28.4.19

Reseñas extremas mínimas (XVII)

· Fórn - The Departure of Consciousness. La mezcla de doom (o funeral doom) con sludge y postrock a veces me acaba cargando un poco y si un disco no me entra a la primera con algún destello de genialidad es difícil que entre en él. Escuchando en Deezer el último disco de los bostonianos Fórn, Rites of Despair, el ojo se me fue a la miniatura de su disco anterior, The Departure of Consciousness (2014). Y la verdad es que éste me ha entrado bastante mejor. Quizá es porque consigue construir muy bien una atmósfera opresiva y amenazante a base de unas guitarras muy lentas y depresivas. De una reseña en internet: "Fórn self-identifies their brand of music as a combination of funeral doom and sludge, but this album is so much more than the sum of those two parts. (...) Originally released digitally last year, the album was recorded over a nasty New England winter—and for all its twists and turns, it’s a direct product of its inception: it’s nasty, cold, and full of surprises". Me parece un álbum que puede establecer una conexión entre el funeral doom plano pero meticuloso de Catacombs y el caos primigenio de Portal.

· Magic Circle - Departed Souls. La influencia de Black Sabbath en el metal es infinita, y las bandas, no ya de imitadores, sino que han querido seguir su legado más puro, no se quedan de atrás. Magic Circle crea en Departed Souls (2019) otro de esos discos que podría ser "el álbum perdido" de Black Sabbath entre sus primeros seis discos de estudio. Tanto en la afinación de las guitarras como en la de la voz principal, aquí es todo sabbath setentero, con cierto regusto (quién lo iba a decir) de los Deep Purple de la misma época. Con este disco me pasa como con muchos otros del mismio estilo: te sorprende positivamente en una primera escucha, los disfrutas dos o tres veces... Y luego lo que tienes ganas de poner son los viejos álbums originales de Black Sabbath.

· Superlynx - New Moon. Lo dicho arriba para Magic Circle podría aplicarse también a este trío formado en Oslo con cantante femenina al frente. Buenos riffs, voz solvente, todo perfecto para recrear ese sonido doom-stoner setentero. Y no está mal (el riff de Valley of Lepers, por ejemplo), pero el conjunto termina produciéndome el efecto antes mencionado. En general, la idea de la audición de todos estos discos vino, como siempre, instigada por las reseñas de Angry Metal Guy

26.4.19

Un despropósito como una catedral


¿Que un campesino entra en la ciudad de Barcelona con una ballesta al hombro y ningún guardia ve nada extraño? No pasa nada.

¿Que se nos dice que los bastaixos acarrean en su tiempo libre las piedras de Montjuïc hasta la catedral como ofrenda de devoción, pero por lo que vemos en la serie no hacen nada más en todo el día? No pasa nada. 

¿Que las mujeres, excepto las niñas y las prostitutas, deberían ir con el pelo recogido según los usos de la época y aquí las vemos a todas luciendo melena? No pasa nada. 


¿Que en la serie vemos a una Santa Inquisición con tribunales plenamente operativos, pese a que históricamente no se fundó como tal hasta cien años después? No pasa nada. 

¿Que, pese obviar el punto anterior, la pena por herejía (que no fuera reincidente) eran unos latigazos o como mucho el destierro de la ciudad, y aquí nos pintan que por “yacer con una judía”, Arnau será como mínimo quemado en la hoguera? No pasa nada. 

¿Que el hermano del protagonista, pese a ser un miembro sumamente devoto de la Iglesia, hasta el punto del fanatismo, termina suicidándose, es decir, cometiendo pecado mortal y contraviniendo todas las enseñanzas en las que cree? No pasa nada. 

¿Que, en fin, la serie parece basada en subvertir completamente la férrea ordenación estamental de la época, haciendo que el personaje pase de siervo a burgués adinerado, y de burgués a noble? No pasa nada.

¿Qué parte de culpa de todo esto tiene la novela original y qué la serie? No tengo ni idea, pero realmente no tiene importancia, porque aquí no pasa nada.

Y hasta aquí mi crítica de La catedral del mar (Atresmedia, 2018).

19.4.19

Parecidos razonables (XXIX): Ragnarok vs. Ratas en las paredes

De nuevo un caso de parecidos razonables en el mundo de los juegos de rol con un ejemplo muy cercano. En primer lugar, portada del juego Ragnarok (3ª edición), de Luis A. Madorrán, publicado por T&T (2018).


Abajo, arte para la pantalla de Ratas en las paredes, juego de rol de The Hills Press (2019). La primera foto son las dos caras interiores de la pantalla. La segunda son las dos caras exteriores.



Se da la coincidencia de que se trata de dos juegos de rol de horror editados en el lapso de más o menos un año, ambos por mecenazgo, y que en el arte aquí mostrado se han inspirado en el mismo motivo, el de un tablón de pared lleno de recortes, fotografías y mapas conectados demostrando una relación entre ellos. 
Cabe decir también que la portada de Ragnarok 3ª ed. iba a ser muy diferente, cuando las opiniones de los mecenas hicieron cambiar el diseño por completo. Tenéis más información en el blog del juego.
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