Durante todas estas semanas he tenido que encargarme, en todo o en parte, de la sección de Internacional de un periódico, y cada día que pasaba estaba obligado a leer más y más teletipos sobre la lenta matanza que se está produciendo en la frontera del Líbano con Israel. Por motivos que ya ni recuerdo, he estado pasando por un blog proisraelita llamado Herut, y me he dado cuenta de por qué seguimos viendo cada día el reguero de muertes en unas fila y otras.
Soy consciente de todo lo que ha sufrido el pueblo hebreo en toda su existencia: perseguidos, desterrados, aniquilados sistemáticamente... Un pueblo milenario con una historia, una cultura y una filosofía muy rica, llena de personajes vitales para la Historia. ¿Pero cómo justificar una guerra encubierta en la que el mundo, por ahora, se ha quedado de brazos cruzados a contemplar el espectáculo?
Está claro que ir a discutir el sentido de una guerra a un blog de un colectivo implicado "moral" y sentimentalmente al conflicto es mala idea. Pero pensaba que, entre los que defienden la postura de Israel encontraría gente moderada, sensata, que vería en esta carnicería un sinsentido. Debo de haber leído demasiados cómics de El gato del rabino, porque no ha sido en absoluto así. Yo no voy a defender al bando islámico, ni mucho menos al israelí, pero me encoleriza el hecho de que se tache a las personas críticas con este conflicto de antisemitas simplemente por esa postura. Parece que la ley del Talión ha cegado a sus propios creadores en primer lugar. Entre radicalismos anda el juego: o estás conmigo o contra mí. El partido de Dios se esconde tras civiles. Israel se desentiende de esas vidas y dispara de todas formas sus misiles. Y la humanidad se va por el sumidero de nuestra vergüenza.
A mí lo que me da lástima es toda esta situación en la que como según algunos está justificado matarse, pues seguimos hasta ver a dónde llegamos. De verdad, con gente tan enferma me gustaría vivir en otro planeta, un planeta en el que no estuviera la gente matándose unos a otros por una puta mierda de tierras o de dioses imaginarios.
Alimentad el odio con más odio y vais a ver cómo acabamos todos, no sólo judíos y musulmanes, sino toda la puta Humanidad. Intento pensar que quedan personas que quieren la paz, pero sólo veo el mismo fanatismo en ambas partes. Vergüenza debería darnos a TODOS, a unos porque están dispuestos a matarse unos a otros sin importarles nada, a otros por callar y ser cómplices de ese genocidio, y a nosotros por estar ahí y no reaccionar, por ser -la mayoría- tan idiotas de creer que la violencia solucionará la violencia.
Cuando los pacíficos pierden toda esperanza, los violentos encuentran motivo para disparar. Harold Wilson.
P.d.: En el episodio del pasado sábado de Los Simpson, Krusty el payaso, al saber que no ha realizado su bar mitszva, y por tanto no se considera adulto, exclama: ¡pensaba que era un judío que se odiaba a sí mismo, pero resulta que soy sólo un antisemita normal y corriente!
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