Este año el mejor redescubrimiento musical que he hecho ha sido Katatonia. Tenía la canción Chrome perdida en un cd sampler (aquí lo tengo, concretamente el de la Hell Awaits 17), una canción que siempre me había gustado, y empecé su discografía por el disco que la contenía. Con mucho acierto, KristOmertà, al que quiero agradecer desde aquí la culpa que ha tenido en todo esto, me recomendó otros discos y así he acabado, fan irremisible de esta banda. Hace muy poquito, tras tres años de silencio, Katatonia ha publicado su nuevo trabajo de estudio, Night is the New Day, que he ido escuchando y del que me gustaría compartir algunas impresiones, aunque no sean las definitivas, puesto el álbum sólo lleva circulando diez días.
En este nuevo trabajo, Katatonia sigue la senda de sus últimos discos. De hecho, estilísticamente no hay mucha diferencia entre este álbum y su anterior The Great Cold Distance. El disco no destaca especialmente por su contundencia, pero una de las canciones más potentes es la que abre el disco: Forsaker, con unas guitarras avasalladoras que dan paso a la calmada y dulce de Jonas; esa combinación entre ambos factores hace que el disco no pudiera empezar mejor. Idle Blood es una canción más relajada, de las más bellas del nuevo trabajo, en la que la influencia de los Opeth más acústicos es más que patente: perfectamente la canción pudiera pasar por ser del repertorio de Mikael y compañía. Liberation también tiene una introducción muy buena, para seguir con un desarrollo muy característico de la banda. Otro de los cortes memorables de esta nueva entrega es The Promise of Deceit: para mí, personalmente, quizá la mejor. Una canción que va creciendo con cada audición, con un estribillo precioso, lleno de la tristeza y melancolía que caracteriza a la banda: "so when did you come to think/ that you will tell me that I have no one/ when do you think that you/ will get back the things that you want me". Y finalmente, otra que quiero destacar es Nephilim, donde los suecos se descuelgan con una canción de corte doom atmosférico, como si uno caminara bajo la lluvia en una oscura pesadilla.
El álbum no es especialmente original, pero sí tiene algunos momentos brillantes que compensan con creces sus posibles horas bajas. A todo esto hay que añadir el diseño de la portada, que continúa con la elegante tipografía y estilo sobrio del disco anterior, con unos edificios lejanos que sin duda son una conexión con su último trabajo.
Night is the New Day es, en resumen, un disco que sigue la línea que ya habían trazado los suecos en su estilo, y que creo que gustará a sus fans. No sólo eso: Katatonia es ya un grupo inclasificable, no podría ponerle una etiqueta de noséqué metal para definirlo. Es simplemente Katatonia. A los que conozcáis la banda y a los que no, os recomiendo entrar en esta noche que es el nuevo día de Katatonia.