Impresiones de las últimas lecturas de biblioteca: El retorno a la tierra 3: El vasto mundo (Bang), de Manu Larcenet y Jean-Yves Ferry. Larcenet, a mi opinión, es un autor que se desenvuelve mejor solo, y en estas tiras lo demuestra. No acabo de entender que para escribir un cómic de humor pseudoautobiográfico, Larcenet necesita un guionista... En todo caso, este tercer volumen de su tira no aporta nada que no se haya visto en los anteriores. La novedad es que la pareja del protagonista está embarazada, y nuestro ficticio Larcenet debe enfrentarse a las dudas de la paternidad... Pero, en fin, no resulta gran cosa. Si he de decir la verdad, lo cogí para no quedarme en el tomo dos y para ver si me inspiraba mi vena cómica... pero no ha sido así. En cambio, Thoreau: la vida sublime, de A.Dan y Le Roy (Impedimenta) me ha gustado mucho más. Confieso que no conocía la figura de Henry David Thoreau a pesar de la importancia de su pensamiento, y esta biografía en cómic me ha puesto al día al respecto, y me ha animado a conocer más esta figura de la filosofía y sus obras. El cómic, sin ser un dechado de virtudes, cumple con su función de acercarnos al personaje. Y finalmente, me llevé el primer tomo de la saga Djinn, La favorita, de Jean Dufaux y Ana Miralles (Norma). En esta obra, el argumento y el marco narrativo están supeditados totalmente al dibujo de Miralles: todo está dirigido a hacernos disfrutar con el éxtasis de los sentidos que nos propone su sensual dibujo. La búsqueda de la verdad sobre la abuela de la protagonista, que en su día fue la preferida del harén del sultán Murati, es el motor de una acción que no busca una gran verosimilitud, sino que, sin caer en lo soez, eleva el sutil erotismo y la sensualidad al altar de las virtudes de esta obra. Y es que Ana Miralles dibuja cuerpos femeninos desnudos como nadie.