There are only a handful of archetypes: Elvis as the "Rock Star," the
Beatles as "The Standard," Led Zeppelin as "The Gods," Dylan as "The
Bard," the Rolling Stones as "The Bad Boys," Joni Mitchell as "The
Woman," the Velvet Underground as "Alternative," Big Star as the "Should
Have Been Huge," Nick Drake as the "The Fallen Angel," and a few
others. And then there's Black Sabbath, "The Lords of Doom."
En el mundo del metal la herencia de Black Sabbath ha sido tan, pero tan importante, que en la actualidad, el número de grupos que se dedican a hacer doom/stoner/sludge y que usan descaradamente su fórmula es casi infinito. No, en serio, ya he perdido la cuenta de las decenas y decenas de bandas clon de Black Sabbath que he escuchado. Algunas con personalidad cero, algunas con algún rasgo propio que las hace destacar por algún motivo, lo cierto es que yo creo que son tan innúmeras que podríamos bautizar a este estilo homenaje-copia-revival como sabbath metal.
Desde Witchcraft, pasando por algún que otro disco de System of a Down y Corrosion of Conformity, y por una miríada de grupos: Electric Wizard, Uncle Acid and The Dead Beats (de los que os hablaré cualquier día de estos), The Sword, Orchid, Pagan Altar (los estaba escuchando hace un rato y abuuuuuurren un rato), Count Raven, Stoned Jesus, Cathedral, Witchfinder General, Church of Misery... la lista de bandas-legado de Black Sabbath no tiene fin.
Por eso tiene más sentido que nunca que los originales, nunca mejor dicho, Black Sabbath volvieran con un nuevo disco de estudio. Sí, 35 años después del último álbum de la primera formación. Y por eso este disco era esperado con máxima expectación. Después de todo, puestos a copiar a Black Sabbath, ¿quién mejor que los originales? Todos queríamos ver si de esta reunión saldría algo genial... o un bodrio simplemente orientado a hacer caja.
Afortunadamente, he de decir que creo que va a ser lo primero.
En realidad teníamos pistas que nos decían que iba a ir bien. De hecho, los discos de Heaven & Hell (la formación correspondiente a la época de Dio, que el diablo tenga en su gloria), habían sido muy buenos. Así que no tenía por qué ir mal.
13 está formado por ocho canciones que nos devuelven a los Sabbath de toda la vida. Los de los seis primeros álbumes, vamos. Riffs cañeros, pesados y lentos, bajos poderosos, y un Ozzy en buena forma (era de lo que más miedo tenía). Rick Rubin, el productor responsable de discos como el Reign in Blood de Slayer, los cuatro primeros de Danzig (los buenos, vamos), del legado de los American Recordings de Johnny Cash o de que Metallica dejara de arrastrarse por el fango y volviera a ser lo que era con Death Magnetic, tiene mucho que ver en este album.
Es inevitable ver ecos de Black Sabbath en End of the Beginning, de Planet Caravan en Zeitgeist, de Hole in the Sky en God is Dead? y es que en este nuevo álbum todo tiene un inconfundible sabor añejo: desde la estructura de las canciones, pasando por los riffs o las letras místicas.
Lo que me lleva a dar mi opinión sobre el disco, ante lo cual tengo cierta confusión. El disco me ha gustado; de hecho me ha gustado mucho, me parece muy sólido y coherente. Si hubiera sido otra cosa, posiblemente habría sido una mierda. Si hubiera intentado ser original, habríamos crucificado a Iommi y compañía. Pero no: es un disco que podría haber sido el siguiente a Sabotage. Hay buen heavy, hay letras trascendentales, hay -como ya he dicho varias veces- unos riffs colosales... ¡Demonios, incluso hay blues y armónicas! Pero hay algo, en el fondo, que me dice: "joder, ¿35 años para esto? ¿En qué habéis estado perdiendo el tiempo, cabrones?".
Este es mi lío. Pero olvidándolo, el resumen es que 13 es un discazo que pone en su sitio a todos los imitadores. Vienen los señores Iommi y Butler y te desmontan el tinglado demostrándote que aún te queda mucho por aprender. Que así es como se hace el sabbath metal. Que por algo son los Señores de este Mundo.
Lo mejor: Age of Reason, Zeitgeist, Live Forever.
Lo peor: que Ward no aceptara ser parte de la reunión para haber sido, de verdad, la formación legendaria del grupo.