este hombre que considero que tiene una de las mejores voces del panorama actual, seguramente sería con este Eat the Elephant, y eso a pesar de la que debe de ser una de las peores portadas musicales de los últimos diez años. A ver, no voy a mentir, siempre he sido más de APC que de Tool; para escuchar Tool tienes que estar mentalmente en condiciones, es una música muy cerebral, mientras que APC es más emocional. Así que este álbum consigue lo que pretende: seguir la línea de sus antecesores sin traicionar su esencia. Otro día podríamos hablar de las expectativas que tenemos en un grupo dependiendo de lo fanáticos que seamos y de qué queremos de ellos: que innoven y sigan explorando su personalidad, o que permanezcan inalterables en aquello que nos enamoró de ellos.

· Monolord: No Comfort. Todo lo que dijimos con anterioridad en la entrega XVIII a propósito de Magic Circle se podría decir de nuevo aquí para este disco de los suecos Monolord. Si es que ya lo dicen en Angry Metal Guy: "It’s a recipe for short-lived success; while I enjoy drinking at this particular well, I can only do so for a short time before moving on". Grupo de doom/stoner que factura el enésimo disco perdido de la primera época de Black Sabbath, Monolord nos ofrece riffs monolíticos, tempo lento y voz que, cómo no, recuerda a Ozzy, y suena extrañamente lejos del micro. Si quien escucha tiene paciencia, podrá atisbar detalles de calidad, pero en un conjunto que, para mí, está sobreexplotado.

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