· In Mourning - The Weight of Oceans (2012): Tengo cierta debilidad por esta banda sueca desde que su escuché su impresionante debut Shrouded Divine. En 2010 nos volvieron a impresionar con Monolith y con él demostraron que es una banda muy sólida y de la que podemos esperar una trayectoria asombrosa. In Mourning es un grupo de death metal progresivo con puntos en común con Opeth, Ghost Brigade o Swallow the Sun, y en este The Weight of Oceans, de dagoniana portada, encontraréis la habitual mezcla del grupo entre death melódico, voz gutural, y pasajes instrumentales y voces limpias marca de la casa. Puntos fuertes del disco: un buen resumen del sonido In Mourning lo encontramos en From a Tidal Sleep; Celestial Tear es una buena balada aunque en algunos momentos demasiado empalagosa..
· Lacuna Coil - Dark Adrenaline (2012). Vuelven los milaneses Lacuna Coil, y había expectación para este nuevo trabajo tras el bastante decepcionante disco anterior Shallow Life, donde el grupo, a pesar de algunas honrosas excepciones, había derivado en un sonido mucho más comercial fruto de su nuevo productor. En este nuevo disco, a pesar de seguir con dicho productor, el sonido de la banda se acerca un poco más al de sus anteriores trabajos, volviendo a la alternancia entre las voces de Andrea y Cristina, los riffs poderosos, y la creación de ambientes llenos de emociones. En Dark Adrenaline, a pesar de que no llega al nivel de mis discos favoritos (In A Reverie, Unleashed Memories y Karmacode), uno puede reconciliarse con esta fabulosa banda. Puntos fuertes del disco: genial la obertura del disco con Trip the Darkness o la potente Kill the Light.
· Paradise Lost - Tragic Idol (2012). Y también vuelven estos genios del doom. Si ya con Faith Divides, Death Unite Us ya consiguieron buenas críticas, la comunidad metalera parece estar de acuerdo en que Tragic Idol es aún mejor, y que Paradise Lost ha conseguido con este nuevo álbum uno de sus mejores trabajos en años y años. Contundencia, melancólicas melodías, Nick Holmes con una voz pletórica, y muy buenas ideas es lo que caracteriza a Tragic Idol, que, además, en lo que respecta a presentación, ha contado con la colaboración del estudio Metastazis, que ha creado una pequeña joyita artística neomodernista. Paradise Lost ha vuelto con un disco pesado, duro, y que no decepciona. Puntos fuertes del disco: la inicial Solitary One, con unos teclados que aportan exactamente lo que la canción necesita para pasar de ser buena a ser memorable; o Theories from Another World, con unas guitarras aplastantes que arrojan riffs rompecuellos.